Cáncer de mama: La detección a tiempo puede salvar vidas

Gracias al diagnóstico precoz, el índice de supervivencia de pacientes con cáncer de mama puede ser muy elevado. La enfermedad que hoy es considerada la primera causa de muerte en mujeres de Venezuela, registró 7 mil casos diagnosticados y 2.800 fallecimientos en el último año, según cifras publicadas recientemente por la Sociedad Anticancerosa.

En Ciudad Guayana la incidencia de cáncer de seno ha ido en aumento. De acuerdo con especialistas de la zona, cada vez es más alarmante el número de pacientes con la enfermedad que asisten a consultas oncológicas.

En octubre, mes rosa y de la sensibilización sobre la importancia en la prevención de esta patología, distintas instituciones, fundaciones y personal médico han unido esfuerzos para multiplicar el mensaje “tocarse no es suficiente”.

Donnerys Rivas, médico oncóloga y mastóloga, resaltó que el cáncer de mama constituye uno de los problemas más relevantes de salud en mujeres debido a su alta incidencia y mortalidad tanto en Venezuela como en el mundo.

Explicó que la curación del cáncer depende principalmente del estadio en que se encuentra la enfermedad al momento de la detección y de la respuesta del paciente al tratamiento. No obstante, hay personas diagnosticadas en etapas avanzadas que sobreviven por mucho tiempo, incluso más del estimado para el promedio de sobrevida.

Actualmente hay estudios avanzados que se concentran en nuevos enfoques para el abordaje de este tipo de patología.

“El cáncer de seno tiene avances importantes a nivel mundial que involucran nuevos estudios de quimioterapia, radiación, genética, terapia operatoria, entre otros, sin embargo el problema principal radica en el diagnóstico que está fallando sobre todo en países subdesarrollados”.

Algunos de estos avances sin duda pueden conducir a mejores diagnósticos y manejos en el tratamiento del cáncer.

Dificultades de la enfermedad

Otro de los factores que se suma a este problema de salud es el desabastecimiento de medicamentos, siendo esta una de las mayores preocupaciones para los pacientes.

“Aceptar la enfermedad y apegarse al tratamiento en vista de las dificultades para obtenerlo debido a la escasez y elevados costos es bastante difícil”, apuntó la especilista.

Las mujeres que padecen o han padecido de cáncer de seno pueden verse afectadas por una serie de problemas de salud colaterales, pero a menudo su mayor inquietud se centra en los efectos secundarios que los procedimientos médicos puedan desencadenar.

Estos efectos son innumerables, desde pérdida de sensibilidad del brazo del lado de la mama afectada, enrojecimiento, resequedad, grosor excesivo, inflamación de ganglios axilares, secreciones, hasta otros signos de recurrencia local posteriores a una mastectomía.

Las secuelas van a depender principalmente del tamaño tumoral y del tamaño de la mama. “Una paciente con una mama pequeña y un tumor grande definitivamente se verá beneficiada con una mastectomía radical, mientras que cuando hay un tumor pequeño en una mama grande se puede tomar la decisión de realizar una mastectomía parcial”, señaló la especialista en oncología.

La probabilidad de recaída local de la enfermedad o de metástasis va a depender de si el tratamiento oncológico que recibió el paciente fue el adecuado y de si se aplicó en los ciclos correspondientes.

“Si los pacientes no se tratan adecuada y oportunamente el porcentaje de recaída o de recurrencia evidentemente es mayor (…) Es importante la consulta de seguimiento, una vez que la mujer termina su tratamiento debe asistir cada tres meses durante el primer año y a partir del segundo año hasta el quinto cada seis meses y luego debe asistir a una revisión anual, es decir, son diez años de seguimiento oncológico”, puntualizó.

Agregó que 99 % de los casos de cáncer de mama ocurre en mujeres, mientras que apenas 1 % de los hombres es diagnosticado con este padecimiento. Para Rivas la predisposición responde a que las féminas tienen mayor tejido mamario, así como un componente hormonal distinto.

Testimonio de vida

En octubre de 2020 Yeletxis Córdoba (31 años) fue diagnosticada con cáncer de mama. Un año después comparte su experiencia y sirve de testimonio para aquellas mujeres que ahora transitan por la enfermedad y las que aún están a tiempo y desconocen sobre la importancia de la prevención y detección temprana.

El diagnóstico…
-Fui diagnosticada con cáncer de mama en octubre de 2020, es una experiencia muy difícil e incierta más que todo por no saber en ese momento si realmente fue detectado a tiempo. Sin embargo, gracias al apoyo que tuve de mi pareja, compañeros, amistades y familiares no me sentí sola en ningún momento, tuve además un buen manejo multidisciplinario y sentí la conexión con mis médicos tratantes y principalmente con Dios.

-El diagnóstico fue a través del mastólogo el cual me realizó una ecografía y al ver imágenes sospechosas me dijo que debía realizar una biopsia, luego al obtener los resultados empecé a hacerme los estudios complementarios. No tenía antecedentes familiares y con 30 años no me pasó por la mente que podría ser maligno, pensaba que como era joven eso no podía pasarme a mí, pero me di cuenta de que el cáncer no discrimina edad.

“La salud es lo primordial”
-Yo me palpé los nódulos dos años antes de decidir encarar la situación, tenía apenas 28 años y debido al bombardeo de información del mes rosa del año 2020 decidí ir a consulta. Aparte me había palpado también para ese tiempo un ganglio axilar inflamado y fue en ese momento que terminé sospechando que podría ser maligno, por eso a todas las mujeres les recomiendo realizarse estudios de mamografía y de ecografía y más si tienen 35 años. Antes de esa edad también debe haber una vigilancia médica anual, es importante no descuidarse porque la salud es lo primero, yo me descuidé por ocupaciones y trabajo y en realidad eso no es lo más importante.

“Oportunidad de vivir”
-Ante un diagnóstico de cáncer cualquiera que sea lo más importante es adoptar una actitud positiva y activa, en mi caso eso me ayudó a ver la enfermedad como una oportunidad de vida más que como un evento negativo, y aunque existe ese pequeño porcentaje de miedo al fracaso yo me apoyé en la palabra resiliencia, es la que me identifica.

“No tener miedo”
-La mamografía no es dolorosa, sí, se siente una leve presión que puede doler si la paciente está atravesando por un proceso inflamatorio en la mama pero existen equipos y médicos especializados para ello. El hecho de tener miedo ante el estudio estaría disminuyendo las probabilidades de un diagnóstico precoz. Hay que realizarse la mamografía y más cuando se tienen antecedentes familiares de cáncer de mama. La mamografía es el único estudio que permite observar lesiones pequeñas que no son palpables en el examen físico.

“La paz mental es fundamental”
-Está científicamente probado que realizar actividades físicas disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares metabólicas. Yo realizaba actividades deportivas constantemente, me mantenía en buena condición física, y esta es una ventaja porque hacer ejercicio durante la enfermedad disminuye el riesgo de que vuelva a haber una recaída. Mantener una alimentación balanceada, alejarse del azúcar lo más que se pueda y también mantener una paz mental es fundamental.

-Si estamos en descontrol aparecen las enfermedades, la parte psicológica juega un papel muy importante y nosotros tendemos a psicosomatizar la enfermedad, el cuerpo habla de lo que la mente calla, entonces alejarse de los conflictos y de las situaciones que generen estrés es esencial.

“Aprendí a valorar”
-El cáncer es oportunidad y reconozco cada día que hay actitudes que debo cambiar, la enfermedad me hizo apreciar más lo que tengo en el presente, el pasado ya no existe y el futuro es incierto.

-Aprendí a valorar todas las cosas de la vida que a veces uno cree insignificantes pero que son importantes. Es una dicha poder contar mi testimonio y ser ejemplo de vida, fortaleza y perseverancia para otras mujeres.

La prevención es la clave

Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, cada 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama con el objetivo de crear conciencia y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos adecuados y oportunos.

Las campañas de prevención están orientadas a reducir en cierta medida el riesgo de padecer este tipo de cáncer ya que es el más común entre las mujeres y continúa siendo la primera causa de muerte de mujeres en el mundo.

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