“El aislamiento es difícil, pero es necesario para ayudar a las personas y a nosotros mismos”
La epidemia que azota al mundo en estos momentos va causando daños colaterales a su paso, no solo a nivel de salud. Al deber cumplir con un aislamiento social y cuarentena total, las rutinas diarias de cada ciudadano han quedado a un lado, afectando su estabilidad emocional y social, en el ámbito laboral, personal y en la educación. A pesar de ello, han encontrado la forma de realizar nuevas rutinas mientras se mantienen en casa, con las que aún intentan adaptarse.
Las fallas con la conexión a Internet y la deficiencia de los servicios de comunicación han significado un atraso para los trabajadores que aún deben cumplir con sus labores desde casa. Además las deficiencias de los servicios básicos como agua y luz obligan a los ciudadanos a encontrar nuevas alternativas. Debido a esto, la ansiedad y la incertidumbre se han adueñado de gran parte de la población.
Sin horarios de trabajo fijos
Alejandro Gutiérrez explicó que “se pierde la continuidad de la comunicación y se desfasan los horarios de trabajo de cada miembro del equipo porque estando en casa y en estas circunstancias, no todos pueden sentarse a trabajar a la misa hora, porque tienen que resolver problemas ajenos al trabajo”.
Los horarios de trabajo se invierten y la persona disminuye su eficiencia laboral, ya que no logra concentrarse por completo en la actividad que debe realizar.
“Aun teniendo herramientas para trabajo colaborativo online, la velocidad de la conexión a Internet es lenta y dificulta el aprovechamiento de dichas herramientas”, señaló Gutiérrez. “Se vuelve más difícil seguir un mismo ritmo de trabajo por falta de motivación y/o rutina”, añadió.
Por su parte, Gabriela Pereira aseguró que “la cuarentena es un atraso significativo para su trabajo”, lo que le genera gran nivel de ansiedad y preocupación.
Aunado a ello, Pereira mencionó que con “el país paralizado, la economía irá empeorando progresivamente” debido a la situación que atravesaba Venezuela antes de la llegada del virus.
Retraso académico
María Laura Mendoza estaba por iniciar su último semestre de Relaciones Industriales a mediados de marzo. Desde que se declaró la cuarentena, su universidad postergó de manera indefinida el inicio de clases. “Mis estudios los congelo completamente. No saber cuándo podré iniciar las clases me tiene un poquito preocupada, es mi último semestre”.
Asimismo, Juan Urbina aseveró que ha sido un trayecto difícil de transitar. “Considero que ha afectado mi vida académica de manera negativa, ya que no tengo el hábito de trabajar o estudiar en el mismo ambiente en el que se encuentra mi hogar por cuestión de concentración y objetividad”.
“Con esto, todo se pospone, los planes se cambian y hay que comenzar todo de nuevo”, alegó Lisette Pinto, quien también iniciaría su semestre de enfermería en Ciudad Bolívar.
Alejandro Gutiérrez recibiría su título de ingeniero a mediados de mes de abril, pero su acto también fue cancelado. “Estamos a la deriva, esperando algo que no sabemos cuándo pueda pasar”.
Estado de ánimo
“Me estoy volviendo loco, no estoy acostumbrado a estar en la casa, a parte tampoco tengo todas las comodidades en mi casa, no tengo ni agua”, relató Manuel Navarro, quien desempeña labores en Orinokia.
“Trabajando tengo la oportunidad de hacer cosas que me ayudan a producir más, encerrado acá, no”, dijo.
Por su parte, Scarlet Sánchez, narró con preocupación que “no soy una persona sedentaria. Estar tanto tiempo en la casa me ha generado fiebre emocional, el tiempo pasa muy lento y es horrible”.
Gabriela Pereira, es oriunda de Puerto Ordaz, pero por responsabilidad de trabajo reside en Caracas. “Me ha afectado el estado de ánimo, estoy sola, a 8 horas de mi hogar y sin posibilidad de llegar, el encierro me ha afectado”.
“Ha afectado mis horas de sueño, no tener tanta actividad física me hace tener mucha energía acumulada y no logro conciliar el sueño sino hasta la horas de la madrugada”, explicó Mendoza.
Sin embargo mencionó que ha logrado obtener cosas positivas, como tener tiempo para ella y su familia, “tenía tiempo sin enfocarme en eso”. “Mantengo la calma, esto es más grande que terminar la carrera, es un problema que nos involucra a todos”.
“El aislamiento es difícil, es complicado pero es lo necesario para ayudar al resto de las personas y a nosotros mismos”, acotó Pereira.
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