“Si no protestamos no llega el gas”

En Villa Polígono, una comunidad ubicada en la vía a El Pao, los habitantes deben cerrar las calles para poder recibir el suministro de gas doméstico.

Este lunes no fue la excepción, pues desde tempranas horas de la mañana obstruyeron el paso en la avenida José Gumilla.

“Si no protestamos, no llega el gas”, dice Ana Karina López, una de las residentes del lugar.

Después de un rato, en medio de la calle con neumáticos y escombros para evitar que los vehículos atravesaran el sitio, los protestantes fueron abordados por patrullas de la policía.

Como la comunidad se negó a abandonar la protesta, los funcionarios se dirigieron hasta el llenadero de gas de Nueva Chirica con una comisión de vecinos para pedir el abastecimiento en el sector.

Aunque quienes viven en Villa Polígono levantaron la tranca en la avenida principal con la promesa de conseguir el suministro de los cilindros, advirtieron que dentro de unos 20 días estarían en la misma situación.

López, quien reside en el sitio desde hace unos seis años, declaró que mensualmente viven “un calvario” porque los entes competentes no atienden sus necesidades básicas.

Opciones
Al no contar con el servicio de manera regular, muchos vecinos se ven en la necesidad de buscar otras opciones para poder cocinar los alimentos.

Algunos solucionan utilizando cocinas eléctricas o pidiendo a familiares una bombona prestada mientras consiguen una propia.

Otros se ven en la necesidad de comprar los cilindros de gas a los comerciantes informales, quienes no dudan en cobrar un precio mucho más alto del que corresponde. Solicitan entre Bs. 80.000 y 100.000 por el suministro.

Los usuarios declararon que, además de pedir más dinero de lo que realmente cuesta el servicio, lo exigen en efectivo.

Maniobras
Ingrid Ramírez, habitante del sector, afirmó que a diario las amas de casa se las ingenian para rendir el gas.

Muchas evitan preparar ciertos alimentos como granos o verduras que requieren mayor tiempo de cocción y así “alargar” lo que dura una bombona.

Pero no tienen tantas alternativas para mantener por más de 20 días el uso de un solo cilindro.

Elva Noguera, también vecina, resaltó que no siempre pueden dejar de hacer algunas recetas. “A veces hay una sola cosa que comer y si tarda en estar lista igual no tenemos más opciones”.

Vertedero improvisado
Muchas son las carencias en Villa Polígono, las más de 200 familias que ocupan el sector también se enfrentan a la contaminación.

Karin López, quien reside en el lugar junto con sus parientes, señaló que en la entrada se ha creado un vertedero de basura.

Como consecuencia del abuso de muchos usuarios, los desechos sólidos se acumulan en el barrio y generan criaderos de distintas plagas que resultan perjudiciales para la salud de quienes viven o simplemente transitan por la zona.

López manifestó su preocupación por el bienestar y la salud de los niños y adultos mayores que habitan en Villa Polígono, pues son los más propensos a contraer enfermedades.

Asimismo, destacó que el peso del problema recae en el ente encargado del aseo urbano. Los camiones recolectores de basura pasan por el lugar esporádicamente.

Anteriormente las autoridades cumplían con el recorrido por la comunidad semanalmente, para recoger los desperdicios, pero que ahora pasan meses sin realizar su trabajo.

En peligro
Ante la falta de alumbrado, los habitantes viven a merced de la inseguridad. Denunciaron que la oscuridad permite que los maleantes cometan sus fechorías sin ser vistos.

A diario, los residentes del sitio sienten temor de salir de sus hogares en horas de la tarde. “No podemos salir con tranquilidad”, señaló uno de los vecinos.

Cuando empieza a oscurecer deben estar dentro de sus casas y cerrar todas las puertas.

Instaron a la municipalidad a responder por el bienestar de los habitantes.

Con el inicio del año escolar, niños y jóvenes están más propensos a ser víctimas de la delincuencia cuando regresan de los planteles educativos.

Ante esto, consideran urgente el alumbrado en las calles de Villa Polígono, a fin de evitar que ladrones los agredan o les quiten sus pertenencias.

Construcción a medias
Hace varios años les prometieron unas viviendas en el terreno de Villa Polígono. Pero pasaba el tiempo sin que las casas terminaran de ser construidas.

Ante esto, muchos de los que iban a ser beneficiados decidieron mudarse de manera definitiva porque no tenían domicilio propio.

Los que se trasladaron a las “construcciones a medias” creían que los entes competentes completarían lo que faltaba de las edificaciones, pero no fue así.

Unos siete años después, los lugareños cuentan que tuvieron que terminar de levantar sus hogares con sus recursos.

Aunque ya tienen las viviendas, los servicios básicos son más complicados de optimizar.

Para tratar de habitar en la comunidad, los afectados decidieron conectarse con los servicios de una de las hileras de casas que contaban con todos los suministros.

De no ser así, los vecinos no tendrían ni electricidad ni tuberías de aguas negras. Sin embargo, requieren la instalación de las tuberías de aguas blancas.

Mencionaron también que los que habitan las viviendas que están listas se quejan de los que se conectan ilegalmente, pues los servicios dejan de funcionar.

En el caso de la energía eléctrica, a causa de la sobrecarga, la luz se falla con frecuencia.

Y aunque tienen transformadores resguardados que podrían acabar con el problema, aún esperan que el ente encargado aporte otros recursos como postes, para finiquitar la instalación.
En cuanto a las aguas negras, temen que los ductos colapsen y aumente la contaminación en la comunidad.

Por otro lado, en la entrada del lugar se ha formado un bote de agua por una tanquilla destapada, lo que de igual forma ha provocado huecos en la vía.

Como consecuencia, temen que se generen accidentes o que los peatones no se percaten de las fallas y se caigan en horas de la noche por la falta de iluminación.

Exhortaron a los gobernantes a tomar en cuenta todas las penurias en Villa Polígono.

A la espera

Los habitantes del sector esperan que los organismos públicos cumplan con la instalación de los transformadores que les entregaron hace un tiempo. Han pasado varias cartas y han hecho llamados a la empresa Corpoelec, incluso se han dirigido a sus instalaciones, pero hasta la fecha no han sido tomados en cuenta.

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