En Bolívar celebran canonización de JGH y Carmen Rendiles
Venezuela se llena de fe y esperanza este 19 de octubre cuando realicen la canonización de los beatos José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, en la Plaza de la Basílica de San Pedro en El Vaticano, durante la Jornada Mundial de las Misiones.
Después de la ceremonia ambos venezolanos, serán oficialmente santos. Este proceso solemne de la Iglesia Católica tiene la atención de todo el país por la gran cantidad de devotos y debido a lo que representan para la comunidad cristiana.
Ciudad Guayana también se une a dicho reconocimiento con actividades y eventos que honran el legado del “Médico de los pobres” y la madre Carmen.
El sacerdote José Gregorio Salazar, párroco de la Iglesia Nuestra Señora Coromoto, en Los Olivos (Puerto Ordaz), califica el evento como “único, inédito, maravilloso e importante” porque se trata de una canonización doble.
“Esperábamos por mucho tiempo que se diera el decreto de canonización para que fuese santo José Gregorio Hernández. Además, se sumó que gracias a Dios también el proceso estaba bastante adelantado de la hermana Carmen Rendiles”, comenta.
Expresa que “es un gran acontecimiento para la iglesia y por supuesto para todo el país completo, católicos y no católicos, porque en este caso es un acto de fe”.
Para celebrar a los primeros santos venezolanos, destaca que efectuarán el 18 de octubre una vigilia y luego una misa en la mañana del 19 en la parroquia San Buenaventura, El Roble (San Félix).
La Diócesis de Ciudad Guayana también celebrará una misa única a las 8:30 a.m., el 26 de octubre, en esta misma iglesia, como parte de la celebración central.
Proceso antes de la canonización
Según la página oficial de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), el proceso antes de la canonización de la madre Carmen Rendiles comenzó el 9 de marzo de 1995. Este día empezaron los trámites para la beatificación. El 5 de julio de 2013 la declaran con el título de venerable. Para el 16 de junio de 2018 le hacen la ceremonia de beatificación en Caracas tras la aprobación de un milagro concedido a una médica venezolana años antes.
El 31 de marzo de 2025 se anuncia que el papa Francisco firmó el decreto, en el cual aprobó el milagro atribuido a su intercesión para la santificación.
Mientras que, el proceso para el doctor José Gregorio Hernández inició en 1949, de acuerdo con la CEV. Años después, la Iglesia Católica lo declara “Siervo de Dios” y luego venerable.
El 30 de abril de 2021 se confirma su beatificación por el reconocimiento a un milagro a la niña Yaxury Solórzano Ortega. La santa sede anunció la aprobación para la canonización el 4 de febrero de 2025.
Reconocimiento a los valores cristianos
El padre Antonio Valladares, párroco de la Catedral Metropolitana Santo Tomás Apóstol -conocida como Catedral de Ciudad Bolívar- recalca que la declaración como santos constituye un reconocimiento a los valores cristianos.
Explica que el proceso de canonización es largo y requiere de investigación por años. Asegura que una vez que la persona muere, a los meses o años, se hace una petición para el certificación de la santidad.
El párroco puntualiza que la santa sede debe admitir la solicitud, recibe los documentos y testimonios. Lo siguiente, dice, es analizar o revisar los requerimientos.
“Reunidos los requisitos, se pasa a la primera instancia que es, si se encuentra fundamentos, declarar siervo de Dios a la persona (…) Se sigue haciendo un análisis para comprobar si en vida tuvieron las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad o las vivieron ante el pueblo con heroicidad. Al comprobarse pasan a venerables”, acota.
Añade que se espera el cumplimiento de un milagro para proceder a la beatificación y aguardan por otro milagro para finalmente ser aprobada la canonización.
“Son esos cuatro puntos fundamentales. Siervo de Dios, venerable, beato y santo (…) Ambos tienen ese reconocimiento de virtudes y dones que Dios les dio en vida”, subraya.
En Ciudad Bolívar también realizarán una vigilia el sábado 18 de octubre a partir de las 9:00 p.m., en la Plaza Bolívar. Luego estarán atentos a la canonización que se hará en Roma.
Amplia trayectoria
En una Carta Pastoral que compartió la CEV, señalan que José Gregorio Hernández nació en Isnotú, estado Trujillo. Se trasladó a Caracas para terminar el bachillerato y estudió medicina. Aplicó sus conocimientos y preparación a favor de servir a los enfermos. Falleció el 29 de junio de 1919.
La misma Carta Pastoral, reseña que Carmen Rendiles nació en Caracas en 1903. A los 24 años ingresó a las Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento. Se dedicó a la educación y a evangelizar. Fundó en Venezuela las “Siervas de Jesús”. Murió el 9 de mayo de 1977.
El padre José Gregorio Salazar señala que ambas figuras, en vida, se dedicaron a realizar una labor admirable al ayudar, cuidar, acompañar y velar por “los más necesitados”.
“Cumplieron el mandato de Jesucristo de asistir a los pobres y excluidos. Toda su vida estuvieron al servicio del pueblo”, añade.
Devoción en Ciudad Guayana
Yuli Villarroel, devota, opina que este es un acontecimiento “esperado” para toda Venezuela.
“La devoción por Gregorio Hernández está muy arraigada. Nuestros ancestros se encomendaban al doctor. La devoción viene de años y se transmite de generación en generación”, enfatiza.
Dice que promueve la fe en distintas comunidades en Guayana, entre ellas Las Parcelas de El Roble, La Laja y Palúa, Además, realizan actividades en honor al ahora santo e invita a los ciudadanos a unirse.
“Comenzamos desde el 2 de octubre hasta el 10, haciendo la invitación a las comunidades. Del 16 al 25 se realizará la novena a José Gregorio Hernández (…) Hago un llamado a no tener la fe escondida, sino sacarla. Es una alegría este evento”, recalca.
Otra devota, Carmen Escobar, coincide en que la ceremonia es importante y adicionalmente añade que ambos la hacen sentir “orgullosa” de ser venezolana.
Cuenta que es creyente del “Médico de los pobres” porque “curó a mis dos hijos. Mi hijo mayor se enfermó a los seis meses de haber nacido, los doctores dijeron que ya no podían hacer más nada por él. Pedí y me escuchó. Hoy tiene 48 años”.
Revela que ella tuvo un aneurisma cerebral y “gracias a mis hermanos y a José Gregorio Hernández estoy con vida”.
Signo de esperanza
El sacerdote Frank Márquez, párroco del Santuario de la Inmaculada Concepción, los califica como “signos de esperanza, amor a Dios y amor al prójimo”.
“Ambos nos invitan a estar en la comunión con Dios, a caminar juntos a pesar de las dificultades que podamos experimentar, a ayudarnos, a servirnos unos a otros y tenerse por encima de cualquier diferencia ideológica. En Dios todos somos hermanos y todos estamos llamados a la santidad”, concluye.
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