Petter Vahlis: “La música es el camino más viable para construir sociedades”
Petter Vahlis tiene muy claro que su instrumento favorito es el cuatro venezolano. El joven de 25 años nacido en Puerto Ordaz y actualmente residenciado en Ciudad Bolívar, donde estudia en el Conservatorio Carlos Afanador Real, es de las noveles promesas de la música venezolana.
La pasión y propiedad con la que habla de la riqueza de los géneros musicales venezolanos es solo comparable con la fuerza y sentimiento que deja ver cuando ejecuta el cuatro o la bandola.
“La cualidad principal del instrumento es que es portátil (risas). Es un eterno compañero que va parriba y pabajo conmigo. La nobleza del instrumento que te permite ejecutar cualquier género, fragmento musical, podrías hacerlo perfectamente. Te permite la melodía en conjunto con la armonía y el ritmo”, destaca sobre las bondades del instrumento nacional.
Pero también se ha formado en guitarra y bandola. “Mi formación inicial fue autodidacta. Desde hace aproximadamente como 5 años es que empiezo a estudiar la música de manera más profunda, académica. Mi primer contacto fue un tío materno que siempre estuvo ligado a la música, entonces me interesé más por el cuatro, por la guitarra”.
En Ciudad Bolívar asegura haber conocido “maestros maravillosos e instrumentos como la bandola llanera, la bandola guayanesa. Me empiezo a conocer en la música popular venezolana. Me dieron también la oportunidad de ingresar en la orquesta y empiezo a conocer más del mundo sinfónico”.
Considera que la bandola “es un instrumento que lastimosamente no ha tenido un papel protagónico en esta época, pues los muchachos se han inclinado más por el cuatro o la guitarra. Yo pienso que hay que darle su espacio, es un instrumento muy noble, que brinda muchos recursos, nos recuerda las raíces españolas, esa cultura flamenca bien arraigada en esa encordadura”.
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En crecimiento
Vahlis sigue su formación académica pero ya ha participado como solista en algunos eventos privados entre Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana. Además también sube al escenario con sus compañeros del Ensamble Desarreglados con músicos de la Orquesta Sinfónica de Ciudad Bolívar.
“La música es el camino más viable para construir sociedades, porque la música nos enseña en un principio a cooperar. Por más que quieras ser un solista siempre vas a estar acompañado, bien sea de un público, de un equipo de producción, siempre vas a estar rodeado de personas con las que vas a tener que compartir. Nos hace seres humanos más sensibles, a ponernos en el lugar de otras personas y eso se traduce en sociedades estables y emocionalmente maduras. La música nos quita las barreras, no hay distinción de edades ni de género, ni de raza… simplemente nos reunimos todos con un fin: hacer música”, valora el músico.
Domina el cuatro, la guitarra, la bandola, estudia piano. Entre sus planes está finalizar su formación académica en Ciudad Bolivar, participar en el Festival La Siembra del Cuatro, continuar estudios en Caracas y dedicar espacio a la docencia.
Ismael Querales, Moises Torrealba, el maestro Gerson Garcia, Orlando flores en el contrabajo, Cheo Hurtado en el cuatro, Hernán Gamboa, entre otros, destacan entre sus referentes.
Se confiesa enamorado de la música tradicional de Venezuela.
“Me encantan los valses como “Tardes guayanesas”, “Ciudad Bolívar”. Hay polkas muy bonitas como “Malvina” del maestro Nicanor Santamaría. La música venezolana en general, del oriente estribillo, del centro el merengue rucaneao, los joropos tuyeros. La música venezolana es de las más ricas que pueden existir, muy complejas pero vale la pena ejecutarla, el grado de satisfacción al lograr ejecutar un tema es bastante gratificante”, apunta Vahlis.
Finaliza con una reflexión sobre la difusión de los ritmos criollos en la actualidad.
“La difusión de la música venezolana, la comercialización de la música nos ha apartado un poco de nuestras raíces. Considero importante el hecho de que nuestra música pueda ser consumida de manera más integral. Está bien escuchar música foránea; merengue dominicano, salsa, jazz, está muy bien, la música hay que disfrutarla pero también debemos aprender a disfrutar lo nuestro primero, aprender a valorar nuestras costumbres. Y siento que es un trabajo que radica en nosotros los artistas en tratar primero de proyectarlo como también en los medios de comunicación social que nos permite darnos a conocer y difundir nuestra música.
Petter Vahlis disfruta pasar tiempo de calidad con su familia y amigos, leer y escribir poesía, el baloncesto. Muestra su agradecimiento al maestro Dino Pronio de la Orquesta Sinfónica de Ciudad Bolívar, al Conservatorio Carlos Afanador Real, a su familia y a Dios.
Para seguirle la pista en Instagram @mr.petter_v4
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