Habitantes de Pozo Verde lamentan pérdidas tras inundación
Con olor a humedad en sus casas y sin gran parte de sus bienes materiales, los habitantes de la parroquia Pozo Verde tratan de sobrellevar las consecuencias de la crecida del río Ure que afectó a más de 300 familias luego de las fuertes precipitaciones del pasado jueves.
En El Silvestre, Jean Rojas permitió que el equipo de PRIMICIA entrara a su vivienda ya que el nivel del agua descendió. Sin embargo, en el lugar solo quedaron objetos dañados, por lo que actualmente no reside en ella.
“Se perdió toda la casa”, lamenta comentando que, por primera vez, el agua alcanzó a subir “más arriba de la puerta”. Asimismo, sobre el infortunio, menciona que la corriente dañó sus documentos, comida, electrodomésticos, su ropa, mojó sus colchones y “se llevó el tanque de agua y la bombona”.
Cercana a su vivienda, está la de Antonio Fermín y su pareja, personas de tercera edad que también padecen lo que dejó la inundación y, aunque están alojados en otro lugar, Rojas señala los colchones y muebles deteriorados que quedaron a simple vista.
En este sentido, menciona que algunos vecinos afectados debieron acudir temporalmente a otros lugares mientras disminuía el nivel del agua en Pozo Verde, algunos ya han regresado y otros aún no.
Experiencia repetida
Habitantes de algunas comunidades de Pozo Verde indican que “cada vez que llueve”, se anegan sus hogares.
En el sector Los Carrizales, Meuris Bello cuenta que durante el transcurso de este año, su casa se ha anegado siete veces. “Ya no me queda nada de tanto que se ha metido (el agua)”, menciona argumentando que sin más opciones, es el único lugar que tiene para vivir, por lo que no se ha mudado a otro sitio.
Por esta razón, habitar en esta zona se ha convertido en causante de zozobra para sus habitantes, quienes indican que el nivel del agua sube rápidamente. “En un momento está así, y en otro ya está arriba”, indica Bello.
De igual manera, habitantes de 14 de Mayo, comentan que a “a las 12 de la noche sacamos los corotos”, explicando que “a pesar de todo, nos dio tiempo de salvar varias cosas” y actualmente -luego de limpiar- habitan de nuevo su hogar.
Por su parte, Meuris Bello menciona que a inicios de este año la Gobernación del estado Bolívar le ofreció materiales para “hacer una casa”, sin embargo, no ha recibido nada.
En esta oportunidad, señala que le fue entregado -de manos de funcionarios de Protección Civil- “un colchón, una bolsa de comida y dos jabones”, al igual que otros habitantes afectados en la parroquia Pozo Verde.
Asimismo, durante el recorrido por las comunidades de Pozo Verde, el equipo de PRIMICIA presenció el tránsito de unidades de Protección Civil con colchones destinados para las familias afectadas por la inundación.
Diversos sectores
Sobre una situación que no había vivido anteriormente, Rafael Espinoza, habitante de la comunidad Cerro Azul en la vía a El Pao, cuenta que su vivienda sufrió daños por las lluvias, debido a la subida del agua de una quebrada que le rodea. “Perdí mi cocina eléctrica, ollas, bombonas, ropa y zapatos”, explica sobre la situación que también afectó a las comunidades de Villa Belén, El Dique y La Tigrera.
En la zona
El gobernador del estado Bolívar, Ángel Marcano, junto al alcalde de Caroní, Tito Oviedo, realizaron una visita a la comunidad 24 de Julio este sábado para atender a las familias afectadas con atención médica, entrega de insumos como colchones, ropa, agua potable, según lo publicado en su cuenta oficial de redes sociales.
Desde la gobernación apuntaron que la crecida del afluente afectó a más de 400 familias, para un total de 1.800 personas.
El mandatario regional calificó de “histórica” la crecida del río Ure, en más de 40 años, luego de tres días seguidos de lluvias.
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