Ciudad

La municipalidad se olvidó de sus vecinos de La Esperanza

La vía es el acceso a varias comunidades como La Esperanza I, II y III, La Grúa sector I y II de San Félix.
martes, 06 septiembre 2022
Verónica Millán | Más de 3 mil habitantes deben pasar por esta vía

El final de la calle Ramírez -en el centro de San Félix- quedó en el olvido para las autoridades gubernamentales. Para muestra, los huecos y los botes de aguas servidas sin atender por más de cinco años.

La misma vía es el acceso al sector La Esperanza I, II y III, un urbanismo que cuenta con alrededor de 3 mil vecinos. No son los únicos perjudicados, los residentes de La Grúa I y II deben esquivar cloacas, basura y mucho más. Estas comunidades se ubican a pocas cuadras del palacio municipal.

El colapso en las alcantarillas no solo se observa en la entrada del barrio; dos calles más abajo -señaló Nivia Hernández- persiste otro bote de aguas blancas desde hace cuatro meses y ha empezado a socavar el terreno.

“Tiene un criadero de sapitos y mosquitos, la gente no se puede sentar afuera”, expresó.

A pesar que han informado a Hidrobolívar y enviado la solicitud de reclamo por la App Ven911, todavía esperan por respuestas.

Mercedes Hamilton, representante de la comunidad, detalló que debido a la insalubridad han padecido de enfermedades como dengue, hepatitis y paludismo, aunque en la  pandemia por el covid-19 no registraron tantos casos de contagio, tras el apoyo de Sanidad por jornadas de vacunación y Protección Civil con fumigación.

En las pasadas elecciones para la gobernación, sí recibieron un camión vactor para destapar la tubería, pero el problema reapareció, al presumir que la tubería de ocho pulgadas no da abasto para toda la zona.

Ayuda entre la comunidad

Dicen que no todo es malo en La Esperanza, a un mes de comenzar las clases del año escolar 2022-2023, los vecinos se han organizado para colaborar con la Escuela José Félix Ribas, plantel educativo donde asisten sus hijos.

Entre las propuestas manejan la recaudación de fondos a través de bingos para recuperar las instalaciones deterioradas como pintura,  grifos, entre otros.

Asfixiados por los malos olores

Comerciantes dentro del mercado de La Esperanza, también resultan perjudicados por la podredumbre que emana de la alcantarilla desbordada. De  380 puestos activos alrededor de 60 siguen operativos al abandonar el lugar en busca de un mejor punto para vender ropa o emprender otro rumbo fuera del país.

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