Universidades públicas en deterioro
Antes las universidades públicas eran lugares en los que los jóvenes deseaban estudiar gracias al nivel de prestigio que poseían. No solo por la educación, sino también sus instalaciones y servicios.
En la actualidad son un vivo ejemplo del descuido que ha sufrido el país a lo largo de los años.
Ahora lo que se escucha con mayor frecuencia entre los estudiantes son comentarios de robos a sus instalaciones, el crítico estado en el que se encuentran y la delicada situación de deserción tanto de docentes como de estudiantes.
Robos
Fidelina Rojas, docente, desde hace 18 años en la Universidad de Oriente (UDO) en San Félix, comenta que la institución ha sido víctima de múltiples robos a los largo de los años.
La profesora comenta que en este año ingresaron en la universidad y robaron las pocetas de los baños y, en otra oportunidad, hurtaron todas las computadoras del laboratorio de computación para uso de los estudiantes y profesores. También se llevaron los aparatos electrónicos de algunas oficinas.
Asimismo, cuenta que hace aproximadamente cinco años se robaron los cables eléctricos de toda la universidad, por lo que se tuvo que eliminar el turno nocturno en vista de la falta de iluminación.
Hizo mención de que el año pasado habían logrado conseguir algunas guayas luego de hablarlo con la Alcaldía de Caroní y la Gobernación del estado Bolívar, las cuales fueron colocadas para poder tener luz en los salones, sin embargo, hasta ahora no han logrado culminar el proyecto, por lo que los estudiantes están optando por la luz solar para poder ver clases. Algunos profesores prefieren salir a los pasillos para tener mejor iluminación.
José Antonio Gil, vicepresidente de la región sur de la Federación Venezolana de Estudiantes Venezolanos y estudiante de la Universidad Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo), comentó que actualmente tienen los laboratorios de ingeniería eléctrica y metalúrgica completamente desvalijados, al igual que algunas oficinas.
En la Universidad Nacional Experimental de Guayana, la situación es similar. En algunas extensiones de la ciudad han presenciado robos en los salones. Mayormente, lo que más se solía robar eran los compresores de los aires.
Los estudiantes alegan que la seguridad de la universidad no es eficiente y algunas áreas del campus son un verdadero peligro. Se han visto casos en los que en el mismo campus universitario han robado a los estudiantes.
Falta de servicios
Es un hecho que en toda la ciudad hay problemas graves de servicios básicos como el agua, la electricidad, entre otros.
Sin embargo, en las universidades públicas se han visto en una precaria y muy delicada situación en cuanto a la falta de electricidad y el servicio de agua.
Todas las universidades públicas que están en Ciudad Guayana tienen una grave situación por la falta de agua.
Estudiantes de la Unexpo, las distintas sedes de la Uneg y la profesora Rojas de la UDO, denuncian falta de agua en los baños. Esto agrava sobremanera la inestable situación de las instalaciones de los baños, puesto que las pocas instituciones que tienen uno que otro sanitario en “funcionamiento”, realmente no tienen el servicio de agua para su correcto manejo.
En esa misma línea, los estudiantes de diferentes universidades públicas indican que la UDO es una de las más afectadas por la falta de los servicios públicos, ya que no cuentan con un servicio de electricidad estable, por no decir que casi nulo.
“Los profesores a veces prefieren sacar a los alumnos a ver clase en los pasillos porque en algunos salones no hay suficiente iluminación que venga de las ventanas”, comenta Rojas.
De igual forma, la gran mayoría de las instituciones de educación superior públicas, por no decir que todas, no están contando con servicio de transporte. Rojas comentó que ya le informaron que en el próximo semestre los alumnos no contarán con el servicio.
Deterioro de instalaciones
Hugo Castro, estudiante del quinto semestre de metalurgia en la Unexpo, comenta que en las instalaciones de la universidad están en un mal estado.
Denuncia que se han robado los bombillos de los distintos lugares de la universidad, partes de computadoras y la mayoría de los salones se encuentra sin aire acondicionado.
“La especialidad en peor estado es la de mecánica e industrial. No hay aire, no hay pupitres, no hay donde ver clases decentemente”, alega. Agregando que lograron recuperar uno o dos salones de la unidad, pero en términos generales están “demasiado mal”.
En la unidad de mecánica y de electrónica de la Unexpo no hay baños disponibles.
En el área administrativa admite que “normalmente” están en buen estado. “Esas unidades tienen aire y esas cosas, pero en otras no hay aire, ni computadoras, ni impresoras”, agregó.
La Unexpo, así como la mayoría de las universidades públicas, no cuentan con un servicio de comedor. Ellos no lo tienen desde hace casi dos años.
Deserción
Las distintas universidades públicas han sido víctima de la deserción estudiantil y de docentes.
En las sedes de la Uneg, comenta una de sus estudiantes, los semestres suelen comenzar con una afluencia de alumnos bastante notoria. Sin embargo, conforme van pasando los semestres, la cantidad de estudiantes en las aulas va disminuyendo, hasta que al final queda aproximadamente un tercio de la gente con la que comenzó el período.
Con los profesores sucede una situación similar. Luego de que las universidades logran conseguir a un facilitador para las distintas materias de las carreras, a mitad de semestre los docentes anuncian a los estudiantes su retiro.
En ocasiones suelen resolver para poder “salvar la materia”, sin embargo, se han visto casos en los que han perdido una materia por la renuncia de los profesores.
Muchos de los facilitadores se han visto en la necesidad de terminar los contenidos en línea y no las acostumbradas clases presenciales.
Una estudiante indicó que en el último semestre que cursó en la Uneg le tocó ver cinco materias, de las cuales cuatro de ellas tuvo que verlas en línea y solo una requirió la presencia física de los estudiantes y del profesor.
La falta de transporte y el difícil acceso para el transporte público juegan un papel muy importante en esta situación.
Hugo Castro agrega que en la Unexpo hay poca afluencia de estudiantes, “pero hay más de la que debería”. Es decir, hay poca gente porque muchos se han ido, ciertamente, sin embargo sí se nota la presencia de estudiantes. “Sobre todo en el básico, que es del primero al tercer semestre”, acotó.
De igual forma, el personal administrativo de las universidades también se ha ido por la situación del país. Castro comenta que “en las oficinas también se ha ido personal, están casi vacías de tan poca gente que hay”.
A pesar de toda esta situación, los estudiantes y profesores aún muestran interés y ganas de estudiar y enseñar.
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