Sector universitario rechaza pagos “chucutos”

Con una larga lista de derechos establecidos en la contratación colectiva que han sido vulnerados, el sector universitario rechaza la manera en la que se ha calculado el bono navideño dentro de los pagos que les corresponde.

Albert Villarroel, miembro del gremio administrativo de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Atauneg), recuerda que el bono vacacional es correspondiente a 105 días, mientras que el bono navideño es de 120 días, por lo que hay una incongruencia en los cálculos.

Manifiestan que no solo luchan contra un salario “deprimente”, sino con bonificaciones fraccionadas y “chucutas”, dejando por fuera una serie de conceptos establecidos en la contratación colectiva.

Como ejemplo, cuenta con el bono vacacional de agosto recibió 130 dólares cancelados de manera completa. Sin embargo, para el bono de fin de año le pagaron $ 22. “Que tiene que ser en cuatro partes… si saco mi cuenta eso da 88 dólares”, comenta.

Concluyen que esto no es más que la política ejecutada desde la aprobación del memorándum 2792 y la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), la cual consideran como “un laboratorio” en relación con el desmedro de los derechos laborales.

Gladys Izarra, presidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo), resalta que la violación de sus derechos contractuales es desde hace bastante tiempo.

“En estos momentos que se debe cancelar el bono navideño, se está dando peor situación de lo sucedido en el mes de agosto – septiembre con el bono vacacional”, añade al estimar que se está restando 50 % del pago que corresponde.

Pagos pendientes

Igualmente, menciona que el Gobierno nacional ha querido enfrentar a los gremios, utilizando diferentes criterios para entregar a las 62 universidades los recursos correspondientes para la cancelación del bono navideño.

Aunado a esto, señalan que hay otros pagos pendientes de las cuales también exigen la cancelación inmediata. Entre ellas, las prestaciones sociales indexadas que desde hace 10 años no se pagan.

Menciona beneficios que no se han contemplado como el bono lácteo para el personal obrero, la prima de chófer, prima por supervisión (para obreros y empleados), prima por profesionalización, bono de jefaturas.

También las horas nocturnas, horas extras (para el personal obrero y administrativo), la prima familiar y bono de 45 días de alimentación de fin de año, llamado “bono hallaquero”.

Situación salarial del sector universitario

Villarroel señala que las sanciones económicas han sido utilizadas como un discurso por el Gobierno nacional, y asegura que la situación salarial no viene desde el año 2017 en el que fueron impuestas, sino desde mucho antes.

Raúl Brito, presidente de la Asociación de Profesores de la Uneg (Apuneg), recuerda que en el año 1999 un profesor universitario cobraba dos mil dólares en promedio y cuando pagaban las utilidades le era posible comprar un carro de agencia o electrodomésticos y vestir a sus familias.

“Ni para un mercado que pueda durar para una semana”, describe para qué alcanza actualmente sus ingresos.

Dentro de la precaria situación, señala que se enfrentan a una alta deserción de profesores, empleados y obreros, además de estudiantes en las universidades públicas.

Desde el sector universitario rechazan que se destruya el salario de los trabajadores, por lo que los invitan a mantenerse en pie de lucha.

Insisten en que están en el deber de reclamar en la calle para rechazar las situaciones que les han afectado como los pagos pendientes. “Las necesidades de los trabajadores no esperan (…) debemos seguir y movilizando todo el resto del año que nos falta, reclamando”, exhorta Villarroel.

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