Autismo en adultos: Pistas para el diagnóstico
Para tratar de concienciar a la población acerca de la neurodiversidad, promoviendo el respeto, el acompañamiento y la no discriminación, cada 18 de junio se conmemora el Día Mundial del Orgullo Autista.
En este día, es importante considerar que existen adultos autistas que aún no han recibido un diagnóstico, lo cual puede hacerles sentir distintos sin entender qué les pasa.
De acuerdo con el psicólogo Agustín Planchart, conocer el origen de algunos conflictos o malentendidos permite que la persona se sienta más tranquila, ya que también hay mucha culpabilidad al respecto.
“Creer que la persona es así porque quiere y no es así, es porque es algo que no puede manejar. Su manera de funcionar psicológicamente es distinta a la de la mayoría”, comenta.
Añade que el diagnóstico constituye un punto de partida para que la persona pueda dar sentido a situaciones experimentadas y seleccionar contextos en los es posible estar más libre y funcional.
Señales del autismo
El especialista resalta que para el diagnóstico primero se toma en cuenta la anamnesis, es decir, el registro del historial personal. Si lo acompañan en consulta, puede considerarse el diálogo con familiares para conocer la manera en cómo interactúa con los demás.
“El diagnóstico de autismo se refiere a una persona que desde la infancia tiene dificultades para interpretar el lenguaje, lo interpreta de manera literal, no entiende los dobles sentidos, tiene una interpretación del alrededor muy particular”, manifiesta.
Al interpretar el ambiente de forma propia, la persona tiene menos facilidad de comunicarse con los demás, lo cual recrea consecuencias como frustraciones, dificultad para expresar sus necesidades claramente o responder a las solicitudes sociales y compartir.
Planchart añade que otra de las características es que la persona presenta conductas para autorregularse, como manierismos o conductas estereotipadas.
“Se pregunta por su historial personal, cómo se convive, si interpreta el contexto social, si es acorde su interpretación con los demás, por eso es muy importante el acompañante”, añade.
También se considera el grado de autonomía, ya que en el espectro autista -dependiendo si es leve, moderado o severo- hay un determinado nivel de dependencia.
Diagnóstico
Vale destacar que una persona que tiene dificultades de socialización no necesariamente es autista, porque hay otros cuadros clínicos que manifiestan estas mismas señales y no son autismo.
El psicólogo señala que también hay muchos falsos positivos, por lo que en algunos casos, las personas creen que son autistas sin serlo realmente. Insiste en que cada autismo es observacional, y un comportamiento puede interpretarse de distintas maneras.
“Nada más el profesional, el ojo clínico, puede identificar que la causa de su comportamiento es autismo. Muchas personas se auto diagnostican o piensan que nada más con una sola consulta pueden diagnosticarse, y no es así”, sostiene.
Principalmente, el diagnóstico del autismo lo hace un especialista en psicología, pero también va de la mano con un neurólogo e incluso un psicopedagogo, para descartar tipos de trastornos.
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