Trabajo remoto en Venezuela: una alternativa que exige preparación
El trabajo remoto continúa ganando terreno entre los jóvenes venezolanos, no solo como una vía para generar ingresos en un contexto económico complejo, sino también como una forma de conciliar estudios, vida familiar y proyectos personales.
Sin embargo, su expansión también ha traído riesgos: ofertas engañosas, procesos opacos y promesas laborales que no siempre se cumplen.
Tres jóvenes profesionales —Marian Rivas, María Méndez y Andrea Montero— compartieron sus experiencias, retos y aprendizajes al desenvolverse en esta modalidad.
Una opción flexible que abre puertas
Para muchas trabajadoras jóvenes, la posibilidad de laborar desde casa ha significado una mejora en su calidad de vida. María, quien trabaja de forma remota desde 2019, destaca el equilibrio que ha encontrado entre su rutina laboral y la vida familiar: “La opción de poder estar en mi casa y compartir en familia fue determinante”.
Andrea, asistente virtual y desarrolladora web, coincide. Para ella, la flexibilidad fue clave durante sus estudios universitarios: “Mi primer trabajo remoto fue de medio tiempo. Podía cumplir con las actividades antes del final del turno y seguir asistiendo a clases”.
Esta modalidad también ha permitido a jóvenes como Marian diversificar su experiencia profesional. Desde 2023 ha trabajado para varios medios venezolanos y señala que la digitalización impulsada por la pandemia hizo más común trabajar para organizaciones dentro y fuera del país.
Un día que se adapta a cada realidad
Las rutinas laborales varían según el cargo, pero todas coinciden en la importancia de la organización.
María comienza su jornada a las 9:00 a.m., luego de preparar el desayuno y ordenar su espacio de trabajo. Andrea, cuyo horario actual es de 12:00 m a 4:00 p.m., explica que debe marcar su ingreso puntual, revisar tickets y mantenerse disponible hasta el cierre de su turno.
Marian describe días intensos cuando labora para empresas extranjeras, con jornadas completas dedicadas a redacción e investigación.
Entre las herramientas más utilizadas destacan Excel, CRM como ClickUp, plataformas de diseño, WordPress, Notion, y sistemas internos propios de cada empresa.
Señales de alerta y cómo evitar estafas laborales
La expansión del trabajo remoto también ha multiplicado la circulación de ofertas dudosas. Por eso, todas coinciden en la necesidad de verificar, investigar y preguntar antes de aceptar un empleo.
Marian se fija primero en la presencia digital de la empresa: “Busco si la empresa, el dueño o algún empleado está en LinkedIn”.
Andrea va más allá: revisa reseñas en Google, compara la oferta con otras plataformas y evalúa si existen referencias reales.
Recomienda no limitarse a responder preguntas durante la entrevista: “Tú también estás entrevistando a la empresa. Pregunta sobre salario, beneficios, feriados, vacaciones, forma de pago y herramientas que utilizan”.
Además, alerta sobre un indicador clave: los pagos exclusivamente en criptomonedas. “No es que siempre sea estafa, pero sí es una señal para investigar más”. Plataformas como PayPal, Payoneer o cuentas locales suelen ser métodos más estables en empresas formales.
Otro aspecto importante es cuestionar promesas prematuras. Marian relata que una empresa le ofreció contrato antes de completar todas las pruebas, algo que luego fue revertido: “No debieron ofrecer un contrato hasta pasar todos los filtros”, afirma.
María, por su parte, advierte sobre sueldos desproporcionadamente altos o descripciones laborales confusas como señales de riesgo.
¿Es viable trabajar de forma remota en Venezuela?
La respuesta es sí, pero con matices.
Marian considera que, para vivir con estabilidad, muchas veces es necesario combinar más de un empleo remoto.
Andrea afirma que la clave está en encontrar un nicho y mantener una mentalidad abierta al aprendizaje: “Las oportunidades llegan cuando tienes habilidades claras, comunicación constante y una red de contactos”.
Para María, la viabilidad depende también de las condiciones personales de cada trabajador: conectividad, espacio de trabajo y organización.
Recomendaciones para quienes quieren comenzar
Las tres jóvenes coinciden en que sí es posible iniciar desde cero si se cuenta con disciplina y preparación técnica. Entre sus consejos destacan:
* Aprender inglés: “Te abre puertas y te permite acceder a trabajos mejor remunerados”, enfatiza Andrea.
* Fortalecer habilidades clave: desde Excel hasta diseño, investigación, atención al cliente o manejo de CRM.
* Definir el tipo de trabajo buscado para enfocar las postulaciones.
* Mantener la comunicación activa con jefes y equipos, esencial en entornos donde no hay supervisión presencial.
* Verificar empresas y procesos de selección, sin miedo a hacer preguntas y evaluar la oferta de forma crítica.
* Buscar contratos claros, con cláusulas, responsabilidades, horarios y formas de pago bien definidas.
Una alternativa que crece, pero exige criterio
El trabajo remoto representa una oportunidad real para miles de jóvenes venezolanos que buscan independencia económica, flexibilidad y acceso a mercados internacionales.
Sin embargo, su crecimiento también implica desafíos que requieren atención: investigar antes de aceptar una oferta, reconocer señales de alerta y construir habilidades que permitan destacar en entornos globales.
Como coinciden Marian, María y Andrea, la clave está en prepararse, confiar en las propias capacidades y asumir cada oportunidad con criterio y prevención.
En un mercado laboral en transformación, la información sigue siendo la mejor herramienta para avanzar con seguridad.
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