Advierten consecuencias de exponer a niños en redes sociales

Aunque publicar imágenes de niños y adolescentes puede parecer algo normal e inofensivo, los padres deben tomar en cuenta que compartir contenidos en internet puede convertirse en un problema.

Actualmente, se conoce como “sharenting” a la práctica que hacen los padres al subir fotos de sus hijos en plataformas de redes sociales, algunas con logros o momentos cotidianos de su vida.

En entrevista a PRIMICIA, Indira Rojas, miembro de la agencia Periodismo Amigos de la Niñez y la Adolescencia (Pana), comenta los riesgos que implica y las medidas de cuidado que deberían darse al respecto.

Resalta que en Cecodap tienen como principio básico el interés superior del niño, el cual señala que antes de cualquier decisión, se debe considerar qué le beneficia o le interesa de asuntos que le afecten directamente.

“No se puede considerar que simplemente la decisión del padre, por ser un adulto, prima por sobre lo que le pueda suceder a ese niño. Hay que pensar en las consecuencias que puede desatar”, expone.

Huella digital

Resalta que es importante evaluar si las acciones tomadas pueden ser perjudiciales para el niño, no solamente en el presente, sino también en su futuro.

Parte de lo que esto implica es la huella digital que queda luego de compartir el material en redes sociales, la cual no se borra.

Rojas menciona que los padres deben preguntarse si exponer al niño en determinadas situaciones pueden afectarles en el futuro, si posteriormente será reconocido por las personas en su entorno y si ese momento sería perjudicial para él.

“Lo vemos como normal esto de publicar a los niños y mostrar su identidad en redes sociales (…) como si fuera algo de la vida diaria, la infancia está como sometida a una publicidad constante de sus vidas desde el momento en que nacen e incluso antes”, comenta.

La comunicadora señala que hay una generación en la que una mayoría de padres no son conscientes de que la información quedará disponible para siempre, desconociendo si en el futuro el niño estará de acuerdo con que su infancia haya sido documentada y expuesta.

Añade que, dentro de la huella digital, los padres deben considerar si sus hijos cuentan con una educación previa que los prepare emocionalmente para la exposición que sufren en redes sociales.

Entorno del niño

Compartir fotos con información como la ubicación del niño y su entorno, también significa un riesgo para su integridad. En algunos casos, si hubiese algún acosador, podría conocer dónde encontrarlo y en qué momento.

“Parece que no hay una consciencia todavía muy elaborada de publicar esa vida cotidiana sin darnos cuenta de que los niños, niñas y adolescentes, aún sujetos de derechos, siguen siendo una población vulnerable”, señala.

Explica que algunos padres tienden a hipersexualizar a sus hijos, y otro de los riesgos presente con el “sharenting” es el “grooming”, es decir, el engaño que hace un adulto para establecer vínculos con niños o adolescentes y atentar su integridad sexual.

Buenas prácticas en redes sociales

En Cecodap también se basan en la política de salvaguarda, la cual permite verificar que no exista nada que perjudique al niño en su contacto con la organización.

Reflejan que sirve como guía para los padres sobre la consideración de lo que se hace y la forma en que eso afecta al niño o adolescente.

“Saber si ese adolescente, niño o niña está informado de dónde va a ser expuesto y cuál va a ser el alcance de esa exposición que va a tener (…) y si su participación es consensuada o no, si lo sabe de manera consciente”, manifiesta Rojas.

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