La compresa de arcilla sirve hasta para bajar la fiebre

El uso terapéutico de la arcilla se remonta a la época de los egipcios clásicos y otros médicos. Sin embargo, han sido los naturópatas alemanes quienes más han contribuido a colocar la arcilla en el sitio de honor que le corresponde dentro de los tratamientos naturistas.

Las compresas de arcilla son muy recomendables en los casos de inflamaciones de riñones, afecciones del hígado, dolores intestinales, dolores de cabeza, nuca, pulmones, hemorroides externas, dolores de la columna vertebral y contra la fiebre entre otras patologías, como destaca Mundo Deportivo.

Ingredientes

• Arcilla.
• Agua.
• Tela.
• Toalla.
• Paño de lana.

Pasos a seguir

Para preparar una compresa de arcilla debes de prepararla como una cataplasma, pero la pasta debe de ser mucho más fluida.

Debes de usar 500 gramos de arcilla por cada litro de agua y remover-lo todo bien y empapar el trozo de tela que se ha de aplicar a la parte afectada.

Tienes que escurrir un poco el trapo y colocarlo rápidamente sobre la parte afectada. Después colocar una toalla o un paño de lana encima para fijar la compresa y todo el conjunto lo mejor posible.

Cuando se trata de una zona calenturienta, debe renovarse la compresa a menudo sin dejar que se seque demasiado.

Una vez finalizada su aplicación, tienes que lavar bien la zona con agua templada.

Cada compresa ha de tener una duración de aplicación de entre 30 minutos y 2 horas, dependiendo ello del calor que desprende el cuerpo de cada persona.

A cada nueva aplicación tienes que lavar bien la compresa antes de empaparla nuevamente en la pasta de arcilla.