La odisea del servicio de gas doméstico

Isabel González tiene 55 años y vive en Unare II, Puerto Ordaz. Se levanta a las 3:00 de la mañana para prepararse, salir a “agarrar transporte público” y luego hacer una cola.

“Desayuno y me llevo algo para picar porque no sé a qué hora regrese”. También se equipa con una sombrilla, un banquito y termo con agua, pues el sol será su acompañante, además de otras personas, quizás en su misma situación.

La señora González cuenta que tenía tres meses esperando por la llegada del camión surtidor de gas doméstico a su sector, pero en vista de que esto no sucedió, además de los altos costos del servicio, optó por irse directamente a la planta de distribución más cercana, para hacer la diligencia.

En la planta, junto a otros en plena cola, encuentra diversas circunstancias, desde los que respetan el orden de llegada, hasta quienes venden cupos, tienen una lista, son amigos de alguien o familia de quien está directamente trabajando con este servicio.

“Hoy nos dicen que hay nuevos precios, creo que no me va alcanzar; pensar en devolverme, porque ando en transporte público, me da rabia; me toca ahora ir al banco primero; no puedo andar cargando este peso; me parece un abuso, hasta cuándo, nadie viene a poner control real sobre estos atropellos, porque eso es lo que es esto”, dice la señora González.

Las quejas diarias

Ernesto López, residente de la urbanización Gran Sabana, Puerto Ordaz, acudió al centro de distribución de Pdvsa Gas Comunal, ubicado en Unare, en el antiguo comedor municipal, y señaló que en este punto le informaron que ahora la responsabilidad de controlar y gestionar este servicio pasó a manos de la Gobernación del Estado Bolívar.

Declararon que los funcionarios que están ahora adscritos al centro les indicaron, de una manera poco formal, que ahora con la nueva administración “hay nuevas modalidades de cobro del servicio y también hay nuevos precios”. Según la colectividad se duplica lo establecido hace unos meses.

“Ahora por la pequeña hay que cancelar 11 mil 500, por la mediana, 18 mil y por la grande 28 mil bolívares y en billetes de 500, porque no hay punto y no aceptan otra forma de cancelar, entonces me pregunto ¿cómo es eso que la gobernación también está cayendo en eso de no respetar el cono monetario vigente?”, señala el señor López.

Exigen la Gaceta Oficial con la nueva orden y, sobre todo, las tarifas, porque “no pueden cada semana estar subiendo a criterio los costos de este servicio, que lo suministra una empresa del Estado y supuestamente tiene un subsidio”, recalcan.

Diariamente en este punto de distribución se atienden aproximadamente a unas 300 personas, que han tenido que pasar por varias penurias para poder acceder a este servicio, que es bien público, como expresan en plena cola mientras esperan ser atendidos o despachados.

El señor Luis Villalba, quien también acudió a este punto de distribución, dijo que los funcionarios que laboran en el sitio no están identificados, que atropellan a quienes están esperando por ser atendidos y que la situación que se vive los lleva a protestar, porque alega que “si no reclaman o denuncian, no van a buscar manera de resolverles el desastre en el que han convertido los servicios públicos, que ni lo son tanto porque los costos de los mismos sobrepasan el poder adquisitivo de las personas”.

“Nos preocupa que quienes llegaron ahora a controlar están generando más caos, hemos protestado, porque cada vez es peor esta situación con el gas, no todos tenemos cocina eléctrica o tenemos para comprar una, quienes vivimos en apartamento no podemos prender un fogón, que es otra opción”, manifiesta Virgilio Páez, residente de Villa Colombia, Puerto Ordaz.

Rebeca Mendoza, residente de Bella Vista, San Félix, indica que desde hace días les han ido aumentando la tarifa de este servicio, además que “es problemático obtenerlo porque no es constante ni responsable la distribución, ya que a veces es por cupo”.

Tibisay Lugo vive en Upata, está visitando a una hermana y le comenta que la Alcaldía de Piar intenta regular la situación allá; sin embargo, funcionarios de la municipalidad les afirman que si la colectividad no hace las denuncias correspondientes a los organismos competentes, no se podrá tomar las acciones necesarias para resolver el problema.

Estudios y realidades
El Observatorio Venezolano de Servicios Públicos, en su Diagnóstico del Servicio de Gas Doméstico en las principales ciudades de la República Bolivariana de Venezuela, ofrece los resultados de encuestas que aplicaron en febrero de este año.

Explicaron que “en los últimos meses del año 2018 y principios del año 2019, muchas han sido las manifestaciones que se han suscitado en el territorio nacional por las fallas en la distribución del gas doméstico, déficit de bombonas en calidad y cantidad, daño de las unidades de transporte primario y secundario de Gas Líquido del Petróleo (GLP), así como plantas de llenado y de distribución con gerencia no óptima, factores que han incidido para incluir en esta segunda fase de consultas dicho servicio”.

En la misma investigación documentaron que en la primera consulta determinaron que 95% de los consultados depende de gas para cocinar. Asimismo, que 79% utilizan gas por bombonas, servicio que atraviesa una severa crisis, y que 21% cuenta con el servicio directo.

Esta situación también está representando un desafío para muchos vecinos de conjuntos residenciales en Ciudad Guayana pues quienes cuentan con el servicio de llenado también deben asumir altos costos, primero por el servicio como tal y segundo por lo que implica el traslado y transporte del mismo hasta sus residencias.

“Hay un aumento vigente desde el 1 de agosto, de acuerdo a una información suministrada por la Gerencia del Despacho Pdvsa Gas Comunal. Pero eso no tiene sentido, yo tengo un negocio y estoy pagando más en mi casa que acá”, apuntó Guillermo Fuentes, que tiene una pequeña panadería en San Félix.

Voceros de Pdvsa Gas Comunal hablaron recientemente de un incremento en las zonas residenciales a Bs. 500 y a Bs. 1.000 en zonas comerciales.

Sin embargo, hay quienes exponen que quincenalmente están cancelando entre 13 mil y 19 mil bolívares por apartamento, haciendo del servicio algo muy costoso para ajustarlo a su presupuesto familiar.

“Nos perjudicamos todos porque si no pagamos al momento, no podemos solicitar el llenado y entonces cómo cocinamos”, aclaró Ivo Palma, quien vive en Alta Vista, Puerto Ordaz.

Alternativas

“En mi casa últimamente si voy a cocinar armo mi fogón, como lo tenía mi abuela; no puedo darme el lujo de gastar el gas, porque ahora es eso, un lujo. Soy pensionada no me alcanza y no puedo andar en tanto agite”, declaró Grecia Marcano residente de 25 de Marzo, San Félix.

Por otra parte Yorber Pulido, quien vive en Los Olivos, Puerto Ordaz, comentó que tuvo que vender artículos personales para poder comprar una cocina eléctrica. “Hice el sacrificio porque no fue que pude ahorrar, ahorita eso no se puede hacer y menos en bolívares, espero que no persistan los problemas con la luz porque se me va a complicar la situación y esto más que todo lo hago es por la comida de mis hijos, que ya van a comenzar las clases, mi esposa y yo tenemos que trabajar y nos toca rendir el tiempo y el dinero. El tema de la bombona será cuando tenga chance y agarre un poco más de dinero”.

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