Remedios caseros para combatir dolor muscular
Los dolores musculares son muy incomodos, especialmente cuando impiden entrenar o correr. La mayoría de las veces la causa de estos dolores radican en el cansancio, el ejercicio intenso, la tensión o mala postura, no se trata de una dolencia grave pero afecta el bienestar y la calidad de vida.
Para aliviar estos dolores existen varios tratamientos naturales, aquí te compartimos algunos de los más famosos.
Romero: Para la inflamación muscular, las hojas de romero pueden ayudar, debido a que contiene propiedades antinflamatorias que pueden aliviar los tejidos musculares y ayudar a disminuir el dolor.
¿Cómo usarlo?
Prepara una mezcla de 30 g de romero en un frasco de agua hirviendo, cubre y deja reposar durante 30 minutos. Humedece un trapo en la mezcla de agua y hojas de romero y aplica en la zona afectada 2 o 3 veces al día.
Hielo: El hielo es el remedio por excelencia de los corredores y los atletas, hace maravillas cuando se quiere desinflamar alguna parte del cuerpo. En caso de dolor muscular intenso, aplica hielo en el área afectada para relajar los músculos y bajar la inflamación.
Evita el calor: aunque la aplicación de una compresa caliente pueda darte alivio inicial, el calor dilata los vasos sanguíneos y aumenta el flujo circulatorio a esa zona, lo que a la larga generará más hinchazón y dolor de la zona afectada.
Pimienta molida: Un gran remedio casero para tratar el dolor muscular es la pimienta. Prepara una mezcla de pimienta molida y aceite de bebe y masajea la zona muscular afectada.
Aceite de hipérico: Se trata de un buen preparado que conviene tener siempre a mano. Se prepara con 50 g de las flores y con hojas pequeñas troceadas. Se introduce en un envase de 250 cm3 de cristal y se termina de llenar con aceite de almendras. Se deja reposar en un armario protegido del calor y la luz, durante 20 días. Pasado este tiempo se cuela, y está listo para usar. No aplicar antes de la exposición al sol.
Cataplasma de arcilla roja: Prepárala en un plato hondo con arcilla roja en polvo, y añade poco a poco agua (fría o caliente en función del tipo de contractura). Has de ir añadiendo agua hasta conseguir una pasta espesa, homogénea y sin grumos. Aplícala en la zona afectada y deja actuar durante 30 a 60 minutos. Se aplica 1 o 2 veces al día, durante 2 a 5 días. Pero debes evitarla si hay heridas o daños en la piel.
Jengibre: Otro de los elementos que siempre está presente en los diferentes tratamientos caseros. Sus enzimas inhiben el dolor y reducen la inflamación. Consume un té con dos gramos de raíz de jengibre rallado, en tres tomas diarias.
Ortiga: Posee propiedades astringentes, expectorantes, antiinflamatorias y diuréticas, lo que las hace idóneas para aliviar nuestro dolor articular.Las propiedades antinflamatorias de las ortigas residen precisamente en sus hojas. La forma más común para beneficiarse de las propiedades de las ortigas es mediante una infusión. Necesitas entre unas cinco o seis hojas. Ponlas en una taza de agua hirviendo en la tetera y, después,La acción antinflamatoria de la ortiga puede ser muy beneficiosa para mejorar multitud de dolencias como por ejemplo artritis, prostatitis, hemorroides, inflamaciones osteoarticulares o faringitis. permite que repose unos cinco minutos. Puedes añadir una cucharada de miel como endulzante.
Tips
Algunos estudios aseguran que el dolor muscular es producto de las microlesiones que se producen al hacer ejercicio o movimientos particulares, hasta que el sistema nervioso lo va reparando.