Familia de la madama Lilia Brown mantiene vivo su legado
Israel Brown, integrante de la Fundación Carlos Small y Cecilio Lazar de El Callao, tiene un profundo sentir por los carnavales, al igual que el resto de la familia; llevan en alto el legado que dejó su madre Lilia Brown.
Lilian, de origen trinitario, es una reconocida madama que hizo historia por la confección de los trajes en la comparsa de la Negra Isidora y del que era parte en el comité organizador.
Una madre abnegada y con un don para la costura. Su hijo Israel la recuerda como una mujer apasionada, dedicada a un trabajo hermoso y de estilo único. Comenzó desde los 15 años y hasta sus últimos días en 1999, estuvo sentada en la máquina de coser. Su hermana menor Ana Lilia, ahora es la heredera de este don.
“Le encantaba el calipso, podía estar muy enferma en el mes de noviembre o diciembre, pero en enero empezaba a prepararse, pues el carnaval era sagrado”, es el mismo sentimiento que siente Israel; confiesa en una entrevista a PRIMICIA que esta tradición no lo llevan en la sangre, “lo llevamos en los tuétanos”.
Cuenta que Lucía Isidora Agnes (La Negra Isidora) sabía la calidad de costurera que era su madre. No solo se trata de la costura, también del corte y darle forma. En esos años Lilian Brown podía confeccionar un total de 20 trajes de madamas, otros 12 a 15 de los Diablos Danzantes, además de algunos disfraces de fantasías de la época.
El tradicional traje de madama está compuesto de cuatro partes: el enagua o fondo, el vestido, el fola a la altura de los hombros y el turbante para el cabello. Antes usaban tres tipos de vestido, uno para estar en casa, otro para ir al mercado y otro para ir a la misa.
Cultura
Brown agrega que proviene de dos grandes madamas, Lilia y Cevita; en principio eran un grupo familiar pequeño, pero luego de seis y ocho hijos cada una, hoy ya suman 87 en total -entre hijos, nietos y bisnietos- que en su mayoría participan en las tradiciones del carnaval de El Callao como músicos, cantantes y madamas.
“Mi madre trabajó por más de 40 años hasta su muerte sentada en una máquina; era religioso el domplin, Yinyabié, estaba en la mesa servido, además del Quinchoncho y Palo a’ Pique. Nos enseñó mucho del arte culinario de El Callao, esas grandes madamas venían de Martinica, Trinidad y Tobago, eran las amas de llaves de las cosas pudientes y encargadas hasta de la enseñanza”, cuenta.
Dentro del hogar hablaban el inglés y entre los adultos se comunicaban en patuá, este último se fue perdiendo con los años tras el fallecimiento de los ancestros.
Música
La familia participa en diferentes agrupaciones, unos tocan en la Nueva Onda, Nueva Generación, Miguel y sus Muchachos, otros con la Fundación Carlos Small.
Desde Cerro Molino bajan hasta la Plaza Bolívar en comparsa todos los Brown con sus trajes típicos, incluso Israel viste un traje tradicional con un sombrero originario de la comparsa de Humberto Guadas por cuarenta años.
“El domingo de carnaval le hacemos honor a nuestra madre, para mí es el abreboca de los carnavales, porque iniciamos con una misa pidiéndole a Dios que todo salga bien, por todos los que nos visitan”.
Por otra parte, agrega que sus hermanas y primas están denominadas como “Las Voces Blancas de la Nueva Onda”.
Israel estuvo con la Renovación de El Calipso por 35 años y de 2009 fundó la Fundación Carlos Small Cecilio Lazar como calipso tradicional, plantea que está de acuerdo con la evolución pero sin desviarse del calipso originario de El Callao, “la esencia del calipso es el tambor, el cuero de la mano con el cuero del tambor y el bumbac”.
“De las nuevas generaciones se están levantando, hay cantantes y músicos, como siempre digo, la calle que ha parido más cultores en El Callao es la Bolívar allí están los Guadas, Sánchez, Emanuelli, Briceños, hasta llegar al Calvario con la Familia Evans”, a parte de los Brown.
El legado pasa de generación en generación, por ejemplo, la única hija de Israel desde los ocho meses viste de madama en honor a su abuela, hoy tiene 21 años. Al igual que su nieta desde los cinco meses también lleva el vestido, al que Israel se mostró orgulloso de los valores de sus padres.
Tanto era el amor que sentía Lilia por el traje de madama, que su petición al fallecer fue despedirla con este traje, “así lo hicimos”.
Desde los nueve años, Israel participa activamente en las tradiciones, se graduó en Mérida como Ingeniero Forestal y en el 1985 inició su jornada laboral en la CVG, pero a parte de sus logros profesionales no dejó de lado su historia y las raíces que hoy mantienen vigentes los Brown en las calles de El Callao al ritmo del calipso en cada carnaval.
Patrimonio Cultural
Desde 2016, el carnaval de El Callao en el estado Bolívar fue declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humildad.
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