Leomarys Morao da sus primeros pasos en la actuación

Leomarys Morao es artista. No hay momento del día en el que no se la pase haciendo dramatizaciones en casa, jugando a interpretar personajes.

Así lo confirma su mamá Karen Cabrera, quien valida la pasión por el mundo de las artes escénicas de su pequeña.

Morao, de 13 años, estudiante del segundo año de bachillerato en la U.E. Colegio Suramericano, forma parte desde hace año y medio del grupo Niños y Niñas Actores de Guayana (Nagua) de Fundación La Barraca en San Félix.

Allí ha encontrado un oasis con todo lo que le gusta: la posibilidad de subir a escena y dar vida a diferentes personajes.

Es apenas el inicio de su carrera como actriz. “Yo me veo actuando en la televisión, me gustaría estar en el mundo de las telenovelas. Mi actriz favorita es Angelique Boyer”, dice sin aspavientos la jovencita de llamativos ojos verdes.

En formación

Leomarys asumió en 2018 varios retos actorales.

El primero le llegó con el montaje de “Aquiles y los niños” dirigida por el profesor Alejandro Bertho.

Allí dio vida a los textos del libro “Humor y Amor” de Aquiles Nazoa, especialista el retratar con buen ánimo las costumbres de la Caracas de antaño.

Luego, para diciembre se integró al elenco de “En un lugar cualquiera”, una obra navideña, bajo la coordinación de José Rodríguez.

Allí interpretó a “Doña Grulla”, un personaje malvado que por haber sido una niña a la que nunca el Niño Jesús le trajo un regalo, se volvió despiadada y explotadora de niños en situación de calle.

“Fue un personaje difícil, con un libreto muy largo por aprender, pero que daba una gran lección. Los niños que ella maltrataba en esa obra, le enseñaron el valor de la Navidad, el valor de compartir”, explica Morao.

La obra logró conmover a la audiencia que asistió a la presentación en la Sala Juan Pagés del Teatro La Barraca en San Félix.

El 2019 trae para la talentosa artista nuevos retos como más papeles en el remontaje de “Aquiles y los niños”.

“Me gustaría ser una villana”, indicó entre risas, quien disfruta las clases en La Barraca y da fe del crecimiento que ha tenido gracias a las tablas.

“Yo soy muy penosa, pero el teatro me ha ayudado a ser más segura, a salir y actuar delante de la gente, a manejar esos nervios”, detalla la joven.

Sabe llevar con equilibrio sus clases en el liceo y el teatro. Destaca su buena memoria para aprenderse los libretos.

El camino del artista

Leomarys es hija única. Su familia siempre le ha apoyado en su camino por descubrir lo que le gusta en el mundo de las artes.

A los 8 años comenzó con clases de música en la Orquesta Sinfónica de Vista Al Sol. Le tocó iniciar con flauta dulce y lenguaje musical, para luego pasar a tocar la viola.

En esa búsqueda pasó a la Casa de la Cultura Ateneo de Ciudad Guayana donde se apuntó a lecciones de vocalización y canto.

El teatro le guiñó el ojo y cuando apareció en su vida La Barraca, con el apoyo de su mamá, ingresó a la formación actoral.

“Cuando actúo siento alegría, que puedo expresarme, mucha emoción. Al principio un poco de nervios, pero yo digo que el día que no los sienta antes de actuar, me retiro”, expresa con los ojos iluminados.

Con muchos talentos

Leomarys Morao tiene además habilidades para el mundo de las manualidades.

Valora las oportunidades, poder estudiar, compartir con sus seres queridos, aprender el oficio de la actuación.

A futuro se mira como una reconocida actriz tanto que quiere estudiar Artes Escénicas cuando vaya a la universidad.

“Ella es muy talentosa, es la primera actriz de la familia. La hemos apoyado en todo lo que ha hecho, pienso que es importante que la familia respalde y acompañe a los niños en esas actividades deportivas o culturales que quieran realizar”, añade la señora Karen, madre de Leomarys.

Desde preescolar la joven “se metía en cuanto acto cultural había en la escuela y me tocaba correr y acompañarla”, recuerda entre risas la representante.

Persistir

A todo aquel que tenga un sueño, Leomarys tiene un mensaje: “Que luchen por lo que quieren, que demuestren que le gusta y que se atrevan, que sí lo pueden lograr”.

Lo dice tomando en cuenta que muchos son los jóvenes que se sienten inseguros y poco apoyados, sobre todo en la época de la adolescencia donde deben afrontar grandes cambios.

A su juicio el apoyo de los padres, de los familiares y maestros es fundamental para conseguir diferentes metas.

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