Pisteros consideran necesario ajustar tarifas del pasaje

Aunque reconocen que aumentar las tarifas del pasaje afectaría el bolsillo de los pasajeros, los conductores de pisteros aseguran que es necesario realizar pronto un ajuste de precios.

Manifiestan que con la disminución de estaciones de servicios subsidiadas en Caroní y la constante devaluación del bolívar, cada día es más complicado mantener activo su trabajo al volante.

Leonardo González, conductor, señala que “si nos permitieran echar (gasolina) sin restricciones fuera fenomenal, no nos importa pagar dolarizada”.

Resaltan que el principal problema es el pico y placa, pues deben esperar tiempos prolongados para contar con el derecho del suministro “y así es muy complicado”.

Pasaje depende del combustible

Desde las líneas de pisteros gran parte de los vehículos afiliados se mantienen sin trabajar por varios días pues están dañados, sin gasolina, o esperando para surtir en las bombas subsidiadas.

“A veces hacemos esperar a los pasajeros porque no tenemos carros con combustible (…) no solo sufrimos nosotros, sufre el pasajero también”, comenta González.

En las rutas de Alta Vista – Los Olivos y Alta Vista – Castillito actualmente el pasaje está en 10 bolívares, mientras que la de Alta Vista – Mini Finca está en 14.

“Si nos rigiéramos por el dólar, el pasaje debería estar en $ 0.5 pero tenemos que amoldarnos a la situación del pasajero”, mencionan.

Sin afluencia de usuarios

Jesús Mota, chofer, describe que aunque los montos que cobran “son accesibles” en comparación con el de otros transportistas, la afluencia de pasajeros ha disminuido porque no todos tienen para costearlos.

Resalta que sus ingresos no solo deben rendir para surtir combustible, sino también para el mantenimiento de los carros y de sus familias.

“Lo que hacemos aquí es para sobrevivir”, mencionan los transportistas.

Taxistas afectados

Los consultados afirman que el cambio de las estaciones de servicio a modalidad de venta a precio internacional, fue una decisión drástica que empeorará la situación con las colas en la ciudad.

Señalan que en muchas ocasiones dependen de comprar el combustible “en el mercado negro”, lo cual implica pagar precios elevados con tal de mantener activos sus vehículos.

“No podemos aumentarlas (las tarifas) porque no las van a pagar, ojalá pudiéramos”, manifiestan los taxistas.

Describen que las carreras cortas rondan entre tres y cinco dólares, las medianas están en ocho y las largas en 10.

Los conductores coinciden en que a pesar de la crítica situación no pueden dejar de trabajar “porque este es el sustento”.

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