Guayana con pocos semáforos operativos

Los semáforos, herramientas cuyo buen funcionamiento es crítico para la seguridad de todos los conductores, no siempre reciben el mantenimiento correspondiente. Desde hace muchos años, es normal que en muchas intersecciones de la ciudad, sea el criterio propio de los conductores, el que decida cuál es el mejor momento para cruzar.

El resultado de esta realidad es que las colas, los embotellamientos y los accidentes ya no son tan frecuentes. Por supuesto, al no estar todos los semáforos en funcionamiento, sigue latente el riesgo de que vuelvan a ocurrir, pero el caos y la anarquía que antes reinaba en las calles ha disminuido considerablemente.

La imprudencia de muchos conductores afloró en su totalidad cuando en la ciudad estos reguladores del tránsito se volvieron tan escasos como los productos básicos.
Quienes antes “se comían” las luces rojas empezaron a conducir todavía más desenfrenadamente, siendo el ciudadano prudente, en muchas ocasiones, el que pagó estas faltas.

Aunque se puede atribuir a las consecuencias de las protestas del 2014 y 2017, el daño a muchos de estos semáforos, la gobernación y la alcaldía siempre contaron con los recursos para hacer frente a este problema. Muchos conductores aseguran que el no haber tomado cartas en el asunto es, en el mejor de los casos, negligencia. Pero el historial en el manejo de las arcas hace pensar otra cosa.

En buen estado
Entre los semáforos que se encuentran en buen estado en Puerto Ordaz pueden mencionarse el de la Av. Guayana a la altura del aeropuerto, el de la Av. Las Américas a la altura de Traki, los de la Calle Caura y los de la Calle Cuchivero, rodeando estas calles a los Centros Comerciales Ciudad Altavista.

En San Félix, funcionan el de la intersección de la Av. Centurión con la Av. Antonio de Berrío, el de la Av. Guayana a la altura de la bomba Santa Inés y la de la misma avenida a la altura de la clínica Humana.

Muchos de estos semáforos son de los llamados “semáforos inteligentes”, cuya instalación fue promovida en muchas ciudades del estado por el exgobernador Rangel Gómez, en el año 2009.

Estos semáforos, que cuentan con varias luces led (en vez de un solo bombillo) y con un contador de tiempo, solían presentar muchas fallas desde su colocación.
En la actualidad son de los que más se ven en muchas partes de la ciudad y a pesar de que se han reparado, no es raro que tengan varios bombillos defectuosos. Además, los contadores, que en su momento fueron muy convenientes para los conductores, están en gran mayoría dañados.

Continúa la imprudencia
Lamentablemente, de aquellos días de desorden muchos todavía conservan sus malos hábitos a la hora de conducir. Los semáforos funcionan, pero los que se acostumbraron a manejar sin ellos viven haciendo caso omiso de las normas de vialidad.

Por último, la ciudad también carece de señalizaciones, lo que confunde todavía más a las personas a la hora de buscar una ubicación específica.

Los semáforos no lo son todo

A pesar de que la ciudad cuenta con más semáforos, obstáculos como los huecos, los árboles caídos y la basura ponen en riesgo la seguridad de los conductores.

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