La Laja y El Edén no bajan la guardia, porque “el río es traicionero”
En alerta permanecen las familias de La Laja y El Edén, ante la crecida del Orinoco; aunque -contrario a otros años- no han ocurrido afectaciones, no pueden cantar victoria, “el río es traicionero”
Durante el recorrido realizado por el equipo de PRIMICIA, por estas zonas de San Félix consideradas como vulnerables, los vecinos destacaron que duermen con “un ojo abierto y otro cerrado”.
“Tenemos la esperanza que el río se mantenga”, dijo la familia Márquez desde el callejón Eulalia Buroz de La Laja.
Cada familia en el sector tiene un punto en específico para identificar si el río subió de nivel. Por ejemplo, en la casa de Arelis Márquez -al estar ubicada en una zona alta- a diario se fijan en las escaleras que dan hacia el patio y este martes, el agua alcanzaba el primer escalón, una cota baja en comparación con el año pasado.
“Lo máximo que ha llegado es al quinto escalón”, expresó Arelis, tras recordar que en 2018, fecha de la crecida histórica, el caudal superó la escalera y anegó parte de su casa.
Hay otras zonas donde el riesgo es mayor, como en la calle El Escudo. Tres viviendas sufren año a tras año inundaciones.
Este 19 de julio el río se mantuvo a escasos metros de las casas. La vecina Carmen García aseguró que acuden al Centro de Educación Inicial La Laja como refugio en medio de la contingencia, pero no pueden descuidar sus bienes por completo debido a los robos.
El doble riesgo de estas tres casas se debe a la crecida del río por un lado y la laguna del centro que avanza hacia este terreno.
Las familias García y Márquez confirmaron que los equipos de Protección Civil han visitado la zona para monitorear el nivel del río.
El Edén entre agua y basura
Del otro lado de la carretera, la laguna es una amenaza para 11 viviendas en El Edén; en esta comunidad los habitantes se mantienen a la expectativa en esta temporada de lluvias. La maleza y los desechos sólidos acumulados no ayudan.
Elieser Pacheco contó a PRIMICIA que una de las opciones para no perder sus muebles y electrodomésticos es amarrarlos al techo. No descartó que este 2022, la laguna no siga subiendo “la naturaleza decide”.
Incomunicados
La carretera principal en la entrada de La Laja colapsa por la crecida del río y deben optar por abrir una trocha hasta Palúa para poder salir del sector; en días de lluvia el paso se complica por el barro.
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