No ven a la discapacidad auditiva como una barrera

Deycy Gómez es una mujer con discapacidad auditiva, quien por muchos años ha vivido en primera persona el rechazo que algunos pueden tener hacia quienes no se comunican a través de las palabras.

Mediante la lengua de señas, explica que “hay que tener paciencia” cuando las personas no logran comprenderla, lo cual expone la necesidad de no dejar solos a quienes padecen trastornos auditivos.

La última semana de septiembre es dedicada internacionalmente a los ciudadanos que viven con esta condición, con la finalidad de generar conciencia y facilitar que sean incluidos en la sociedad, a pesar de que tengan una manera de comunicación diferente a la verbal.

En Ciudad Guayana, el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis) ofrece talleres de formación, para que toda la comunidad domine este lenguaje.

“Para que todos sepamos y seamos iguales”, comenta Fernando Rosales, quien se describe como uno de los pocos intérpretes de señas venezolanas -certificados- que hay en el estado Bolívar.

Inclusión

Dentro de esta comunidad, es posible ver que, aunque no hablan con palabras, todos “se llevan bien”, comenta Yrali López, directora de la Misión José Gregorio Hernández, la cual al lado de Conapdis realizó esta semana algunas actividades recreativas para dicho grupo.

“La discapacidad antes era demoníaca, después se hizo un tema médico y ahora son derechos humanos”, añade López en defensa de aquellos que con una u otra condición han sido víctimas de la discriminación.

“Dicen que una persona ciega es un rollo, así sea profesional”, comenta.

En este caso, explica que su trabajo es garantizar los derechos de inserción laboral . “Aquí hay una ley y tienes que cumplirla con al menos 5 % personas con discapacidad en la nómina”.

“No las tienen (oportunidades) porque la sociedad está privilegiada para personas oyentes”, indica Jatniel Villarroel, un joven que se ha interesado por pertenecer, como intérprete, a grupos de apoyo para personas con discapacidad auditiva.

Actividades

Dentro de su planificación para esta semana conmemorativa, los miembros de Conapdis incluyeron actividades como “videoforos”, y obras de teatros, presentadas este viernes en la sede del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), ubicada en el sector Alta Vista.

También hicieron dinámicas recreativas especiales para personas que no pueden oír, las cuales fueron agradecidas por los asistentes.

“Dicen que soy más sordo que hablante porque siempre voy con ellos y nunca los dejo a un lado, soy parte de su comunidad”, afirma Rosales, al explicar que en muchos países la lengua de señas es considerada algo complicado, sin embargo, él la domina desde que tenía ocho años.

“En mi familia no hay sordos, mi hermana empezó haciendo un curso de señas y me llevaba… y yo me enamoré de las señas, tengo 20 años aprendiendo”, cuenta.

En este sentido, también comenta que gran parte de las personas que asisten a los talleres de capacitación de esta lengua, no lo hacen por tener a un familiar con discapacidad auditiva, sino “por curiosidad o aprender”. Y que, al contrario, “muchas familias con un miembro sordo no conocen la lengua de señas”.

“Me contenta que ayudan y ofrecen cursos para que las personas aprendan y se comuniquen con nosotros”, expresa Deycy Gómez, quien se beneficia del apoyo que le ha brindado Conapdis. En su caso, su familia conoce la lengua de señas.

De igual manera, manifiesta su alegría de tener amistades que viven de una manera similar a la suya.

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