Niños que crecen con maltrato son propensos a tener trastornos
Hasta 24 casos de maltrato y abusos sexuales de padres o familiares a niños se reportaron desde el domingo 1 de junio hasta el viernes 27 de junio.
La psicóloga Kimberlyn Ramos aclara a qué se deben dichas conductas y las consecuencias psicológicas que pueden conllevar para un niño que pase por dicha situación.
Sin embargo, asegura que encontrar una causa específica de las conductas agresivas es muy difícil. Hay que evaluar el entorno, la situación en la que vive y todo lo que lo rodea para sacar conclusiones por las cuales puede tomar esas actitudes de maltrato o abuso.
“Dejando de lado los posibles diagnósticos psiquiátricos de un paciente, hay muchas causas que pueden estar ocasionando esas conductas, inicialmente vamos a hablar de la carga laboral, las exigencias de los roles que desempeñan en sus trabajos, el clima laboral en el que se desenvuelva, entro otros”, de acuerdo con la especialista.
Explica que no hay que dejar de lado la carga emocional que genera querer ser funcionales en todas las áreas, las cuales, de acuerdo con Ramos, exponen a las personas a expectativas irreales que lo llevan a la frustración y decepción. Ya en ese caso, si no se tiene un buen manejo de la situación, puede que las emociones tomen el control de la persona y lo haga “explotar”.
Consecuencias del maltrato
Ramos explica que las consecuencias que ese tipo de acciones no son las mismas en las personas.
Comenta que en los niños que crecen en esos ambientes agresivos, ya sean verbales o físicos, son propensos a tener trastornos mentales, como ansiedad, depresión, trastorno oposicionista desafiante, trastornos de personalidad y, en caso extremos, trastorno de estrés postraumático.
“Es imposible obviar la influencia tan negativa que tiene esta metodología de crianza en la autoestima del niño, sabiendo que la autoestima es prácticamente la base que le permite a la persona llevar a cabo su vida, se genera desconfianza de sí mismo, dificultad para expresar sus emociones, o posible invalidación de las mismas”, argumenta vía WhatsApp.
Expone que es muy probable que tenga problemas para interactuar con otras personas y tener relaciones interpersonales que sean adecuadas. Eso afecta el desempeño académico, ya que cuando los niños son maltratados, tienen poco interés en estudiar y cumplir responsabilidades.
Además, asegura que no son todas las consecuencias que puede sufrir un niño, ya que es un tema que tiene muchas aristas.
Medicamentos: paños de agua tibia
La medicación con psicotrópicos son solo “pañitos de agua tibia”, de acuerdo con Ramos. Por mucho de que se venda la idea de que la medicina puede ser un mecanismo para que el niño afronte las dificultades ocasionadas, solo atacas la consecuencia que sufrió por un maltrato o abuso.
“Si es un niño deprimido, estás dándole medicina para que sus niveles de dopamina, serotonina y noradrenalina se regulen, eso lo hace tener energía, comer como debería y dormir. Sin embargo, estás ignorando que en realidad lo que ese niño necesita es terapia, es entender que lo que ha vivido no es su culpa y necesita ayuda para aprender a lidiar con la situación que tiene en casa”, aporta.
La terapia psicológica se enfoca en las necesidades del paciente y ataca directamente la causa de los trastornos mentales.
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