Padre Arturo Peraza apunta a la “continuidad” como rector de la Ucab

Tras su discurso en su último acto oficial como vicerrector de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) extensión Guayana, el sacerdote jesuita Arturo Peraza conversó con PRIMICIA sobre su proyecto como nuevo rector de esta casa de estudios.

Peraza definió su proyecto como rector con la palabra “continuidad”, ya que formó parte del equipo del padre Francisco José Virtuoso.

Virtuoso fue rector de la Ucab hasta octubre de 2022, cuando falleció. El sacerdote jesuita fue ratificado en el cargo en junio de 2022.

“No soy un improvisado. Se me eligió, fue uno de los signos, una confirmación del trabajo y los lineamientos estratégicos que como equipo llevamos adelante. Al final mi reelección sigue siendo una confirmación de aquella elección que no puede recaer en la cabeza del Padre Virtuoso pero recae en la cabeza de alguien de su equipo”, acotó.

El Padre Arturo Peraza mencionó que la Ucab ha aprendido a sortear una crisis muy complicada, tratando de ser creativos y haciendo inversiones en un país en crisis, muestras que se ven tanto en el campus de Caracas como en Guayana.

Destacó que hay una sociedad civil convencida de que su marca suma y que es una oportunidad para crecer todos, lo que se ha convertido en un juego ganar-ganar.

“La universidad está apostando en diversificación, actualización de los procesos. Punto de conectar con la sociedad civil, una conexión permanente con toda la realidad, dentro de nosotros mismos para responder a todos los retos que tenemos delante”, afirmó.

Peraza apuntó que la estrategia utilizada en la Ucab ha demostrado ser ganadora y ha traído como resultado que la casa de estudios esté entre las mejores 100 universidades latinoamericanas.

“En medio de la crisis más pasmosa de este país hemos crecido, hemos ido mejorando en ese ranking. Es increíble como en medio de esa crisis, baja de estudiantes, responde a la estrategia. Si creo que un estudiante de Venezuela se merece una universidad que pueda estar en un ranking latinoamericano”, puntualizó.

Perspectiva

Al consultarle qué se lleva de su paso por Guayana, el sacerdote jesuita expresó que sumó una perspectiva de la universidad y del país.

Confesó que la extensión Guayana de la Ucab es una gran casa hogar, en el que un equipo profesional de primera y muy capaz está dando lo mejor en un contexto que es difícil por muchas razones.

Explicó que la complejidad no es solo por la gasolina o la electricidad, sino la dificultad de la crisis educativa “que se siente particularmente en la provincia”, cuya evidencia es la baja de estudiantes en todas las casas de estudios universitarios.

“Este equipo se ha batido contra esa realidad, abriendo oportunidades, alternativas. También genera un ambiente de trabajo de mucha fraternidad, interacción entre los equipos, hay mucho apoyo que genera una sensación como de hogar en la experiencia de cada uno que trabajamos”, indicó.

El rector de la Ucab mencionó que esas características se han acumulado en la palabra “oasis”, en el que consigues un espacio físico donde las cosas funcionan, con condiciones para trabajar pero también un espacio humano, con gente que interactúa y con un proyecto común de ilusiones y esperanzas que van en una misma dirección: Sostener el criterio de calidad.

Arturo Peraza Guayana no duda en que el campus de Caracas también reúne atributos, pero lamentó que las dimensiones de la universidad tiende a separar mucho más las unidades y que cada estructura sea más independiente y autónoma.

Reveló que llevará a la sede en la capital del país los ejercicios de integración e interacción como un elemento importante del trabajo en equipo que deben hacer y que se ha consolidado en Guayana.

“Un elemento fundamental es la escucha al cuerpo de estudiantes, hay mucha fuerza en eso, tener reuniones no solo con la alta dirigencia estudiantil sino la dirigencia media porque te lo puedes permitir”, dijo.

Relaciones

Sobre lo que deja en Guayana, Peraza pronunció entre risas la frase “muchos amigos”, palabras de las que luego puntualizó sus denotantes.

“Yo creo que la universidad se esforzó durante mi período en establecer muchísimas relaciones creativas con distintas organizaciones dentro de la sociedad civil guayanesa. Entramos para ofrecer oportunidades y recibirlas de esa sociedad civil”, afirmó Arturo Peraza.

Detalló que dicha relación con la sociedad civil y con el Estado no es de dependencia, sino una oportunidad de crear, producir y establecer oportunidades en los distintos campos en que pueden realizarlo.

El sacerdote jesuita recalcó que la amistad y confianza mutua en lo que la universidad hace y las oportunidades que genera, es lo que ha rendido frutos y le augura un futuro prometedor.

“La Venezuela del futuro va a venir más de la sociedad civil que de ese Estado del siglo XX que ya no existe. Hay oportunidades de repensar las cosas, creo que todavía nos falta mucho”, señaló.

El rector de la Ucab hizo un llamado a la sociedad civil a pensarse cómo ayudar desde lo que se produce para que el personal capacitado pueda ser formado de la manera más competente posible, para darle fuerza a la misma sociedad productora que se está necesitando.

Reiteró que dicho plan es una visión estratégica en el que las empresas pueden generar oportunidades de capacitación y trabajo.

“No es un Estado que está poniendo recursos para estudios universitarios, es una sociedad civil que está convencida de la generación de recursos humanos y técnicos para el desarrollo de su propio proceso, es una estrategia”, recalcó.

Diversificación

Arturo Peraza declaró que la estrategia para la recuperación de la universidad ha sido la diversificación. Tocó el tema de la reapertura de la Escuela de Arquitectura y las academias que fomentó el ingreso de estudiantes, esto último con la idea de formar jóvenes durante un año.

“El estudiante yo creo que se está planteando un modelo de formación distinta, la universidad tiene que pensarse modelos distintos”, afirmó.

El rector comentó el ejemplo de la Escuela de Comunicación Social, cuyo nuevo pensum es una forma de sostenibilidad económica y de responder al nuevo mercado.

“Hoy en día los chicos quieren vérselas con una tecnología que está cada vez avanzando más. Está exigiendo niveles de actualización y ellos quieren entender los distintos modelos de diálogos que pueden establecer con cada uno de esos elementos”, enfatizó.

Destacó que estos cambios son atreverse a romper con un marco anterior porque son capaces de repreguntarse sus profesiones, lo que quieren construir, en base a lo que la sociedad está demandando.

Replantear el modelo

El sacerdote jesuita adelantó entre sus proyecciones la obligación de replantearse el modelo. “La gente cada vez más va a buscar, más que títulos, competencias y habilidades. La educación superior o responde a esto o va a quedar atrasado”, opinó.

En un mundo globalizado, las titulaciones locales cada vez van a ser menos significativas y que la universidad va a tener que buscar un proceso de evolución, según Peraza.

“El chico selecciona qué quiere y el modelo de formación que está buscado. Siento que la flexibilidad de las estructuras de formación va a ser cada vez más demandadas, necesitamos caminar en esa dirección”, indicó.

Invitó a hacer una perspectiva del horizonte de estructuras más flexibles, ágiles, haciendo cada vez más sujeto al estudiante.

“Lo que nosotros le brindamos son herramientas, deberíamos dejarnos de ver como certificadores de una corporación. La universidad tiene un reto de cómo pensarse a sí misma. Todavía seguimos con estructuras cuadradas, nos va a costar salir pero debemos ir para allá”, cerró.

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