¿Qué puede llevar a un padre a atentar contra la vida de su hijo?
La muerte que un padre o madre da sus hijos es definida como filicidio.
De acuerdo con un estudio del especialista estadounidense Phillip J. Resnick, se atenta contra la vida de un hijo por psicosis aguda, cuando no es deseado, acciones accidentales o por venganza conyugal.
Expertos refieren que también la violencia intrafamiliar resulta uno de los factores que detonan estos hechos violentos.
En el estado Bolívar, en lo que va de 2019, se han reportado dos -presuntos- filicidios. De acuerdo con el Código Orgánico Procesal Penal venezolano, de determinarse la culpabilidad de los padres, estos cumplirían una condena de 28 a 30 años de prisión.
Víctimas adolescentes
Victoria Salazar tenía 15 años cuando murió. El suceso que la tuvo como víctima fue reportado el 28 de agosto de este año.
Cuando reportaron su deceso, dijeron que la jovencita se quitó la vida.
La explicación de su familia daba cuenta que consumió al menos 20 fármacos usados para tratar el paludismo.
El relato precisaba que sus papás que la hallaron descompensada dentro de su habitación, la trasladaron a un centro hospitalario y allí falleció.
Sin embargo, el contexto en que se desarrolló el caso, no fue convincente para los detectives de la policia científica.
Al parecer, el cuerpo de la adolescente evidenciaba hematoma, lo que dio pie a iniciar una investigación por homicidio.
Seis días transcurrieron cuando las autoridades informaron que Joel José Salazar Rincones, de 44 años, y Olivia Josefina Fuentes Alfonzo, de 47, quedaron arrestados por filicidio.
La información fue difundida a través de las redes sociales por el director nacional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), comisario general Douglas Rico.
La máxima autoridad del Cicpc publicó que durante las pesquisas y con la autopsia se comprobó que la causa de muerte fue asfixia mecánica.
También informó que la declaración del hermano menor de la víctima sería un punto clave para determinar que estaban ante un posible homicidio.
De acuerdo con lo revelado por el comisario, tanto la occisa como su hermano eran maltratados constantemente por sus padres.
Incluso se declaró que ambos habrían sido amenazados.
Una carta que Victoria habría escrito señala a sus papás como los responsables en caso de ella morir.
Todos esos elementos sustentaron el inicio del proceso judicial.
Tanto Joel como Olivia fueron presentados ante un juez del segundo circuito del estado Bolívar, y recibieron privativa de libertad.
Ambos fueron imputados por filicidio y trato cruel.
La decisión conmocionó a familiares y vecinos de los procesados, quienes habitan en el sector San José de Chirica, San Félix.
Defendieron que “nunca observaron una actitud agresiva de Joel u Olivia contra sus hijos”, rechazando con contundencia las acusaciones y exigiendo su liberación.
Segundo caso
Recientemente, autoridades dieron a conocer a conocer un nuevo caso.
La víctima se llamaba Luisana Del Carmen Martínez Ramírez y, como Victoria, tenía 15 años.
Luisana residía desde hace mucho tiempo en la calle 8 del sector Doña Bárbara, ubicado en San Félix.
El domingo 13 de octubre, los padres de la adolescente la llevaron de emergencias a un centro médico de la localidad, alegando que bebió una sustancia tóxica.
Luisana no sobrevivió. El estudio forense arrojó que no falleció intoxicada, sino por asfixia mecánica.
Luego de los resultados arrojados, el martes 15 de octubre, Luis Alberto Martínez Inojosa, de 39 años, y Damerys Ramírez Miranda, de 40, fueron arrestados.
El comisario general Douglas Rico declaró que el testimonio revelado del hermano menor de Luisana fue crucial, tanto como en el caso de Victoria.
Según lo revelado, el domingo del suceso la adolescente y sus padres discutieron porque -al parecer- la muchacha estaba embarazada.
Damerys, en medio de la rabia, agarró un cable y procedió a “estrangularla”.
Tanto la mujer como el hombre enfrentan un proceso judicial, por filicidio y trato cruel.
Factor común
La psiquiatra Nancy Rodríguez afirma que “los problemas mentales que terminan en crisis psicóticas”, son el factor común en estos casos.
La experta explica que la patología tiene su origen “en herencia o trastornos que van mutando con el tiempo, debido al estrés psicosocial al que están expuestos los padres de familia, por la situación socioeconómica que muchas veces no pueden controlar”.
Esto desencadena desesperación, ante la imposibilidad de crear mayores expectativas de supervivencia.
Rodríguez también mencionó que el uso excesivo y descontrolado de sustancias psicotrópicas terminan provocando alteraciones hormonales o craneoencefálicas, factores determinantes para desarrollar conductas violentas.
A su vez acota que la situación que podría conllevar al suicidio de los padres, pues “no están en su sano juicio”.
Y es que el solo hecho de “no poder generar una calidad de vida al entorno familiar, puede causar un trastorno, que de no ser tratado a tiempo acaba en tragedia”, tal como ocurrió con las familias de Victoria y Luisana.
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