Precariedad en escuela de Las Amazonas es un riesgo para estudiantes y maestros

Padres y representantes de la Unidad Educativa Nacional Las Amazonas, ahora Domingo Antonio Sifontes en Puerto Ordaz, exigen a las autoridades gubernamentales atención a las graves condiciones que atraviesa la institución.

En imágenes a las que PRIMICIA tuvo acceso, se muestran las aulas sin electricidad, baños sin agua potable, ni filtros para la hidratación de los estudiantes.

Además de pupitres destruidos, vidrios rotos en las ventanas y cerca metálica derribada.

A pesar que los representantes se han organizado para colaborar desde cinco y 10 bolívares semanales con la intención de reunir el dinero para la recuperación de la institución, el esfuerzo ha sido cuesta arriba.

Anyelis Reyes, madre de dos estudiantes en la escuela de Las Amazonas, comenta a PRIMICIA que antes del asueto de Semana Santa habían logrado la compra del cableado eléctrico y  una brekera destinada a uno de los módulos.

Sin embargo, después de regresar de las vacaciones, notaron que los delincuentes ya se habían llevado los materiales.

Más daños

En cuanto al agua potable, Reyes lamenta que los niños deben llevar una jarrita, “y si se les terminó deben esperar que los despachen para llegar a su casa y tomar agua”.

Por otra parte los baños están deplorables sin algunas piezas de los inodoros, al igual que los lavamanos.

“Gran parte de la tubería se la llevaron y hay que prender una bomba para llenar un tanque subterráneo, de ahí los niños sacan el agua para echarla a los baños. Es un peligro”, advierte Reyes.

Dentro de la larga lista de problemas, la madre agrega que la institución contaba con un salón dedicado a los niños con condiciones especiales, pero quedó inoperativa en medio de escombros y  basura.

Alimentos

El Programa de Alimentación Escolar (PAE), también es criticado por productos no aptos para los niños.

“Les dan una pasta blanca con frijoles. Le dan los bollos dulces y  unas chichas sin leche. Hay niños que solo dependen de esta comida, como otros que no meten la cucharita porque no les gusta”, lamenta Reyes.

Calcula que el centro educativo  tiene alrededor de diez años sin atención, a juicio de Reyes la escuela no cuenta con las condiciones necesarias para recibir a los alumnos que van desde preescolar hasta sexto grado.

“El techo está que se cae, en cualquier momento cuando comiencen las lluvias, supongo que irán a suspender las clases por las filtraciones, las tejas están caídas y hay unas áreas que se les cayeron las placas”, expresa la mujer.

Aunque Reyes indica que la directiva en su momento les informó que habían hecho las peticiones por los arreglos, “nunca llegó nadie”.

Concluye que la escuela es centro de votación y como padres y representantes exigen al gobierno que atienda la recuperación de la infraestructura.

“Así como cambiaron el nombre y acuden en las elecciones, también debería ser tomada en cuenta para pintarla o entregar materiales”, reclama Reyes.

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