Más Vida: Promover la No violencia desde el fútbol

El deporte une. El deporte enseña valores. El deporte brinda oportunidad. El deporte despeja la mente de pensamientos y caminos negativos.

Con estas premisas claras, desde la Fundación Más Vida promueve, desde el año 2014, las prácticas de no violencia, ligadas a un programa especial en el que el fútbol se convierte en la excusa perfecta para brindar a jóvenes la oportunidad de un mejor futuro.

El trabajo, de hormigas, persistente, de la mano con protagonistas de la comunidad, ha logrado que en la actualidad se integren a las actividades deportivas al menos 200 jóvenes de los sectores Toro Muerto y Mini Fincas de Puerto Ordaz.

¿Cómo inició todo?
La idea nació de la preocupación de un grupo de jóvenes guayaneses, encabezado por Manuel Domínguez y Jackson Rodríguez, al notar los niveles de violencia, de criminalidad en los que está sumergida Ciudad Guayana.

En especial énfasis tomaron como casos de estudio lo que sucedía en sectores como Toro Muerto y Mini Fincas de Puerto Ordaz en donde los saldos rojos parecían ser parte del día a día.

Les inquietaba el hecho de que jóvenes, incluso desde 12 años, estuvieran involucrados en hechos delictivos.

Buscaron la manera de integrarse con la comunidad para brindar espacios de esparcimiento a través del deporte que permitieran a chamos convertirse en agentes de cambio de su entorno.

A este proyecto se sumaría el entonces estudiante de Derecho, hoy abogado y futbolista, Julio César Vásquez, quien en la actualidad es el coordinador general de la Fundación Más Vida.

Vino entonces una etapa de exploración y preparación. Buscaron la asesoría de especialistas: grupos de labores sociales, iglesias, Alcohólicos Anónimos, psicólogos, docentes. “Necesitábamos saber esas razones que motivaban a la violencia, la raíz del problema y cómo abordarlo”, explica Vásquez.

El siguiente paso fue el contacto directo con vecinos de la comunidad de Toro Muerto. “Y nos dimos cuenta que podíamos facilitar la no violencia como acción, por medio del deporte, porque dentro de las dos comunidades habían canchas de fútbol, de fútbol sala. Profesores. Y todo eso quisimos unirlo y darle una dimensión desde la no violencia”, detalla el coordinador de Más Vida.

Toro Muerto fue el primer núcleo. Allí se logró en 2014 la recuperación de la cancha de fútbol para que los muchachos tuvieran un lugar digno en el que practicar el deporte.

“Se hizo la adecuación de todo el espacio deportivo en el sector La Esperanza, lo que llaman específicamente La Esperancita. Se arregló el techo, no había luz, tampoco había un plan de desmalezamiento y después planteamos a la comunidad la posibilidad de crear un equipo de fútbol sala que se llamara La Esperanza y conseguimos recursos con Adidas Venezuela, y otras empresas privadas de Ciudad Guayana, para conseguir balones, chalecos y contratamos a un profesor que es el líder deportivo”, recuerda Vásquez.

Con la comunidad
Más Vida planteó los objetivos de su proyecto a los miembros de la comunidad y rápidamente los residentes entendieron la labor de los voluntarios como agentes de cambio.

Generar espacios para apoyarlos en su pasión por el deporte y los que se motivaban a aprender fútbol; planear jornadas especiales de sopa solidaria o actividades culturales y hasta lograr que los chamos salieran como embajadores de su sector a otros compromisos: así fue la agenda que se siguió.

Pero la idea no es solo facilitar todo sino sembrar en ellos esa chispa de amor por su comunidad, por mantener la cancha, por usar el diálogo, ser buenos vecinos, trabajar por sus metas.

Recuerda Julio César Vásquez que en una ocasión se les dañó el balón y consiguieron uno nuevo que también se rompió. ¿Y entonces?

Los chamos no se quedaron de brazos cruzados y emprendieron una campaña para lograr fondos para una nueva a través de varias ideas positivas. ¡Lo lograron! Sus caras de satisfacción fueron luz.

Otra de las anécdotas, que le permite a Vásquez analizar el impacto positivo del acercamiento comunitario fue que cuando lograron las luminarias de la cancha, al poco tiempo fueron robadas.

Los vecinos identificaron de inmediato quien había sido el ladrón y, en un grupo de más de 100 personas, sin recurrir a la violencia, fueron a exigir que devolviera los bombillos. ¡Lo lograron1

Trabajo en equipo
En Fundación Más Vida orientan a jóvenes con edades comprendidas entre los 9 y 21 años.

El acercamiento al deporte se relaciona además con el fomento de los valores, de ser buenos vecinos y ciudadanos de primera. Se recalca la importancia de una comunicación asertiva, del diálogo, del respeto a lo diferente, de la preponderancia de la educación; de la posibilidad de soñar en grande sin dañar a terceros.

“Nuestro objetivo principal es la disminución de los homicidio y de la violencia en Ciudad Guayana”, subraya Vásquez.

En cada sector hay un coordinador deportivo y educativo.

Para poder hacer sus actividades en la fundación recurren a un plan de donaciones, alianzas estratégicas para las jornadas. Hacen lo posible por lograr becas que permitan a los chamos estudiar y encaminarlos a la preparación integral.

Vásquez celebra el hecho de que más de 30 chamos, entre ambas comunidades, ya estén centrados en el deporte y pertenezcan a la academia de Fundación Lala, por ejemplo.
La meta es poder llegar y aplicar este programa comunitario de promoción de la no violencia en más comunidades de Caroní. La disposición de los vecinos a dar el paso y convertirse en aliados es fundamental.

¿Cómo aportar?

En redes sociales podrán encontrar a la fundación como: Instagram: @masvidaven Tiene activa una campaña GoFoundme en la que desde el extranjero se puede colaborar. Alianzas: La Fundación Más Vida ha logrado contra con el apoyo de diversos actores sociales de Ciudad Guayana, entre ellos: Universidad Católica Andrés Bello-Guayana, Muraleja, Juntos por Caroní, Samuel Petit, Sierra Parima Futsal.

Vencer la apatía

-”Hay que vencer la apatía”, plantea el coordinador de la Fundación Más Vida, sobre todo entre los vecinos. Se debe estimular el liderazgo positivo. Que las personas puedan plantear sus ideas y buscar soluciones. Todos los sectores, iglesia, partidos políticos, Organizaciones No Gubernamentales, universidades, consejos comunales que quieran trabajar por la paz, por la No violencia, son necesarias para lograr los cambios.

Acción permanente

Cuando se recuperan espacios es necesario, según Vásquez, se deben tomar acciones, desde los vecinos, para su mantenimiento. La fundación permite reconocer y activar planes pero si no hay un verdadero cambio de consciencia y los beneficiarios no muestran interés en asumir su responsabilidad, no se logrará un verdadero avance. En Toro Muerto y Mini Fincas se cuenta con Willinton Imitola y Julio Vásquez, como coordinadores deportivos.

Actividades

Compartir en espacios de la Ucab-Guayana, en el Centro Cívico de Puerto Ordaz y hasta en el Parque La Llovizna son algunas de las actividades que ha planeado con la comunidad la Fundación Más Vida. Los niños y jóvenes muestran un cambio de actitud. Hay mucho aún por hacer y Vásquez busca motivar a más comunidades a tener sus comités deportivos. “Tienen que escuchar a los jóvenes”, recomienda.

Para 2020

Para este 2020 tienen en su agenda 3 grandes proyectos: -Consciencia y deporte: Desde los valores deportivos la formación de un agente de cambio. -Caimaneras juveniles: Aupar la interacción entre equipos de diferentes comunidades para abrir espacios de encuentro a través del fútbol. -Jóvenes y la afición: Organizar a los jóvenes para movilizarlos en una gran barra, con música, pancartas para poder asistir a diferentes partidos.

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