Sede del Banco del Libro sigue ocupada por familias

El Banco del Libro o la biblioteca Ana Emilia Delón alberga a más de 30 familias sin techo propio en la actualidad, pero la comunidad y extrabajadores recuerdan el lugar como centro de formación.

A diez años de la ocupación, PRIMICIA consultó a vecinos del sector La Unidad en San Félix, quienes lamentan la pérdida del centro educativo en la zona.

En la sede también funcionaba un liceo y un centro de capacitación para trabajadores de las empresas básicas, pero todo eso quedó atrás.

Distribución de libros

Orlando Sifontes fue auxiliar de microbús convertido en una biblioteca móvil para llevar los textos a otras escuelas que lo requerían, pues eran los encargados del inventario.

Recuerda que en el bibliobús hacía el recorrido de la semana por la entrega y 7 días después pasaban retirando los textos que se habían prestado por ese tiempo, además de entregar el nuevo pedido.

Aunque Sifontes entró por el área cultural y pasó la mayoría del tiempo en el grupo de gaitas del Banco del Libro en los años 85 a 86, cuenta que había una estructura interesante en cuanto a la preparación de la formación de docentes.

A su juicio, el Banco del Libro pudo seguir funcionando como institución, “pero como era una dependencia del Estado y dejó de subsidiarlo, no pudo seguir con la programación”.

Lamenta que de la sede del Banco del Libro hoy no queda nada. “Es lastimoso, uno compara esos momentos intensos que vivimos ahí en relación a como está ahorita, es deplorable”.

Bibliobús

Osdalis Rodríguez, patrimonio cultural y educador, reconoce que el Banco del Libro se convirtió en una de las primeras instituciones que apoyó su proyecto como la escuela de folklore en Los Sabanales en 1972.

“El Banco del Libro se entera que nosotros estábamos dando clases en la calle de Los Sabanales y me da la oportunidad de un espacio en la sede ubicada en UD-102, después pasamos al frente de la Silvana de Irady”, contó.

En ese tiempo Rodríguez manejaba la Escuela Andrés Bello, después cambió el nombre a Tambor y Canto y por último Cuatro y Bumbac cuando grabaron el primer LP de Calipso en 1984.

Rodríguez relata que la institución tiene una importancia en la introducción a las escuelas de las manifestaciones culturales que no formaban parte de ellas, una propuesta que presentaron Rodríguez y su esposa Adila Gonzalez.

Detalla que el Banco del Libro era dirigido por la hija del ex presidente Rómulo Betancourt, quien formó esta estructura en todo el país, con la novedad del bibliobús.

Rodríguez, era responsable del Bibliobús en Guayana al ocupar el cargo como jefe de servicios bibliotecarios, allí llevaban bibliotecas itinerantes para sitios que lo requerían en algunas escuelas y comunidades.

Pero Rodríguez y su esposa aprovechaban el viaje para llevar instrumentos autóctonos y educar a los niños.

“Una vez que el Banco del Libro queda eliminado, los trabajadores tenían la opción de comprar los equipos y mobiliario, como estaba a cargo del departamento del servicio bibliotecario al que era parte el bibliobús tuve la opción de comprarlo con las prestaciones sociales, de allí pasó a ser patrimonio cultural de toda Venezuela haciendo los recorridos de investigación y difusión del Calipso, además de traerse las manifestaciones culturales de los estados que visitamos”, narra Rodríguez.

En una palabra, Rodríguez califica al Banco del Libro como “historia”.

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