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Incrementan robos en autobuses

Los robos en autobuses siguen siendo el dolor de cabeza de quienes están en la obligación de utilizar el servicio tanto para ir al trabajo, como para cualquier diligencia.
jueves, 19 septiembre 2019
Ángel García | Conductores repudían ser señalados de cómplices de los robos

Quienes usan el transporte público están expuestos a robos y hurtos, tanto en las paradas como dentro de las unidades.

A través de las redes sociales, distintos organismos de seguridad aseguran estar trabajando en un constante operativo en las paradas de transporte público, con la finalidad de disminuir el índices delictivo.

Sin embargo, los ciudadanos aseguran que los oficiales no son constantes en el patrullaje y las irregularidades tienen continuidad.

En San Félix, los puntos de mayor riesgo son la avenida Guayana, a la altura de la pasarela de Campo Rojo, la pasarela de La Salle, Los Sabanales y El Roble.

Aparentemente, esas son las zonas de mayor vulnerabilidad para cometer la fechoría sin ser capturados.

Eso lo ratifican los profesionales del volante en Caroní.

Una informante
Según, los conductores, el modus operandi de los ladrones en los últimos dos meses, es usar a una mujer “para que cante la zona”.

Un conductor que cubre la ruta por la avenida Leopoldo Sucre Figarella, mejor conocida como -Macagua-, relata que “una mujer se sienta en el último puesto y cuando el chófer comienza el recorrido, ella saca el celular y empieza a llamar. Va diciendo a qué altura va y luego que pasamos por Alta Vista, en la parada de La Fuente, se suben dos tipos a los que ella, les entrega las pistolas y roban”.

Sigue contando que “uno apunta al conductor y obliga a desviar la ruta por la avenida Guayana”.

“Antes de pasar frente al parque Cachamay, ya han quitado todo lo de valor a los pasajeros y poco antes de cruzar el puente de Campo Rojo, se bajan”.

Comenta que en ocasiones los pasajeros, los señalan de ser cómplices en el robo, “pero la verdad es que nosotros somos una víctima ­­­­más, porque aunque no lo crean nos quitan celulares y el dinero que tenemos en ese momento”.

“Algunas veces, nos golpean o agreden al cobrador. Si se montan a robar, tratamos de no oponernos porque nadie quiere perder la vida por algo material que más adelante se puede recuperar”.

Otro profesional destaca que “hace un mes, la misma mujer se subió al autobús y aplicó el mismo plan, pero esa vez la capturamos y dimos aviso a los policías, pero ese mismo día la dejaron libre”.

Ninguno de los conductores decidió identificarse ni dar el nombre de la asociación de transportista a la que pertenecen.
Insisten en que cubrir la demanda de pasajeros es “mucha responsabilidad, porque somos víctimas y señalados de un delito en el que no tenemos ninguna participación”, destaca un chófer.

“Todos somos afectados por la inseguridad y los organismos de seguridad no se ocupan en brindar apoyo a los ciudadanos. Aquí no se aplica la ley como debería ser. Si los vemos en las paradas, pero menos de cinco minutos y solo para tomarse fotos”.

Lo necesario
“Cuando no roban en la parada, se sumen los malandros y nos quitan hasta la comida que llevamos para el trabajo”, relató Carmen Guerra.

Ella, es una guayanesa y como “toda mortal” se ve en la necesidad de su usar el transporte público a diario.

Carmen vive en Vista al Sol, en San Félix. Cuenta que se levanta muy temprano para organizar las cosas del hogar y dejar a los niños listos para que asistan a sus actividades escolares o extra académicas.

Camina tres calles hasta llegar a la avenida principal donde pasa el bus que la lleva hasta una parada donde sube a otra unidad para al fin, llegar a su puesto de trabajo que queda en Alta Vista, Puerto Ordaz.

Recuerda que en más de tres oportunidades ha sido víctima de un asalto a mano armado en un transporte público.

Los delincuentes la han dejado sin documentos, tarjetas bancarias, dinero en efectivo y sin celular.

“Ahora no llevo el teléfono a mi trabajo por temor a quedar otra vez, incomunicada. Solo llevo el efectivo necesario para el pasaje y nada de valor”, agrega.

En ese mismo orden de idea, José Hurtado, comenta que usa cuatro autobuses a diario; “dos para ir al trabajo y dos para volver a la casa”.

“Ya perdí la cuenta de las veces que me han dejado sin un bolívar en la calle. Los delincuentes te ponen el ojo y te obligan a entregar todo. No podemos resistirnos porque entonces nos golpean o nos descargan la pistola. Nadie quiere ganarse un tiro por no entregar el efectivo o un teléfono”.

Hurtado considera que los cuerpos de seguridad, deben mantener un constante operativo en las paradas urbanas.

También, activar alcabalas en puntos improvisados para que puedan verificar la normalidad durante el recorrido de la ruta.

“Los policías están en algunas paradas solo para tomarse fotos. No hay un constante operativo con el que puedan prevenir los robos”, señala.

Hurto
Otro de los delitos con frecuencia en el transporte público, es el hurto de monederos y celulares.

Luis Liendo expresa que “si no es con una pistola o cuchillo, igual quedamos sin nuestras pertenencias”.

“En el mes de junio, estaban en un BTR, con destino a Puerto Ordaz, eran las 11:00 de la mañana y me levanté para ceder el puesto a una mujer embarazada. Tenía mi celular en un bolsillo delantero y no sé en qué momento, me lo sacaron. Antes de bajarme, revisé a ver si lo tenía y era muy tarde. Traté de ubicar a un sospechoso pero estoy seguro que se bajó en la parada siguiente después de sacarme el celular”.

Denuncias
Muy pocas personas se atreven a realizar la denuncia por robo en los autobuses.

Aquellos que se atreven a ir a los centros de coordinación policiales, principalmente resaltan haber quedado sin documentos personales.

De hecho, así lo certifica un oficial de la Policía del Estado Bolívar (PEB).

“La mayoría de los que denuncian lo hacen porque quedaron sin cédula. Si en el asalto quedan con sus documentos personales, no se molestan en venir a los puestos policiales”.
Informa que al mes, reciben entre tres y cuatro notificaciones de robo en autobuses, pero las víctimas no denuncian.

“Si por cada robo, las víctimas acudieran a testificar, pudieran colaborar con el trabajo de investigación y los oficiales lograramos la captura de los bandidos. Pero no tenemos el apoyo de los ciudadanos para disminuir el delito”.

Cerifica que el delito de hurto en bus es el menos notificado. Sin embargo, ocurre con frecuencia.

Desde la PEB, han anunciado patrullajes constantes en distintos puntos de seguridad.

Los uniformados de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), con frecuencia en horas de la mañana, instalan un punto de control en la pasarella de Campo Rojo, sentido Puerto Ordaz-San Félix.

Pide más apoyo

Los ciudadanos consideran que los cuerpos policiales, deberían mantenerse en las paradas de transporte público y realizar alcabalas improvisadas en las rutas, para disminuir el índice delictivo dentro de las unidades.

 

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