La escuela en casa es “todo un reto”

Ya ha transcurrido más de un mes desde que inició el estado de alarma en Venezuela, razón por la que los niños y adolescentes se mantienen en casa obedeciendo la medida de cuarentena obligatoria.

Son cinco semanas que tienen los padres y representantes haciendo grandes esfuerzos para implementar el plan “Cada familia, una escuela” para garantizar la culminación del año escolar 2019-2020.

Sin embargo, para cada familia la situación puede ser diferente, pues no todos tienen aparatos electrónicos que les permitan estar en contacto con maestros y profesores. Al problema se suman las constantes fallas de Internet.

Perla Macuare, quien además de ser representante, también es maestra, aseguró que estudiar desde la casa es “excelente” siempre y cuando se cuente con las herramientas.

Lamentó que la mayoría no tenga acceso a Internet. Aunado a esto, las fallas en las líneas telefónicas dificultan la relación maestro-representante.

Además, comentó que ya los libros no son un apoyo ideal porque no están actualizados. “Puedes tener libros en tu casa, pero son muy viejos y las cosas han cambiado demasiado”.

Totalmente nuevo

Macuare aseguró que este sistema es totalmente novedoso tanto para los padres como para los maestros. “Es un proceso de adaptación y paciencia para que esto se pueda llevar a buen término”.

Asimismo, Helen Hernández considera que “aunque la explicación es personalizada por los papás, hace falta la parte pedagógica que da la maestra”.

Igualmente, las representantes coincidieron que el estrés que genera el encierro, cumplir también con el trabajo y las actividades del hogar hace que la paciencia se agote mucho más rápido.

“Hay que dedicar mucho tiempo en la explicación de las actividades y tareas. No te puedes separar, es difícil la situación, pero hay que dedicarse”, aseguró otra mamá.

Falta de equipos

También, otra representante alegó que a pesar de que las escuelas están cumpliendo con la asignación de las tareas, “en muchas ocasiones se nos complica cumplir con las investigaciones, ya que no contamos con libros y menos con computadoras”.

No obstante, reconocieron que los maestros son pacientes y esperan por los trabajos asignados. Agregaron que de notar la ausencia de algún niño “escriben por mensaje privado y solicitan al representante su status y el motivo por el cual no está participando en las actividades diarias”.

Hernández señaló que en el colegio de su hija dan una prórroga hasta el día sábado para la entrega de las asignaciones, “pero impiden la comunicación directa con la maestra, todo se tiene que canalizar por el delegado, y el delegado a su vez con la coordinación”.

Una de las delgadas del salón de su hijo explicó que tienen dos casos de niños que no tienen Internet, por lo tanto, la maestra ha realizado excepciones en la forma de evaluarlos. “La semana pasada los llamé y hablé con ellos sobre los tema de las actividades”.

Muchos no están de acuerdo

Evelyn Millán expresó su descontento con el sistema de educación por Whatsapp. Señaló que en su caso “mandan tareas largas y si no se las mandas en el transcurso de la mañana después no las quieren recibir”.

Betania Moya coincidió en que “no es lo correcto”, ya que no es igual la pedagogía que tiene un docente “capacitado y estudiado” a lo que un papá pueda reforzar en casa.

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