Río Negro depende de pisteros por falta de transporte público
El transporte para movilizarse desde el sector de Río Negro a la ciudad, nunca ha sido fácil para los estudiantes y trabajadores de las urbanizaciones de Terrazas del Caroní, Terrazas del Aluminio y Minifincas.
Los pisteros son el medio de transporte público predilecto para salir y regresar, señalan los residentes; porque las busetas solo llegan hasta el puente de la avenida Guarapiche, salvo casos mínimos en donde algunas unidades llegan hasta los alrededores de Los Bucares.
En los 26 años que la estudiante Lorena Morales ha vivido en el sector, esta ha sido la forma para ir hacia la universidad, si se trata de transporte público; porque de otra forma, debe tomar dos buses adicionales, lo cual se traduce en doble pasaje para llegar a su destino.
“Los pisteros están disponibles desde temprano en la mañana, pero a partir de las 4:00 p.m., la frecuencia disminuye considerablemente. A las 2:00 p.m., solo hay pisteros; entonces hay que esperar que el carro se llene (de pasajeros) para salir. Si tengo prisa, a veces debo pagar por los puestos extras”, explica.
Rutas no disponibles
El reto llega cuando los residentes tienen que transportarse hacia lugares que no cubren la ruta de los pisteros, es decir, hacia Unare y/o la plaza Barsanti, de Alta Vista.
En casos donde no hay certeza de cómo movilizarse, Morales acude a otros servicios de transporte, como las aplicaciones de taxi. La alternativa se convierte “en una necesidad, especialmente en las horas pico, cuando el transporte público es escaso”, revela.
Inseguridad en Río Negro
Pero el horario no es el único obstáculo; también la delincuencia y la distancia que los habitantes, de todas las urbanizaciones que se extienden por la avenida, tienen que recorrer para llegar a las paradas de los pisteros.
En las oportunidades que la trabajadora Ana Manzano tiene que tomar un carro por puesto, tiene que caminar desde Terrazas del Aluminio, hasta la parada de Terrazas de Caroní. El desafío es la además de la distancia, la temperatura y el empinado camino.
“Ellos (los pisteros) llegan hasta Minifiincas, pero donde yo vivo, no están sus paradas. Yo tengo que subir; que es un poco cansado. Pero hay personas que viven más adentro (del sector) y no sé cómo hacen”, señala.
Explica que hay personas que evitan “la subida”, esperando que un transportista, a la suerte, pase por la vía y los recoja. Sin embargo, a causa de los constantes hurtos y asaltos del lugar, esperar no es una opción, en especial por la oscuridad al cerrar el día.
Falta alumbrado público
La avenida Guarapiche se extiende desde Unare I, hasta el final del sector de Minifincas, incluyendo urbanizaciones y conjuntos residenciales que descienden desde Altos del Caroní en adelante.
El trabajador Paul Donis confirma que la zona necesita más alumbrado público, a pesar de que las autoridades instalaron nuevas luminarias el año pasado. Destaca que en las noches la zona “es una boca de Lobo”.
Hasta el Food Park de Río negro, hay un poco de luz, recalca Manzano, pero en los alrededores de su residencia, “se vuelve más oscuro cuando pasas por la bajada de Terrazas del Aluminio”.
“La zona es oscura de noche; por eso es que pasan accidentes. También porque la calle es muy angosta. Es una sola vía, muy pequeña y hay carros y motos que pasan sin luz. La semana pasada hubo un accidente feo ahí”, lamenta.
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