Entre aguas servidas y basura viven en la UD-338

El desborde de aguas servidas en Villa Caruachi, en la UD-338, aún no recibe atención de las autoridades bolivarenses y sus habitantes permanecen afectados.

En la comunidad recuerdan que tienen más de diez años enfrentando esta deficiencia que incluso empeora cuando llueve, pues las calles se anegan.

“La mayoría de estas casas tienen es séptico. Hicieron tuberías de aguas negras, pero más nunca hicieron una planta de tratamiento, que estaba en proyecto y nunca se dio”, comentan los afectados.

Los habitantes de la comunidad recuerdan que, al vivir rodeados de aguas negras, también están expuestos a enfermedades.

Omar González, vecino, señala que en una de las calles de la UD-338 hay una boca de visita que no tiene tapa y ha significado un riesgo para quienes transitan por la vía, pues algunas personas han caído en ella. Con una rama han intentado hacerla visible.

Otros servicios

Además del desborde de aguas negras, en la UD-338 también lidian con la falta de servicio de aseo urbano y, desde la entrada al sector, son evidentes los vertederos de basura improvisados.

Aunque algunos arrojan sus desperdicios en otras zonas, parte de los vecinos optan por quemarlos y la comunidad es afectada por el humo. “Esto es terrible”, lamentan.

González añade que, aunque no es tan frecuente, el servicio de energía eléctrica en ocasiones ha fallado y demora varias horas en restablecerse.

En la UD-338 también son varias las calles que esperan por atención por el deterioro o ausencia del asfalto, de acuerdo con lo comentado.

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