Maestros trabajan por vocación, “pero no da para comer”
Cada 15 de enero se celebra en Venezuela el Día del Maestro, quienes el año escolar pasado y el actual enfrentan dificultades ante la situación atípica por la pandemia de covid-19.
El Día Nacional del Maestro fue decretado por el general Isaías Medina Angarita, después de que el 15 de enero de 1932 se fundara la Sociedad de Maestros de Educación Primaria, en Caracas.
El objetivo de dicha organización era la lucha por la dignificación y por los derechos de los educadores, además de mejorar la educación en Venezuela. Cada 15 de enero servía de reconocimiento a este gremio.
“Para mí, el Día del Maestro significa un reconocimiento a la labor docente. Un reconocimiento y un respeto, que no nada más implica impartir conocimiento sino el trabajo que se realiza con cada estudiante a nivel psicológico, social y familiar”, expresó la docente Geymery Padrón.
Padrón, quien tiene 19 años de servicio, mencionó que cada 15 de enero se busca que la labor docente sea reconocida, respetada y valorada; que no solo sea un día de júbilo, sino todo el año escolar.
“Es un trabajo muy fuerte el que se realiza con cada estudiante, cada familia. Es un trabajo que se hace con y por vocación”, resaltó.
Ensayo y error
La maestra afirmó que la llegada de la pandemia los tomó por sorpresa en el tercer momento pedagógico del año escolar 2019-2020.
“Fue una experiencia de ensayo y error, a nivel de maestros, de representantes, llenos de mucha angustia y agonía. Cumplir las exigencias tanto del ministerio y lo que diariamente le damos a un estudiante en un aula, ahora es a distancia”, acotó.
Resaltó que fue un período fuerte de adaptación porque no contaban con las herramientas pedagógicas ni tecnológicas, desde las escuelas, el personal y los representantes.
“Las herramientas son una limitante muy grande, falta de Internet o por falta de un teléfono inteligente. Todo un reto”, añadió.
Padrón confesó que entre las dificultades de este año escolar atípico está la falta de acercamiento y la comunicación directa con los niños. “El cariño y la risa que un niño da a su maestra es único, eso reconforta cada día”, agregó.
El año escolar 2020-2021 comenzó de forma diferente porque ya contaban con una experiencia previa del inicio de la pandemia, la cual les permitió evaluar las dificultades y errores para mejorar y adaptarse a las nuevas herramientas.
“El profesor se pudo preparar mejor. En este nuevo año se han buscado las vías y el apoyo a nivel interno en las instituciones y con otras organizaciones para poder sobrellevar el trabajo a distancia”, dijo.
Fuerza de lucha
Rafael González, presidente del Sindicato Unitario del Magisterio (Suma Caroní-Piar), recordó que el Día del Maestro surgió de la lucha por las reivindicaciones económicas y de la educación.
El dirigente mencionó que, en los últimos cuatro años, el movimiento sindical del magisterio viene en deterioro porque se pierde la fuerza de lucha y entrega, situación que “arrecia desde 2019”.
“El magisterio venezolano atraviesa su peor momento. No es solamente la lucha contra el Ministerio de Educación, que es una pelea contra un muro porque no recibimos respuesta y no hay liderazgo que nos corresponda”, reveló.
González apuntó que cada 15 de enero debe tener las características de un día de lucha y protesta.
El directivo lamentó que no exista un sistema de bioseguridad para los docentes, las estructuras y las plantas físicas de las escuelas “se están cayendo”, y el Programa de Alimentación Escolar (PAE) no llega ni a un 30 % de los estudiantes.
González definió la situación actual de los docentes como un “escenario cruel”, en el que el Ministerio de Educación ha aportado buenas propuestas, pero no ocurren.
“Es un momento aciago para los educadores. Se terminó un año escolar con todos al pendiente de un proceso electoral, no importaba si los muchachos iban a la escuela, así nos encuentra este 15 de enero”, expresó.
Educación a un lado
El presidente de Suma Caroní-Piar listó entre sus reclamos ante el Ministerio de Educación que se ajusten los salarios de los docentes, los cuales están entre 1.800.000 y 2.500.000 bolívares quincenales.
“La educación que es la herramienta fundamental para salir de todos los problemas es dejada a un lado por los poderes públicos y hasta la propia población. La recuperación del país va a ser muy lenta o no será posible si no se tiene educación”, acotó.
González hizo un llamado al gremio a mantenerse en la lucha para salir de una “situación de luz roja”.
“Tenemos vocación, pero no da para comer. Tenemos tres años luchando y no hemos dejado de dar clases”, cerró.
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