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El médico de los pobres en camino a la beatificación

Luego de 70 años para lograr el reconocimiento de José Gregorio Hernández, todo parece avanzar.
lunes, 13 enero 2020
José Gregorio
Cortesía | Falleció a las 54 años de edad por el arrollamiento de un vehículo.

Entre lágrimas y algarabía, todo el pueblo trujillaño de Isnotú celebró con gran emoción la aceptación del primer milagro del Doctor venezolano, José Gregorio Hernández, que lo incluye como candidato para su beatificación.

La gran noticia, procedente de las órdenes del Vaticano, la dio a conocer el obispo de San Felipe y Administrador Apostólico de Barquisimeto, Victor Hugo, por medio de un tweet. Al enterarse de la “buena nueva”, el padre Reinaldo Pacheco, párroco del Santuario del Venerable en Isnotú, salió corriendo al campanario para compartir con todos los feligreses la alegre noticia que llegó para ser un “catalizador de los primeros 9 días del 2020 que han sido muy convulsivos”.

Requisitos
Desde hace 70 años, los feligreses han pedido la beatificación del también conocido como “médico de los pobres” sin poder conseguirlo. De ahora en adelante, para llevarla a cabo, la Iglesia exige una serie de requisitos administrativos con el fin de demostrar que el hecho en sí es un milagro y no acto de superstición.

Este caso se convertiría el del primer beato de Venezuela, el mismo ya se encuentra a la espera de la discusión del Congreso de Teólogos, aprobación del Congreso de Cardenales y posterior decreto del Papa y la misa de beatificación.

José Gregorio Hernández fue un médico de vocación pura, dedicado a su labor y reconocido por su solidaridad con los más necesitado. Sus obras de caridad, generosidad, rectitud y servicio a los pobres son las responsables de esta veneración.

El milagro

El milagro atribuido a la intercesión de José Gregorio Hernández fue estudiado por más de un año por las autoridades eclesiásticas. El mismo se debe a la recuperación de la pequeña Yaxury Solórzano Ortega de 13 años de edad, oriunda del estado Guárico.

Para el 2017, Yaxury recibió un disparo de escopeta con múltiples perdigones detrás de la oreja a manos de delincuentes que asaltaron a su padre.

Los doctores que la atendieron alegaron que tenía pocas probabilidades de vida, debido a que las balas habían causado la pérdida de la masa encefálica y varios huesos.

Un año después de la operación, la madre de Yaxury aseguró que cuando la operaron pidió con gran fe a José Gregorio Hernández su intercesión ante Dios por la salud de su hija. Asegura haber sentido de manera inmediata la presencia del venerable, así como también que sintió una mano en el hombro y una voz que le decía: ¡Quédese tranquila, todo saldrá bien!

A pesar de la grave situación, transcurridos 22 meses, se demostró mediante una tomografía que aunque la niña tiene la lesión en el cerebro, no presenta ningún síntoma. El neurocirujano tratante aseguró que la niña debía presentar discapacidad.

Antecedentes
La causa para abrir la solicitud de beatificación de José Gregorio Hernández se hizo por primera vez en el año 1949. En esa oportunidad, la Comisión Médica rechazó los hechos del médico venezolano como milagros.

El cardenal Baltasar Porras, administrador apostólico de Caracas, explicó que el rechazo de los expedientes en aquella oportunidad se debió a errores de logística en cuanto a la redacción del documento explicativo del milagro Asimismo, indicó que en esta ocasión el tribunal eclesiástico creado en la Diócesis de San Fernando realizó un arduo trabajo para presentar de nuevo el caso ante el Vaticano.

Hasta ahora José Gregorio Hernández solo había sido reconocido ante la Iglesia, en el año 1986, como Venerable: siervo de Dios cuyo estilo de vida, principios y valores sirven de ejemplo para otros.

Primer beato
Con esta designación José Gregorio Hernández no pasa a ser un santo de la Iglesia Católica. Un beato es un difunto cuyo estilo de vida estuvo apegado a principios y virtudes heroicas previamente certificadas y que puede ser honrado con culto o devoción en cualquier parte del mundo. Por su parte, canonizar o santificar a alguien consiste declarar solemnemente santo y poner en el catálogo de ellos a un siervo de Dios ya beatificado.

Actualmente Venezuela cuenta con tres beatas, María de San José, Candelaria de San José y la Madre Carmen Rendiles. El doctor José Gregorio Hernández pasaría a ser el primer hombre beato del país.

 

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