Especiales

Carnaval al estilo de Ciudad Guayana

Fantasías, comparsas y coloridos trajes dominan las propuestas artísticas en la urbe.
domingo, 23 febrero 2020
Archivo PRIMICIA | Cada año miles de personas visitan, lunes y martes de Carnaval, la avenida Gumilla de San Félix

Telas con colores vivos, plumas, escarcha y lentejuelas son característicos de las creaciones de Nobel Rodríguez, un joven que ha dedicado gran parte de su vida a diseñar impresionantes trajes carnavalescos que desfila en las diversas avenidas de Guayana.

Ganó durante 23 años consecutivos el primer lugar en la categoría de traje individual masculino y por eso Nobel forma parte de los guayaneses que hacen de esta celebración una tradición memorable.

El Carnaval es una festividad popular que se lleva a cabo tres días antes del Miércoles de cenizas; allí las personas suelen usar máscaras, trajes y bailan, alegres, al ritmo de la música de cada región. En este lado del mapa, la celebración tiene un estilo único. Son esas fiestas las más emblemáticas de todo el estado.

Ciudad Guayana es la urbe más poblada e importante del estado Bolívar y se caracteriza por ser pionera en la celebración del Carnaval. Al tener su propio estilo, se ha convertido en una manifestación cultural reconocida a nivel nacional e internacional.

Los inicios
El fotógrafo y cronista Evelio Lucero relata, en sus recopilaciones que comparte en Facebook, que en los años sesenta llegaron a San Félix y Puerto Ordaz muchas personas originarias de la isla de Trinidad y Tobago, algunas desde la India, quizás en búsqueda de una mejor calidad de vida, pues estando en pleno crecimiento la Zona del Hierro ofrecía oportunidad de empleo en la Orinoco Mining Company.

Esta empresa era manejada por norteamericanos, razón por la cual era muy probable que contrataran personas que hablasen su idioma.

Las familias extranjeras que se asentaron en lo que hoy es llamado Ciudad Guayana, eran conocedores culturales de la festividad del Carnaval. De algún modo influyeron en la forma de realizarse dicha celebración al añadir un estilo particular que combinado con el local da como resultado lo que hoy es conocido como el Carnaval guayanés.

Años atrás las fiestas carnestolendas estaban restringidas a clubes, es decir, solo los socios de dichas organizaciones o aquel que pagase una entrada podría disfrutar de la festividad. Es allí donde entra en juego la participación de las familias inmigrantes; fueron precursores de sacar el Carnaval a las calles y que todos los ciudadanos pudiesen unirse a celebrar.

Algunas de las familias pioneras de este gran cambio son: la familia Cova, Arbeláez, Bertho y Hamilton.


Recordando

María Fernanda Grisel, de 66 años, recientemente reconocida como Patrimonio Viviente de El Callao, es miembro y fundadora de los carnavales en Guayana. Recuerda con alegría y nostalgia aquellas épocas en que esta festividad comenzó a marcar la historia.

Explica cómo las comunidades se organizaban y decoraban las calles para hacer los llamados “templetes” (nombre que recibían las fiestas en los barrios).

Allí todas las personas podían participar, en desfiles con disfraces, comparsas o carrozas, cada una con un estilo único, de hecho, con la finalidad de crear expectativa y generar sorpresas los comparseros no dejaban que otras personas viesen sus trajes o carrozas antes del día de celebración.

Era un Carnaval que le pertenecía y manejaba el pueblo. Todo iba acompañado con juegos donde se arrojaban globos de agua y otras sustancias como harina, huevos, o pintura. También realizaban elecciones de reinas y se volvió costumbre que en los colegios y liceos se hicieran actividades relacionadas con la fecha.

Muchas personas provenientes de distintos estado del país visitaban la ciudad para ser parte de los desfiles y vivir de cerca la tan esperada fiesta del Rey Momo.

Grisel comenta, que una de las principales diferencias de los “Carnavales dorados” es que eran de tema libre, es decir, las mismas personas escogían lo que querían representar y como resultado se veían espectáculos con gran significación histórica, en cambio ahora la municipalidad es quién establece el tema, lo cual según su criterio restringe la creatividad.

Eran los tiempos de las fiestas callejeras, el Diablo de La 45 y más atrás, los abuelos recuerdan en los 50 y 60 la época de los camiones bandera roja y bandera negra.

Steel band o calipso “de pana”
Hay quienes dicen que el guayanés lleva el calipso en sus genes, pues desde el primero de enero ya se escuchan el bumbac, trompetas y tinglados sonando a dicho ritmo.

La llegada de trinitarios trajo consigo un género musical conocido como Steel band que es tocado principalmente con tambores de acero, de allí proviene su nombre originario (Steel pand), claro, estos instrumentos han ido evolucionando con el pasar de los años.

Existe la creencia de que el calipso guayanés es proveniente de El Callao. María Fernanda Grisel explica que las principales raíces del calipso en Guayana es el Steel band, y por mucho tiempo esa era la música que se escuchaba durante las celebraciones. Incluso se crearon agrupaciones de Steel Band femenino de la señora Herma Singh.

El calipso de El Callao, el movimiento de Isidora y su gente se había mantenido reservado para los lados del Yuruari.
Sin embargo, en el año 1985 cuando el Papa Juan Pablo II visitó el Macizo Guayanés y la llegada demandó el regalo de música local.
Fue allí cuando “sube” el calipso de El Callao a Guayana y se populariza en la urbe gracias a agrupaciones como Cuatro y Bumbac, Berejú y como exponentes autóctonos: The Same People con un ritmo más acelerado aunque con “bumbac” como base.
Cada vez son menos en la actualidad los grupos de calipso de steel band o pan. Destacan exponentes como Las Estrellas de Fuego (Alfredo Noriega); Alfrid y Francisco “Azabache” Centeno.

Significado guayanés
La situación país no ha sido impedimento para que los guayaneses sigan celebrando el Carnaval, ya que más que una simple fiesta hay quienes lo consideran “el momento de encuentro, donde distintos pueblos se unen sin diferencia alguna”.

Nobel Rodríguez desde niño asistía a los desfiles de la ciudad con la ilusión de poder participar en ellos, hasta que después de mucha preparación y esfuerzo logró desfilar su primer traje confeccionado por él mismo, llevándose el primer lugar. Actualmente prepara un traje que todos podrán apreciar en los carnavales 2020.

Tragedia en carnaval

Cuando comienzan a crearse los sextetos, los músicos exigen ser incluidos en las comparsas, pero para ello era necesario el uso de un camión donde pudiesen llevar sus instrumentos, es así como comienzan estos vehículos a ser parte de los desfiles.

Alrededor de los años 80 un camión que formaba parte de las comparsas en la Av. Las Américas sufrió un desperfecto en los frenos y se desvió de su canal, dejando como resultado la perdida de algunas vidas y personas heridas. No obstante, esta amarga experiencia sirvió para tomar precauciones en las celebraciones futuras.

Lo pendiente
El Carnaval de Ciudad Guayana tiene un gran potencial turístico que no es aprovechado en su totalidad. Muchos cultores han propuesto que la avenida Gumilla sea amoldada al proyecto de “Calipsódromo”. La instalación de escuelas de calipso, recuperar el Steel band, la educación de las comparsas de las nuevas generaciones son materias pendientes. Desde hace algunos años el Instituto Municipal de Cultura Caroní, a través de su Oficina de Patrimonio, adelantan investigaciones sobre la historia concreta del Carnaval de Ciudad Guayana.

 

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