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Las morochas Velásquez: una vida dedicada a la cultura, el sabor y las tradiciones

Una vocación que nació en la Universidad y se quedó para siempre
jueves, 11 diciembre 2025
Karla Ávila Morillo | Las hermanas Nidia y Nilda Velásquez han construido un camino propio en el mundo cultural y gastronómico de Ciudad Guayana.
Las hermanas Nidia y Nilda Velásquez, conocidas en la comunidad como las famosas “Morochas Velásquez”, han construido durante décadas un camino propio en el mundo cultural y gastronómico de Ciudad Guayana. Su historia combina tradición familiar, formación autodidacta y una pasión inagotable por crear, enseñar y preservar los sabores y expresiones de la región.
Una vocación que nació en la Universidad y se quedó para siempre
Ambas recuerdan que su interés por la cultura comenzó mientras estudiaban en la Universidad de Oriente (UDO) en Ciudad Guayana, donde participaron juntas en talleres de teatro. Aquella experiencia sembró la semilla artística que las impulsó a formarse en distintas áreas culturales.
“Siempre juntas”, recalcan, coincidían en teatro, música, actividades extracurriculares y una clara disposición a explorar nuevos lenguajes marcaron sus primeros pasos.
También tuvieron vínculos con corales locales gracias a la familia. Su primo, el recordado director Erasmo Bejas, las inspiró en el ámbito musical, aunque el canto no fue su camino principal, el arte siguió siendo un eje en común.

El legado familiar del pan y el nacimiento de dos emprendimientos

La pasión gastronómica viene de su madre, la enfermera Ismenia Colmenares, reconocida trabajadora del antiguo Hospital de Ferrominera Dr. Américo Babó en el municipio Caroní, quien les enseñó desde niñas a elaborar pan casero. Esa herencia se convirtió años después en uno de los motores de sus emprendimientos.
Nidia fundó su panadería “La Baguette”, registrada legalmente y equipada gracias al apoyo familiar y de allegados. Desde allí elabora panes franceses, baguettes, pan hawaiano y, especialmente en diciembre, el tradicional pan de jamón, disponible por encargo en dos tamaños.
“Mi mamá nos hacía el pan cuando éramos niñas. Casi todas las hermanas heredamos esa tradición”, recuerda.
Por su parte, Nilda desarrolló su marca “Placeres” —nombre inspirado por la idea de Giusy Balbo— dedicada a vinos artesanales, licores, mermeladas gourmet, cremas y salsas especiales. Trabajan manos distintas, pero con la misma esencia desarrollan una gastronomía con sabor familiar.
Vinos artesanales, licor de sarrapia y sabores que cuentan historias
La exploración gastronómica de Nilda la llevó al mundo de los vinos artesanales de la mano de amigos profesores guayaneses que la guiaron en sus primeros cursos y encendieron esa chispa en ella. Su primer vino fue el de uva playera, pero pronto comenzó a experimentar con cerecita criolla, parchita y otras frutas.
Uno de sus grandes intereses es la sarrapia, la “vainilla regional”. Aunque no siempre es fácil encontrarla, señala que aún existen árboles en parques de la ciudad, sin embargo, también tienen sus proveedores particulares. Con la semilla de la sarrapia elabora licores y aromatiza vinos, y ahora trabaja en crear una versión hecha directamente con la pulpa de la fruta.
También prepara licores de café, amaretto, frangélico, limoncello y una gama de bebidas que son ya tradición entre quienes la conocen.

Mermeladas gourmet y nuevas propuestas

Nilda aporta otro pilar creativo con sus mermeladas artesanales: piña colada, café, aguacate, bacon, parchita con semillas y sin semillas, y más recientemente hace pruebas con sidra, vino tinto, cerveza y hasta las famosas galletas de chocolate tipo americano.
“Si algo no sale perfecto, lo intento otra vez… pero igual lo vendo”, dice entre risas, demostrando la persistencia que caracteriza a las morochas.
Ambas ofrecen sus productos por encargo y también dictan cursos de panadería, cocina básica y preparación de licores o panes a quienes deseen aprender desde cero.
Una historia familiar que se convierte en legado
Nidia y Nilda viven juntas, cerca de la iglesia de su comunidad, y mantienen vivo el espíritu que heredaron de su madre, quien falleció en el año 2019. Uno de los momentos más significativos fue recibir un reconocimiento el cual dedicaron a ella, como símbolo de ese legado que continúan cultivando.
Años atrás, comentan que incluso alcanzaron a mostrarle un reportaje escrito por el periodista Juan Manuel Carvajal que resaltaba su trabajo como emprendedoras.
“Fue lo último bonito que vio mi mamá. Se fue orgullosa”, cuentan.

Cultura, tradición y sabor desde Guayana para la comunidad

Hoy, las morochas Velásquez siguen creando desde su hogar, mezclando tradición, creatividad y una profunda vocación de servicio. Sus vinos, panes, mermeladas, cursos y salsas no son solo productos: son parte de la identidad culinaria y cultural de Ciudad Guayana.
Y como ellas mismas afirman, seguirán “inventando”, aprendiendo y compartiendo, siempre juntas, siempre fieles a la pasión que las mueve desde sus días universitarios.
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