Lucha contra el cáncer es cuesta arriba en Venezuela

En el año 2000 se fundó el Día Mundial Contra el Cáncer, el cual se conmemora cada 4 de febrero, como iniciativa de la Unión Internacional Contra el Cáncer (Uicc), una lucha que en Venezuela es cada vez más difícil.

El objetivo de este día es crear conciencia en todo el mundo, mejorar la educación y fomentar las acciones personales, colectivas y de instituciones, para “reimaginar un mundo en el que las millones de muertes evitables por cáncer no existen”.

De acuerdo con el portal oficial del Día Mundial Contra el Cáncer, cada 4 de febrero trabajan juntos para que exista el acceso por igual a todos al tratamiento que salven vidas, sin importar el lugar donde se viva.

“El Día Mundial Contra el Cáncer ha crecido hasta convertirse en un movimiento positivo para que todos, en cualquier lugar, se unan en una sola voz que se enfrente a uno de los mayores desafíos de nuestra historia”, expresan en la web.

Resaltaron que el lema de este año es “Yo soy y voy a”, como una forma de comprometerse en tomar acciones positivas a fin de reducir el número de muertes prematuras por cáncer y enfermedades no transmisibles para 2030.

Lucha titánica

A Inés González la diagnosticaron con cáncer de mama grado tres, en mayo de 2019.

Al informarle a sus hijos les pidió apoyo y mantenerse unidos, para iniciar la lucha. “No tenían ni idea de lo que venía, igual que yo”, admitió.

“Este proceso no es fácil, en ningún tiempo ni en ningún lugar del mundo y en un país como el nuestro se dificulta más. Es un transitar duro”, relató.

González resaltó que cuando su familia y amigos se enteraron de su diagnóstico recibió apoyo incondicional, tanto económico como afectivo.

“Cuando comencé el proceso, una persona muy querida me dijo que en el camino encontraría muchos ángeles y así es. Familiares, amigos y desconocidos se convirtieron en los proveedores de lo que he necesitado”, reveló.

La paciente de 55 años aseguró que, además de los “terribles” cambios físicos, lo más difícil es reunir los recursos para costear medicamentos y tener una buena alimentación, fundamentales en su patología.

“En este país no se puede ni comer bien (…) Cumplir con este requerimiento, con tratamiento, estudios y honorarios es titánico”, mencionó.

Después de dos años de su condición, superó etapas a las que “no le veía luz”, pero reveló que mantiene su esperanza y fe en Dios de que todo mejorará.

Creó una página para recaudar fondos y costear los gastos médicos; afirmó que “aún hay ángeles por conocer”.

Odisea

González cumplió un primer ciclo de quimioterapia con ocho sesiones. En su segunda fase eran 16, pero solo llegó a seis, interrumpiendo el proceso para realizarse una mastectomía radical.

Comenzó el tercer ciclo, aunque le correspondía radioterapia. “Al no tener recursos, no podía quedar desasistida”, añadió.

Lamentó que en el Instituto Venezolano de Seguros Sociales (Ivss) conseguía algunas medicinas, pero nunca el tratamiento completo y en ocasiones ninguno de los medicamentos.

“La búsqueda de medicamentos se puede definir como una odisea. Desde los estudios, honorarios médicos, hasta el tratamiento”, expresó.

Tratamiento costoso

El diagnóstico de Carmen de Rondón precisó un adenocarcinoma en el colon hace siete años, por lo cual cumplió con 12 quimioterapias.

Pero para el 7 de octubre de 2020 empezó a presentar dificultades respiratorias; al realizarle un ecosonograma y una tomografía de tórax, evidenció metástasis en los pulmones y la formación de un tumor en el hígado.

“Le mandaron su tratamiento para las quimioterapias en seis sesiones; hasta la fecha no se ha podido (…) A pesar de todo, lucha por su vida, no podemos pagar el tratamiento, es sumamente costoso”, expresó uno de sus familiares.

Uno de los hijos de la paciente de 65 años mencionó que no inicia las sesiones porque en el Hospital Uyapar ni en el Dr. Raúl Leoni (Guaiparo), han llegado las medicinas que requieren para el tratamiento.

Comentó que el único medicamento que se consigue es la eritropoyetina, por lo cual su estado de salud es delicado.

“Lo más difícil es ver que poco a poco se va apagando, bajando más de peso. Es lamentable ver que tu familiar, por falta de recursos y la situación del país, no pueda hacer su tratamiento”, lamentó

Ya tocaron las puertas de los hospitales de Ciudad Guayana, pero la respuesta es que el tratamiento no se consigue en Venezuela.

Destacó que hace siete años “les costó un poquito, pero gracias a Dios” hallaron sus medicinas y cumplió 12 sesiones de quimioterapia para salir adelante.

“Esta vez no corrimos con la misma suerte, tocamos puertas, buscamos ayuda, pero si no hay en el país, no podemos hacer nada. Es fuerte ver a tu familiar perder la batalla sin poder hacer nada”, cerró.

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