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Caso Alexander Plaza: Un sicariato por el que familiares siguen esperando justicia

Tras el inicio de la fase de juicio, el pasado 11 de octubre de 2021, las víctimas indirectas del hecho acudieron hasta instancias nacionales y denunciaron “irregularidades” que se han presentado en el proceso.
lunes, 18 abril 2022
Cortesía | Su juicio aún no llega a su fin

Casi dos años lleva la familia Plaza Golindano esperando justicia por el asesinato de Alexander Ramón. Los planes, metas y sonrisa de la víctima se acabaron en un santiamén por quien menos se imaginaron: un amigo de la infancia.

Alexander Plaza era un hombre familiar, colaborador, alegre y entusiasta, así lo describen sus parientes. Un día antes del 11 de noviembre de 2020 (día del crimen) había compartido con sus familiares en la urbanización Manoa, en San Félix. Su lugar de crianza.

Para el siguiente día, sus planes eran encontrarse con unos primos; harían una compra de víveres para un negocio que tenían en común.

Así que se levantó muy temprano, al igual que todos, no se imaginaba lo que sucedería luego. Subió a su vehículo: un Mitsubishi, y se dispuso a salir. Sus asesinos ya lo esperaban a bordo de una moto.

Apenas abrió el portón principal del conjunto residencial en Minifincas, Puerto Ordaz, sus verdugos lo interceptaron y dispararon una vez. La bala impactó en su cabeza.

Uno de sus hermanos recuerda que recibió una llamada en la que le dijeron: le dispararon a Alexander.

Sigue relatando que se trasladaron hasta el sector; Alexander Plaza seguía vivo. Lo llevaron hasta el Centro Clínico Ceciamb. Allí hubo esfuerzos del personal médico, pero la bala dejó daños irreversibles que le ocasionaron la muerte.

Desde ese entonces solo buscan que se haga justicia y que los responsables reciban condena.


Las investigaciones dieron un giro de 180º

Con la muerte de Alexander Ramon empezaron las versiones. Una de ellas fue el robo, que familiares de la víctima también creyeron desde un principio porque los homicidas se llevaron la cartera, el celular y la llave del carro, mencionaron en ese entonces.

Aunque todo apuntaba a ese móvil, la familia pedía que se atrapara a los delincuentes. El Eje de Investigaciones de Homicidios Bolívar inició las averiguaciones.

Cada eslabón de la investigación iba tomando un rumbo diferente, poco a poco el robo iba quedando descartado. Seis meses llevó a los agentes armar el rompecabezas.

El 7 de junio de 2021, el caso dio un giro de 180º luego de las declaraciones del director general del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Douglas Rico, en la que informó que el crimen de Alexander Plaza estaría vinculado a un sicariato y había cuatro detenidos. Uno de ellos sería muy cercano a la víctima.

Rico desveló que el autor intelectual sería D. Sifontes. Él habría cancelado una suma de 7 mil dólares a dos sicarios para que asesinaran a quien era su amigo y socio. Junto a él están C.E. Lira; O.J. Farías y J.D. Cabrera.

Mientras que de los autores materiales, mencionó que uno está en fuga y el otro falleció.

Los resultados de las averiguaciones causaron sorpresa y tristeza en la familia Plaza Golindano, ya que todo apuntaba a que el responsable principal sería una persona de confianza, con la que crecieron y compartieron gratos momentos desde la infancia: D. Sifontes.

“Nunca imaginamos que él (Sifontes) tuviera que ver con la muerte de mi hermano. Éramos unidos desde pequeños, jugábamos. Mi hermano lo ayudó bastante”, expresó un consanguíneo de la víctima, luego de enterarse de los resultados de la investigación.

Es que un sicariato, no pasaba por sus mentes. Ni siquiera en la del padre de Alexander Plaza.

Pero ¿por qué asesinarlo?

El comisario general dijo que el autor intelectual evadía una deuda de 2 kilos de oro que tenía con Plaza, por la venta un local por el que compartían sociedad por alrededor de tres años y que tenían alquilado. Él no le había comentado a su socio que la venta fue exitosa.

De hecho, Sifontes le habría entregado a Plaza un dinero haciéndole ver que era por el pago del alquiler, expresaron deudos de la víctima.

El terreno que se ubica en la población de El Callao era propiedad de Sifontes, pero la construcción de la edificación fue realizada por Plaza.

En junio de 2021 fueron imputados por el Ministerio Público y privados de libertad por un Tribunal en Funciones de Control, en Puerto Ordaz.

Cuatro meses después, el 11 de octubre de 2021, se inició la fase de juicio contra el grupo de hombres. D. Sifontes es acusado de tres delitos: sicariato y asociación para delinquir establecidos en los artículos 44 y 37 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo.

Además de falsa atestación ante funcionario público, estipulado en el artículo 320 del Código Orgánico Procesal Penal (Copp).

Mientras que C.E. Lira; O.J. Farías y J.D. Cabrera son acusados por complicidad necesaria en homicidio intencional calificado por motivos fútiles e innobles en la ejecución de robo agravado y asociación para delinquir.

En la actualidad, los hombres siguen recluidos en los calabozos del Centro de Coordinación de la Policía del Estado Bolívar en Guaiparo, San Félix.

Denunciaron irregularidades

Para la familia Plaza ha sido una “lucha constante” ante el proceso de conseguir justicia. Incluso mencionan que al principio sentían miedo porque no sabían a qué se enfrentaban. Sin embargo, nada los ha detenido en la continua búsqueda de la “justicia”.

Después de seis meses que inició el juicio, actualmente está paralizado. Están a la espera de la asignación de una nueva fecha para retomarlo.

Basándose en el artículo 122 de la Reforma del Código Orgánico Procesal Penal nombraron una apoderada especial para que los asistiera legalmente.

Situación que no hicieron al principio, ya que la representación fiscal les habría sugerido “no hacerlo para evitar retrasos”.

Durante este tiempo, dolientes de Plaza denunciaron ante la Dirección de Delitos Comunes, Dirección de Inspección y Disciplina además de la Dirección de Actuación Policial de la Fiscalía General de la República irregularidades que habrían notado desde que comenzó la fase oral.

“Muchas pruebas quedaron por fuera hasta el testigo principal, porque no se le garantizó su protección. Todo porque la Fiscalía no presentó los elementos ante el tribunal aun cuando los tenía”, declararon recientemente.

Expusieron que el expediente presenta incongruencias en los elementos acusatorios presentados durante la audiencia preliminar, ya que a juicio de la familia y su representación legal, si el autor intelectual es acusado por sicariato entonces sus cómplices deben ser juzgados por el mismo delito y no por robo.

Todo eso, entre otros factores, fueron denunciados en las instancias nacionales. Petición que ha surgido efecto, ya que se designó a la Fiscalía 22 con competencia nacional la continuidad del caso.

Otra de las acciones que se impuso desde el Área Metropolitana de Caracas, fue que desde finales de marzo de 2022 se perpetuó un procedimiento ordinario administrativo contra la Fiscalía Segunda y su Auxiliar, de la Segunda Circunscripción Judicial.

”Queremos justicia”

Alexander Plaza era el mayor de seis hermanos y tenía tres hijos. Fue líder de familia y ejemplo de sus hermanos. “Hombre de espíritu alegre, cariñoso, amable, colaborador, próspero y bendecido”, así lo catalogaron sus parientes. Plaza era amante del fútbol, pasión que lo llevó a liderizar el equipo de Manoa FC.

“No nos interesa lo económico sino que se haga justicia. Mataron a un padre de familia. Queremos justicia”, concluyó uno de los hermanos Plaza.

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