Instalaciones del CEI Tumeremo anegadas y sin respuestas 

Las instalaciones del Centro de Educación Inicial Tumeremo en Puerto Ordaz están rodeadas de pantanos y hasta la fecha siguen a la espera de una solución.

Un total de tres lagunas se pueden contabilizar, entre el patio, cancha deportiva y el pequeño parque, todas llenas de maleza, los mismos espacios que en 2006 disfrutaban sin problema, año de la reestructuración del CEI en el que están inscritos 175 alumnos.

Sin las respuestas a tiempo por las autoridades correspondientes, el agua alcanzó uno de los salones desde septiembre del año pasado. Aunque con ayuda de los padres y representantes han hecho labores de limpieza de drenajes y se han dedicado a descubrir si hay tuberías rotas, desconocen la raíz del desbordamiento.  

Deisy Blanco, es maestra de primer nivel sección B, cuenta que junto a sus 30 alumnos, han sufrido de enfermedades respiratorias desde que se les inundó el salón. 

En un principio luchaban con las filtraciones del techo. Tras la donación de las Bricomiles, instalaron las pocas láminas de acerolit sobre el techado que ya tenían y “ahora es un manantial que sale por la orilla de la pared; secamos el agua, pero aparece otra vez y está afectando a las demás compañeras de trabajo por la humedad”, dice Blanco. 

Con niños de tres años en el salón, Blanco describe la situación como grave, y en medio de las dificultades están obligados a compartir en otra aula.

Hidrobolívar en el mes de diciembre estaba evaluando la red de tuberías y hasta el momento se desconoce qué es lo que ocurre.

Cansados de sacar agua 

“Mi hijo no salía de una gripe”, dijo Andrimar Bellorín, una de las madres preocupadas por las anegaciones en el preescolar. 

Calcula Bellorín que los gastos médicos rondan entre los 75 dólares, entre la consulta y medicamentos, “no le voy a echar la culpa de todo al salón, pero dejó de venir una semana y cuando regresó, volvió con la tos alérgica”. 

Durvis Manjarres se unió al grupo de madres que declaró a PRIMICIA este martes y confiesa que la maestra y su hija también se han enfermado. “No son ni tres ni cuatro niños, son la mayoría”, asevera.

En un recorrido por el equipo PRIMICIA constató que las paredes también están fracturadas, un indicio, según los trabajadores, que el terreno está debilitado. 

Sin agua dentro del preescolar 

El suministro de agua potable es casi nulo dentro del CEI Tumeremo. Por ejemplo, para limpiar los baños y mantener limpieza en el área deben cargar tobos frente al centro educativo. Por esta razón, descartan que sea un problema interno. 

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