Rechazan comercio informal frente a La Churuata
Desde hace más de tres años, vendedores informales se han establecido en la calle China del sector Alta Vista Sur, incomodando a los encargados de los negocios que dan vida al Centro Comercial La Churuata.
Las quejas se deben al descuido de las personas que atienden los kioscos que rodean al centro comercial. “Nos han traído un problema de salubridad”, denuncian uno de los comerciantes, debido a que arrojan desechos en lugares que no están destinados para la basura, atrayendo la presencia de zamuros.
“Nosotros pagamos camiones privados para recoger la basura en el centro comercial, y tenemos un lugar bajo llave para tener nuestros desechos”, explica acerca de la alternativa que los comerciantes informales han tomado ya que no cuentan con los mismos derechos. “Ellos tienen que ver dónde ponen la basura”, comenta.
Aseguran que el descontento ha sido manifestado al alcalde del municipio Caroní, Tito Oviedo; sin embargo, la respuesta recibida fue “dejar ese tema quieto”. Por esta razón, exigen que los operativos de reubicación de comerciantes informales que se han realizado en San Félix, también sean aplicados en este sector.
Rechazan informalidad
“¿Cuándo pagarán los servicios y el Seniat?”, se preguntan ante la diferencia que existe entre el comercio informal y el formal. Asimismo, presentan quejas por el “ataque” que el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) dirige hacia los comerciantes que sí cumplen con estatutos legales, mientras que “estos que venden más no pagan nada”. “Queremos que paguen impuestos y facturen”, exigen.
Por otra parte, los vendedores informales han tomado la atribución de hacer conexiones eléctricas improvisadas para mantener los equipos con los que trabajan. “¿Qué hace Corpoelec que no corta esas tomas ilegales?”, mencionan resaltando el riesgo de causar accidentes que esto representa.
De igual manera, manifiestan que durante la noche, los responsables de los kioscos dificultan el tránsito vehicular, debido a la venta de comida rápida que reúne gran cantidad de personas, mesas y sillas en tramos de la calle. “De día son bodegones y de noche venden perros calientes”.
La inconformidad va desde el descuido con el destino de los desechos sólidos, hasta la venta de comida perecedera que no está respaldada por registros sanitarios. “Ponen el pollo en unas bandejas, imaginen la temperatura”.
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