Guayaneses siguen la tradición del pesebre en sus hogares

La elaboración del pesebre es una de las tradiciones más importantes en estas fechas decembrinas y en Ciudad Guayana las historias que rodean la construcción del nacimiento con Jesús, María y José están llenas de unión familiar y valores cristianos.

Un ejemplo de ello es Isis Del Monte de Yegres, habitante de Villa Asia en Puerto Ordaz, quien cada año coloca el pesebre con la intención de inculcar a su familia y vecinos esta costumbre.

Cuenta que este 2023, la puesta del nacimiento es mayor que años anteriores con algunas ovejas y arbolitos dentro de un presupuesto no mayor a 200 bolívares.

Del Monte confiesa que la inspiración nace por su nieto de un año, a quien espera que aprenda esta enseñanza como ocurrió con sus tres hijos.

Asegura que la clave es que todos los miembros de la familia participen en la realización del nacimiento. A pesar que uno de sus hijos está fuera del país junto a sus dos nietos, considera que es bendecida por quienes la rodean.

Primer regalo

Susana Alcalá compartió la historia que hay detrás de los dos pesebres que arma cada diciembre desde hace 27 años.

Uno de los nacimientos describe que fue el primer regalo que le dio a su esposo proveniente de Mérida debido a su cercanía con la tradición navideña.

“Era primera vez que armaba un nacimiento, compré todas las piezas, el papel de bolsa y en una esquina del apartamento lo acomodé”, tras la llegada de su esposo y observar el trabajó de Alcalá lo describió como el mejor regalo que había recibido.

Por dos años fuera de Venezuela, Alcalá señala que no perdió la tradición, al conseguir en Canadá las figuras de Jesús, María y José.

“El año pasado saliendo del covid-19, esperé dos semanas después que me dieron de alta y para instalar el nacimiento. Seguimos con la tradición no importa que”.

El segundo pesebre tiene un valor sentimental, al ser un regalo de los padres de su esposo y contar con las mismas figuras que su compañero de vida jugaba en la infancia. Calcula alrededor de 61 años de antigüedad.

“Para mi el nacimiento significa un renacer, renovar los votos, agradecer a Dios por la vida, por la salud. Cada vez que monto el pesebre doy gracias”, expresa Alcalá.

Comunidades

Los pesebres en las comunidades tampoco se han perdido, en la calle Palermo de Los Olivos, los propios residentes con material reciclable formaron el nacimiento, al parecer, una idea de la mano de la Iglesia Nuestra Señora de Coromoto.

En Venezuela el pesebre considerado como uno de los más grandes del país está ubicado en la calle El Rincón de Santa Ana del Norte en la isla de Margarita.

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