Deseos de Año Nuevo: Más oportunidades dentro y fuera del país
La llegada del 31 de diciembre, el último día del año, hace que se reflexione todo lo recorrido durante el 2021 y lo que se quiere alcanzar para el 2022.
Se recuerdan los logros obtenidos, las victorias que no se esperaban, las pequeñas cosas que llegaron para llenar de alegría y la compañía de los seres queridos.
Este segundo año de pandemia, estuvo cargado de tristezas, de dolor y pérdida de familiares y amigos, de despedidas y abrazos largos sin saber cuándo se podrán repetir.
Sin embargo, en el 2021, hubo espacio para los reencuentros, la salud mental, la importancia de la familia y para tener presente que todo tiene su tiempo.
El deseo de Año Nuevo de Irma Vecchionacce, psicóloga y coach profesional, es que sea un año de oportunidades para todos los guayaneses.
Vecchionacce menciona que el 2021 fue el tiempo para evaluar y “pensar en quiénes somos y quién queremos ser; en función de eso tomar las acciones necesarias para lograrlo en el 2022.
“Fue un año para pensar en mi y priorizar mi salud mental”, dijo Gabriela Rojas, “ahora mi deseo para el año que viene es poner en marcha los proyectos que tuve que pausar”.
Por su parte, María Farrera dice: “Pido mucha salud, paz mental y trabajar en un espacio que me permita seguir aprendiendo”.
Transformación
La coach Irma Vecchionacce explica que el primer año de pandemia fue de negación, pero este 2021, “nos permitió entrar en la etapa de aceptación y activarnos de nuevo”.
“Una de las principales lecciones que nos dejó este año fue aprender a hablar sobre las emociones y darle la importancia que se merecen”, añadió.
“Mi deseo es irme del país”
Los deseos para este nuevo año 2022 se vieron enfocados en: conseguir oportunidades laborales positivas, estabilidad económica y, sobre todo, poder salir del país y salud.
Monseñor Helizandro Terán, obispo de Ciudad Guayana, asegura que es doloroso escuchar cuando un ser querido o miembro de la comunidad anuncia su ida del país, pero que también se respetan sus decisiones y se le bendice con una nueva oportunidad de crear proyectos.
Farreras, quien también acaba de culminar sus estudios universitarios, alega que ha sido un año venturoso, pero que, a pesar de ello, quisiera poder irse del país este 2022.
El obispo señala que se envuelve de las emociones de las festividades navideñas y las vive con el mayor espíritu y sensibilidad cristiana, sin dejar a un lado la situación del país que también abarca gran parte de los sentimientos.
“Es triste pensar que mi deseo de irme del país también se vea afectado por estar lejos de mi familia”, dice Cristina Ramos.
Ante esto, Vecchionacce menciona que sin importar dónde se proyecten el próximo año, se enfoquen en su crecimiento profesional aceptando quiénes son y qué tienen, de la mano de los valores.
Segundo año en pandemia
¡Quiero que se acabe la pandemia!, expresó Miguel Velásquez, “ese es mi único deseo”.
Los dos últimos años han sido de aprendizajes y retos, envueltos de lutos familiares.
Pero también ha permitido el reencuentro familiar, con momentos que en otros tiempos se habían sido pasados por alto, señala la coach.
“Antes vivíamos sin saber qué estábamos viviendo, pasaban los días sin saber qué estábamos haciendo”.
Ahora, dice que “hemos valorado mucho más el tiempo que invertimos, las actividades que hacemos y las personas con las que compartimos”.
Vida digna
Para este nuevo año, el obispo desea para toda Guayana un venturoso año cargado de ilusión y esperanza para construir el país, la sociedad, la comunidad y la familia que se espera.
Pero, sobre todo, desea que ningún guayanés pase hambre ni necesidad, y que todos puedan vivir la vida digna que se merecen.
“Que en el 2022 las personas encuentren su propósito de vida”, es el deseo de Irma Vecchionacce.
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