¿Quieres combatir la dislipidemia?

Llevar una alimentación adecuada y hacer ejercicios regularmente es fundamental para evitar la dislipidemia –enfermedad asintomática que resulta del trastorno en el metabolismo de las grasas, lípidos y proteínas.

Esta condición que se caracteriza por presentar concentraciones sanguíneas anormales de colesterol y triglicéridos o grasas en la sangre, puede tratarse con una dieta saludable, actividad física y fármacos reductores de lípidos.

De acuerdo con la nutricionista Nathalie Balladares, existen distintos tipos de dislipidemia, siendo uno de los más comunes la hipercolesterolemia, cuyas causas frecuentes implican factores hereditarios, alimentación inadecuada y sedentarismo.

La alteración de LDH o colesterol de alta densidad que aumenta el riesgo cardiovascular, la disminución de HDL o colesterol de baja densidad y la hipertrigliceridemia  -elevación de triglicéridos-, también forman parte de las diferentes fracciones que integran esta patología lipídica.

Posterior a la revisión médica y diagnóstico lo primordial es corregir fallas en la alimentación independientemente de que se utilicen tratamientos farmacológicos. “Es fundamental que ese tratamiento vaya acompañado de una dieta saludable para que el control de los valores sea efectivo y se mantengan a lo largo del tiempo”, explicó Balladares.

Alimentación adecuada

La disminución en el consumo de grasas saturadas es esencial para pacientes diagnosticados con algún tipo de dislipidemia. Adoptar hábitos alimenticios positivos sostenibles es la única forma de prevenir la enfermedad.

Una dieta baja en grasas y de bajo índice glucémico que contenga variedad de frutas, vegetales, verduras, granos enteros, proteínas y alimentos ricos en fibra, es primordial especialmente para aquellos pacientes que son más propensos a desarrollar estas alteraciones.

Ejercicio físico

Para combatir la dislipidemia el ejercicio cardiovascular es otro factor clave, pues incrementa la sensibilidad a la insulina, ayuda a mantener el peso corporal y contribuye con el metabolismo de la glucosa. Por ello es recomendable una hora de actividad física al menos cinco días a la semana. Realizar largas caminatas puede resultar favorable y a la vez una excelente forma de combatir la obesidad y sobrepeso.

Tratamiento

No todas las dislipidemias se tratan de la misma forma. El tratamiento con medicamentos especiales que ayuden a disminuir la concentración de lípidos en sangre suele ser individualizado dependiendo de las características de cada paciente. Independientemente del tratamiento farmacológico, “los niveles lipídicos aumentan a medida que las transgresiones dietéticas se mantienen de forma continua, por eso lo más importante es que el paciente mantenga hábitos alimenticios adecuados y prolongados”, aseguró la nutricionista.

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