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“Hay alimentos pero no alcanza el salario”

Los consumidores compran entre dos y tres productos de la canasta básica.
martes, 17 septiembre 2019
Archivo PRIMICIA | No compran todos los productos de la canasta alimentaria

Aunque la palabra “desabastecimiento” sigue resonando y en algunas cadenas de supermercados quizá no se encuentren todos los alimentos de la canasta básica, actualmente, la situación es distinta y cada vez son más los pequeños establecimientos, bodegones, negocios y puestos que ofrecen de todo, pero a precios impagables.

Harina de maíz, arroz, mantequilla, harina de trigo y espagueti, están de manera permanente en los anaqueles, algunos de marcas nacionales, pero también mucha mercancía importada.

En su mayoría, los productos son traídos desde la línea fronteriza con Brasil. Y el monto se basa en el valor del dolar por día.

También influye si al momentos de cancelar será con tarjeta de débito o con dinero en efectivo.

En algunos casos, los vendedores fijan el precio de un artículo en 10 mil bolívares con efectivo y en 12 mil bolívares con punto de venta.

Es poca la estabilidad de precios. Sin embargo, el salario mínimo se mantiene y es muy poco para lo que alcanza. 40 mil bolívares mensuales y una cestaticket de Bs. 25 mil es todo lo que reciben muchos.

Precios

El precio del dólar paralelo, aunque bajó, elevó los precios de cada producto y así quedaron.

La harina de maíz se consigue desde 24 mil bolívares, el arroz en 17 mil y hasta 30 mil, leche de 500 gramos entre 48 mil y 70 mil bolívares y la harina de trigo 20 mil.

Mientras que el queso se consigue en 56 mil, el cartón de huevos entre 80 mil y 100 mil, la mantequilla de 500 gramos en 40 mil.

Estos resultan ser los productos que tienen mayor demanda en los establecimientos comerciales. Los guayaneses planifican sus compras de acuerdo al ingreso que perciben.

“Para tres productos”

Miledys Ricardo cuenta que con el sueldo mínimo compra Bs. 10 mil de recorte especial de pollo, una harina artesanal de maíz y gasta Bs. 20 en hortalizas.

Revela que esos alimentos cubren la comida de cuatro personas durante dos días.

“El resto del mes, se va comprando sobre la marcha”, dice.

Cuenta que ahora no está funcionando el comprar los artículos con efectivo, debido a la negativa de los comerciantes informales y formales de aceptar billetes de baja denominación.

“En el banco están entregando billetes de Bs. 200 y no está resultando factible sacar el dinero para luego ir a los mercados, porque los vendedores rechazan el billete de Bs. 200”.

Reconoció que, a diferencia de años anteriores, hay productos de la canasta familiar en los locales, pero el sueldo no alcanza ni para cubrir 10% de lo necesario para mantener una alimentación balanceada.

“Hay que variar un poquito para que alcance el poco sueldo. Si este mes se compró pollo, el otro se compra un kilo de sardinas y dos kilos de yuca para así tener la garantía de comer al menos un día”.

Aparte de tener un empleo fijo, decidió generar otra entrada de dinero, a través de la venta informal de alimentos. “Decidí vender café, azúcar y huevos en mi casa, para así ir sumando dinero que me ayudará a cubrir la comida que necesitamos y además, el pasaje para ir al trabajo”.

Pero Miledys no puede comprar productos de higiene personal.“Si compro un jabón de baño, no compro detergente para lavar la ropa, ni para limpiar el hogar”.

Ana Sánchez es madre de un menor de un año de edad y aún lo alimenta con productos lácteos, que cada día están “más caros”.

Además, la compra de pañales es otra de sus necesidades y cada paquete de siete cuesta 40 mil bolívares.

“Para alimentos y en productos de higiene personal, solo para cubrir hasta 10 días, se gasta cuatro veces más del salario mínimo”, argumentó.

“Dolarización informal”

A juicio de Fidel Hernández, presidente del Colegio de Economistas del estado Bolívar, la presencia de productos importados es parte de la dolarización informal.

“Están abasteciendo el inventario a partir de la importación, pero eso no certifica la garantía de compra de los consumidores. Esos precios no están al alcance de la mayoría”.

Fue tajante al ratificar que “antes no había productos y hoy, la mayoría de la población no tiene el dinero suficiente para abastecerse. Esta disminuyendo el consumo alimenticio”.

En contra de un aumento

Desde hace varias semanas hay rumores de un incremento salarial.

Ante la sospecha de un nuevo ajuste, Fidel considera que un ajuste “no debe canalizarse sin la participación de empresarios y trabajadores”.

Considera que “ellos deben participar en la fijación de salarios porque son los afectados directos por la inflación”.

Concluye que “no todas las empresas tienen la misma estructura de costo, significa que un aumento afecta la estabilidad empresarial”.

Respecto al ingreso de los empleados, indica que “se ha visto que hay empresas que están pagando a sus trabajadores en divisas y con más frecuencia que los empresarios están pagando bonos de transporte y médicos, para mantener una nómina, pero tampoco es rentable para la economía”.

Mercancía de baja calidad

Yorman Hernández, presidente del consejo consultivo de la Asociación de Comerciantes y Empresarios del Centro de Puerto Ordaz, expresa que al no haber producción nacional, los venezolanos se ven obligados a consumir productos que no son de calidad.

Comenta “que el estado Bolívar, al ser un estado fronterizo favorece en el sentido de traer mercancía, pero solo lo básico y de mediana o menor calidad. No hay variedad, ni es suficiente la mercancía para cubrir la demanda de población”.

Mantiene la posición de que “el poder adquisitivo del venezolano se pulverizó y es por eso que los anaqueles están repletos de comida, porque no todos tienen para comprar”.
Insiste en que uno de los sectores que más afectados es el sector panadero. “En la entidad hay panificadoras que consumían 10 sacos de harina de trigo y hoy están usando solo dos. También ha mermado la calidad del producto”.

Considera que “los anaqueles pintan una realidad que no es tan real, porque la situación en cada hogar para mantener una dieta alimenticia es terrible”.
Hernández citó la cifra de las Naciones Unidas: 87 % de los venezolanos vive en pobreza extrema.

“Son muy pocos los que tienen para cubrir alimentación, ropa, salud y educación. Todos están aplicando alternativas que les genere un ingreso salarial extra del legalmente establecido por el Estado”.

Recalca que los comerciantes son señalados de especuladores, pero la realidad es que “también son víctimas de la mala situación económica que estamos atravesando para mantener un inventario”.

Cierra diciendo que “los comerciantes tienen que hacer magia para sostener sus anaqueles y una nómina fija de empleados”.

Según él, si el Gobierno nacional anuncia un control de precios, “muchos comerciantes van a estar obligados a cerrar sus puertas”.

“Para mediados del mes de noviembre, hay rumores de empresarios que quieren cerrar sus puertas hasta el próximo año, porque prefieren mantener la mercancía almacenada que tener pérdidas económicas”.

 

 

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