Jesús María Casal: El derecho es esencial para recuperar la democracia en Venezuela
Lograr la recuperación institucional de Venezuela es uno de los objetivos planteados en la propuesta académica de Jesús María Casal, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), juramentado oficialmente en abril pasado por el Consejo Universitario de la casa de estudios.
En medio de un país inmerso en la “polarización y los extremismos”, el abogado egresado Summa Cum Laude de la Ucab en 1988, quien ocupa el cargo por segunda vez, manifestó que las universidades deben conservar su identidad y proyectarse como un espacio plural en el que participen todos los actores.
“La universidad tiene que mantenerse como un espacio plural, que desde los saberes, dé un aporte, y eso implica, a veces, desde la valentía de la ciencia, enfrentar situaciones que se consideran indebidas, pero siempre desde esa óptica peculiar en la cual distintos actores puedan dar sus puntos de vista en función de construir una solución”.
El jurista e investigador de su alma mater y la Universidad Central de Venezuela (UCV) conversó con Diario PRIMICIA sobre los retos y desafíos a los que se enfrenta en esta nueva gestión como decano, en un contexto de profunda crisis social y económica.
Casal, doctor en derecho de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Derecho Administrativo de la UCV, ha hecho aportes significativos al Derecho Constitucional e importantes contribuciones al estudio de los derechos fundamentales y el constitucionalismo latinoamericano. Sus más recientes investigaciones: el libro “Asamblea Nacional contribuciones democráticas y obstáculos inconstitucionales a la reinstitucionalización” y el anuario “Estudios constitucionales parlamentarios”.
-En esta su segunda gestión al frente de la Facultad de Derecho de la Ucab ¿qué propuestas nuevas están planteadas para la carrera de derecho?
–En comparación con el primer período la situación del país es muy distinta, hay una diferencia profunda del entorno y los problemas son diferentes. En aquel período no tenía que ocuparme de temas relativos a la matrícula o número de inscritos, en cambio ahora esto sí es importante, pues ahora prevalece el tema de la reducción de la economía y las restricciones que hay en el país. Observamos que ha disminuido un poco el interés por estudiar derecho y eso no es sólo en la Ucab sino en todas las universidades. Debido a la situación de crisis de las instituciones muchos estudiantes quieren emigrar y estudiar carreras que les permitan ejercer en el exterior. Pero hemos tratado de promover muchas actividades que mantengan a la facultad despierta y con ánimo de involucrarse en los temas de interés público y que sepa canalizar las peticiones y solicitudes de los estudiantes. Hemos venido trabajando en reuniones periódicas con profesores y estudiantes, promoviendo foros y jornadas internacionales e iniciativas vinculadas al estado comunal, opiniones sobre proyectos de ley, todo en función de tener una facultad involucrada en la agenda del país.
-La deserción estudiantil sin duda es un grave problema social que afecta el proceso de formación de nuevos profesionales, ¿Como autoridad de educación superior a qué atribuye esta realidad?
–En el momento en que comenzó esta situación general de crisis en el país, afortunadamente la Ucab estaba consolidada como una institución educativa muy fuerte, de mucho prestigio. Hemos logrado que la oferta académica y la calidad del personal docente se mantenga y no se vea afectada. La pandemia ha traído también como consecuencia la incorporación de docentes que están en el exterior que trabajan por la vía virtual. Es una realidad que la Ucab ha sabido manejar.
-¿Por qué es importante la carrera de derecho en un contexto como el de Venezuela y cómo se adapta a las exigencias del campo laboral tanto dentro como fuera del país?
–Yo observo con mis estudiantes que hay todavía una buena cantera para encontrar allí vocaciones para el derecho y ellos están muy interesados por entender la historia, tienen más interés ahora que antes, sobre todo por entender qué nos condujo a una situación como esta y los veo más en la línea de construir un futuro, esta es una generación de estudiantes que va con una perspectiva distinta a la de cinco años atrás, cuando se les notaba más apesadumbrados observando un país que de manera inexorable se estaba derrumbando. Hoy en día los estudiantes ya asumieron que hay algo que quedó atrás y que nos toca a nosotros construir y eso es una energía positiva y muy aprovechable. Estamos transmitiéndoles la idea de que pensamos que puede lograrse la recuperación institucional del país y que ellos van a ser esa generación que va a involucrarse directamente en ello, creo que si logramos esa conexión se puede generar un proceso positivo para lograr esos objetivos.
¿Cuáles serían esos mecanismos para lograr la recuperación institucional del país de la que habla?
–No podemos quedarnos con ese sentimiento de pesadumbre, tampoco de resignación, el objetivo es canalizar positivamente esa energía y lo estamos haciendo discutiendo los problemas concretos del país. Estamos generando espacios de discusión, de debates, de propuestas, es muy importante que todos sepamos involucrarnos en ese nuevo espíritu. La realidad que tenemos es esta y tenemos que verla a la cara, y a partir de ese reconocimiento enfrentarla y cambiarla.
-Son más de 30 años de trayectoria, ¿De sus últimas publicaciones o proyectos de investigación en el área de derecho qué nos puede comentar?
–Sí, justamente acaba de publicarse el libro “Asamblea Nacional contribuciones Democráticas y obstáculos inconstitucionales a la reinstitucionalización” en su segunda edición ampliada y el anuario “Estudios constitucionales parlamentarios” que reúne distintos trabajos y material sobre derecho constitucional y parlamentario.
-¿Hay investigaciones en curso en la facultad en materia de Derechos Humanos?
–Sí, tenemos estudios recientes sobre Derechos Humanos y derecho a la democracia, sobre el derecho a vivir en democracia desde una perspectiva actual y otros temas de investigación sobre derecho constitucional donde se recogen varias decisiones de la Unión Interparlamentaria en relación a diputados venezolanos y del Comité de Derechos Humanos de los parlamentarios.
-¿Cuáles son esos retos y desafíos académicos a los que se enfrenta hoy día el sector universitario?
–Son muchos retos. Con motivo de la pandemia hay estudios internacionales que indican que la desigualdad se ha profundizado en el mundo, generando más discriminación además de todos los efectos sobre la vida cotidiana, la salud, y eso también se ve en Venezuela, donde se han radicalizado las desigualdades. El efecto de la pandemia ha tenido sus pro y sus contras, porque ahora que estamos volviendo a las clases presenciales a veces notamos excusas por parte de los alumnos que antes no se veían, bien sea por algún emprendimiento, trabajo, etc., y es obvio que esto tiene que ver con la necesidad de buscar recursos para complementar los ingresos. Hay que entender que la educación presencial es insustituible, hay una serie de contenidos, destrezas, habilidades que no pueden adquirirse a distancia.
-¿Cuáles serían los mecanismos o estrategias en materia jurídica para impulsar un cambio político en Venezuela, y qué puede aportar la Ucab en ese sentido?
–La necesidad de promover un espíritu nuevo, el país ha estado preso y con una serie de dilemas y en ese dilema nos preguntamos si actuamos ahora o esperamos a que estén dadas las condiciones óptimas. Todos esos dilemas se han ido deshaciendo un poco, han ido demostrando sus debilidades y ha ido prevaleciendo más la idea de que el momento para dar todo lo que podemos dar es ahora. No tiene sentido diferir el qué hacer al momento en que alguien cree las condiciones óptimas para empezar a trabajar por el país, hay que ver la realidad que tenemos ahora. Se trata de mantener una lucha por los principios democráticos y al mismo tiempo esforzarse por mejorar al país desde el punto de vista institucional.
-¿Es posible desde el derecho fortalecer la democracia?
–Sí, es esencial porque el derecho implica que hay un marco constitucional, que hay unas reglas que todos los actores políticos asumen como válidas, que dentro de todas las diferencias que tenemos hay un marco de principios que debemos entender y respetar, es decir el derecho tiene que ser un elemento esencial de esa recuperación del país a partir de los principios que establece la constitución.
¿Cuál es el destino de las universidades en Venezuela?
-Las universidades deben sobre todo insistir en hacer valer su identidad en medio de un país sumido en la polarización y los extremismos. Las universidades tienen que mantener su identidad, como un espacio plural, que desde los saberes, dé un aporte, y eso implica, a veces, desde la valentía de la ciencia, enfrentar situaciones que se consideran indebidas, pero siempre desde esa óptica peculiar en la cual distintos actores puedan dar sus puntos de vista en función de construir una solución.
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