Deliveries: Motorizados se unen ante constantes accidentes y robos de los que son víctimas

Prestar un servicio ante la difícil situación por la pandemia, es uno de los objetivos de la comunidad de motorizados que trabajan como deliveries, gremio que crece en Ciudad Guayana.

El grupo admite que inició en esta labor por necesidad y se afianzan apoyados por colegas motorizados, acompañándose unos a otros en las vías.

Después de un año en el que el trabajo de las entregas a domicilio se común, decidieron crear el grupo “Deliverys Unidos de Guayana” (DUG), una forma de mantenerse en comunicación y brindarse apoyo en la calle.

Dos accidentes mortales en los que estuvieron involucrados motorizados dieron luces para iniciar la organización.

El 5 de septiembre de 2020 falleció Luis Alexander Tortoledo, tras chocar contra un camión en la avenida Atlántico, en la entrada a Río Aro.

Omar Apiscope, motorizado de delivery, falleció en la noche del martes 22 de septiembre al ser embestido por un autobús en la avenida Atlántico, a la altura del semáforo de La Churuata.

“Estos casos detonaron nuestra necesidad de estar más comunicados, organizados, brindarnos apoyo mutuamente. Los accidentes nos unieron, comenzamos a dar ideas, críticas y soluciones para estar en una forma más cónsona”, expresó Elvis Martínez, uno de los pioneros del proyecto.

Solidaridad

No se identifican como colectivo o sindicato, sino como un club o grupo que se respalda mutuamente en las necesidades comunes. Se convirtieron en aliados permanentes, aunque pertenezcan a diferentes empresas.

El sábado 16 de enero, un vehículo arrolló a Henry Bombona Campos en la avenida Guarapiche, en Unare, mientras cumplía con sus labores como independiente.

Un grupo de deliveries acompañó a Bombona mientras lo trasladaban al Hospital Uyapar y siguieron brindando apoyo hasta que recibió el alta, tras ser operado por una fractura en su pierna izquierda.

“Es importante la solidaridad que existe en este equipo. Todos aportaron un grano de arena en el apoyo para ese trabajador y padre de familia”, resaltó José Barreto.

También comenzaron a colectar aportes mensuales para conseguir bienes comunes y respaldar otras iniciativas y organizaciones. Iniciaron el 2021 brindando un agasajo a los Bomberos Forestales en el Parque La Llovizna.

No solo es comida

Visten con suéteres manga larga de colores llamativos por seguridad, en su mayoría identificados con la empresa de reparto a domicilio a las que pertenecen. No falta el casco ni el tapabocas.

Se trasladan a bordo de motos equipadas con cajas o maletas, que no siempre llevan comida o postres.

Martínez relató que, en una noche de cuarentena radical en Ciudad Guayana, salió al auxilio de una clienta que sufrió una intoxicación y necesitaba antialérgico con urgencia. Al día siguiente, la ciudadana le agradeció por haberle salvado la vida.

“Si no hubiese sido por el servicio que le presté, o que hubiese hecho cualquiera de nosotros… El delivery no es solo entregar una hamburguesa o perro caliente, hasta una vida podemos salvar si estamos siempre activos”, comentó.

Oscar Orta mencionó que su motivación, aparte de mantener a su familia, es ser útil a su comunidad. “Le saco las patas del barro a más de uno”, afirmó.

Otros compañeros de entregas a domicilio revelaron que no solo llevan almuerzos y cenas, también han transportado mascotas.

Igualmente sirven de enlace para los venezolanos que están en el extranjero y compran alimentos y medicinas a sus familiares, que en muchos casos son personas de la tercera edad que viven solas.

“Les estamos prestando un servicio a los que inician en sus emprendimientos. Antes de la pandemia no existía la competitividad a nivel alimenticio que es muy importante. Nos sentimos alegres y contentos, nos apoyamos como gremio para seguir adelante”, destacó Simón Rodríguez.

Él hizo un llamado a otros deliveries que no se han unido a DUG a sumarse a la iniciativa e identificarse, como una forma de crear conciencia ante los organismos de seguridad y seguir evitando más accidentes.

Riesgos

Todos los miembros de DUG que fueron entrevistados por PRIMICIA coincidieron en que uno de los riesgos es ser perseguidos y en ocasiones mordidos por perros.

Ángel Romero contó que antes de la pandemia se dedicaba a hacer entregas en carro, pero ante la escasez de gasolina optó por comprar una moto, tras un tiempo sin poder trabajar.

“Tenemos que lidiar con muchas cosas en la calle. Por ejemplo, ahorita no hay combustible en la calle, pero se encuentran charcos de gasoil que dejan los vehículos de carga pesada y transporte público”, expresó Romero.

José Barreto añadió que muchos motorizados son perjudicados por objetos dejados en la vía para “cuidar puestos” en las colas de gasolina. Uno de los miembros de DUG sufrió fractura de fémur y cadera por ser víctima de escombros en las vías.

“Nacimos y nos estamos uniendo aún más para romper el paradigma de que el motorizado es el problema. Buscamos ser la solución en este momento tan duro que vive el mundo”, añadió.

Alejandro Rojas relató que uno de sus compañeros tuvo que ser escoltado mientras hacía una entrega, que en primer lugar estaba pautada para la avenida Atlántico y luego fue notificado del cambio hacia la avenida Guayana, a la altura de Matanzas.

El motorizado notificó a la base de la empresa de entregas a domicilio y sus compañeros brindaron apoyo. Resaltaron que ahora usan el envío de ubicaciones a través de la mensajería instantánea para poder ser rastreados.

Otro repartidor fue víctima de un falso cliente, el cual supuestamente lo esperaba con un pago en efectivo a cambio de la cena.

Al llegar el motorizado, el sujeto lo apuntó con un arma de fuego en la cara para despojarlo de su teléfono celular y la comida. Habría intentado robarle la moto, pero la llave estaba pegada de la maleta.

“Es un tema complicado: la seguridad. Tenemos una falsa sensación de soledad en la calle, que no es así. Hemos tenido que recurrir a otros medios para estar más en contacto con el equipo, ir acompañados y en comunicación”, explicó Oscar Barreto.

Reciprocidad

Yan Luis Jiménez apuntó que mantienen el apoyo entre motorizados deliveries ante la poca ayuda que les brindan los funcionarios de seguridad.

“No hay seguridad para nosotros desde los entes gubernamentales, tenemos que protegernos entre nosotros”, agregó. Jiménez también hizo un llamado a la ciudadanía a crear la cultura de respeto a los motorizados y de mantener la atención al volante.

Luis Gruber considera que deben solicitar una ordenanza de protección para los deliveries, que incluya los horarios de tránsito, el acceso al surtido de combustible y el respeto desde los organismos de seguridad.

Coincidieron en que algunos han prestado servicios gratuitos a funcionarios y esperan un trato recíproco al encontrarse de nuevo en las calles.

“Nosotros somos tan esenciales en esta pandemia que arrecia. Uno les transporta las medicinas y la comida para que se queden en casa. Con uno de nosotros en la calle, son cientos en casa y se cumple la cuarentena”, admitió Orta.

Censo

Elvis Martínez explicó que desde los DUG solicitarán un censo de motorizados que facilite el acceso a las estaciones de servicio, entre otros beneficios para legalizar los documentos de cada uno de los miembros.

Esto serviría para posibles cobros de impuesto, tener en regla los papeles legales de la moto y un registro general.

Asimismo, evitaría que los motorizados estén desde la noche anterior pernoctando para surtir combustible.

Martínez aseguró que tras los accidentes fatales y motorizados arrollados, otros trabajadores de entregas a domicilio han tenido que encargarse de la limpieza de las vías para evitar otros siniestros.

“La ciudad está carente de un escenario óptimo, nosotros trabajamos bajo condiciones extremas. Esperamos que tengamos las facilidades para brindar un servicio de calidad para los guayaneses”, cerró.

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