El primero de enero no se cocina, se come recalentado

Las festividades navideñas se centran en el compartir con la familia, la unión y diversión de disfrutar momentos juntos, pero también se trata de buenos platos de comida. 

El menú navideño es tan amplio y variado que siempre queda para comer al día siguiente. El pan de jamón se convirtió en el clásico desayuno o unas arepas rellenas de pernil. 

En el 2015 fue decretado el 25 de diciembre como el Día Internacional del Recalentado, pero esta celebración también se extiende hasta el 1 de enero. 

Recalentar la comida el primer día del año no solo se trata de comer, sino de compartir con los familiares todas las anécdotas del día anterior. 

Es un día relajado, para quedarse en pijamas, disfrutar de la compañía y despreocuparse de la cocina. 

En ocasiones, se une el desayuno con el almuerzo sin ningún inconveniente. Todos despiertan más tarde de la hora habitual para poder descansar de la fiesta del día anterior que duró hasta la madrugada.

Hay quienes aseguran que la comida recalentada del menú navideño, siempre sabe mucho mejor que la primera vez. 

Pero lo importante de este día, es que aparte de la resaca, la flojera, el cansancio y las pijamas hasta la tarde, casi noche, es el segundo día de la cercanía familiar y del mejor descanso al lado de los seres queridos. 

Algunas familias también optan por realizar ollas de sopas para compartir todos. Una opción sencilla, rápida y “rendidora”. 

El día de recalentado siempre estará acompañado de buena compañía y anécdotas para compartir. 

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