Apuestan por la recuperación de Guayana
Durante un foro organizado por Analítica.com, expertos coincidieron en que Guayana sí es recuperable y puede ser el gran motor del rescate de Venezuela.
El foro virtual estuvo moderado por Emilio Figueredo, director de Analítica.com; y el ingeniero egresado de la Universidad Central de Venezuela, Efraín Carrera.
Figueredo expresó que la realidad de Bolívar está regida por la falta de operatividad de los servicios públicos, la inseguridad, el elevado precio del transporte y la acentuada brecha social.
Lamentó que el estado minero del país ya no genera beneficios de las riquezas naturales y el territorio se convirtió “en una burbuja donde es más caro que en el resto del país”.
A pesar de esa realidad, Figueredo reiteró que los expertos afirman que Guayana sí es recuperable.
Por su parte, Carrera recordó que Guayana era un espacio vacío pero con un reconocimiento sobre el potencial que tenía en el tema del hierro, electricidad y oro.
“Pusimos en consideración lo que no había y lo que se logró una ciudad de 700 mil y pico de habitantes, un parque industrial pesado muy importante y unas veintitantas mil empresas pequeñas (pymes)”, expresó.
Apuntó que esa ciudad fue producto de una visión política sostenida en el manejo de incentivos y de atraer los capitales brindando seguridad de inversión, lo que hizo posible transformar una tierra vacía.
“Llegué a Guayana a principios de los 60, realmente habían posiblemente unas diez mil almas palúdicas en Guayana, todo estaba por hacer”, relató Carrera.
El ingeniero mencionó que si se logró hacer “de la nada”, es muy factible y previsible que de lo que está hecho sea una amplia fundación y mucho más variada de lo que se tuvo en los inicios de la ciudad.
Modelo de desarrollo
Jorge Roig, expresidente de Fedecámaras, se refirió al modelo de desarrollo implantado en Guayana, el cual inició con la fundación de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) en 1960.
La creación de la CVG trajo tres mandatos claros: el aprovechamiento del río Caroní, establecer un polo de desarrollo industrial y la construcción de la ciudad.
“Ese modelo era dependiente uno del otro. Sin electricidad no había empresas, sin las empresas no había ciudad. De alguna manera comenzó a crearse una interdependencia entre esos tres objetivos fundamentales que tuvo la CVG en el 60”, apuntó.
El también exdirector de Conindustrias explicó que entre 1963 y 1973 la cobertura de la CVG pasó a ser todo el estado Bolívar, con excepción del municipio Cedeño y parte de Amazonas.
Dicha parte del territorio pertenecía a una organización llamada Codesur pero posteriormente fue asignada a la CVG, según Roig.
“No hay duda que en ese período hubo unas inversiones cuantiosas por parte del ejecutivo nacional, produjeron al menos la creación y el cumplimiento de esos tres objetivos fundamentales que tenía la CVG”, señaló.
El empresario mencionó que una de las preguntas que quedaron sin respuestas es que si los objetivos que venían después de esos tres cumplidos estuvieron tan “claramente expresados” como los primeros.
Declaró que el siguiente modelo de desarrollo estuvo más ligado a las inversiones y el aprovechamiento del río para el impulso industrial, que no fue tan discutido ya que existía población.
El exdirectivo de Fedecámaras acotó que entre 1978 y 1982 decayó el tema de la CVG, por lo cual se empiezan a financiar empresas a través del fondo accionista.
Más adelante se le otorga a la CVG la tutela de las empresas básicas convirtiéndose en un poderoso factor de desarrollo pero que dependía de un modelo basado en la alta inversión pública y una gerencia deficiente.
Indicó que ambos factores fallaron, por lo que se empezó a mostrar “la peor cara” del modelo.
“De alguna manera tenemos que reflexionar porque no dejó un parque industrial privado, que fuera menos dependiente de las inversiones públicas y de la gerencia pública exitosa. Se quedó con el parque industrial actual muy complejo y con pocas posibilidades de relanzarse”, admitió.
Ademas, Roig aseveró que “ambos factores fallaron y se empieza a mostrar un modelo que hizo aguas y pararon las inversiones. El modelo empezó a mostrar su peor cara. Las empresas públicas están todas en rojo y las empresas privadas dependen casi exclusivamente de éstas”.
Se tiene todo
Roig recordó que en 2009 llegó la crisis eléctrica e inició el deterioro que hasta la actualidad no ha parado y que ha dejado en pausa la alternativa no petrolera de Venezuela.
Sobre qué hacer, el expresidente de Fedecámaras puntualizó que crear un nuevo modelo depende de las fuerzas vivas de la región: empresarios, sindicatos, con quienes discutir cuál es el sistema que se implementará.
Explicó que el territorio está conformado por aproximadamente 450 mil kilómetros cuadrados, casi la mitad de Venezuela, donde existe agua, ríos navegables, hierro, bauxita, oro, diamante, coltán, uranio, granito y caolín.
Roig agregó que también existe en Guayana biodiversidad, bosque, paisaje, tierras agrícolas, parque industrial y una población de dos millones de personas.
“Es más fácil decir lo que falta que lo que tenemos porque se tiene todo para empezar con este proceso de reestructuración”, aseguró.
El especialista instó a tener como prioridad la protección de lo existente; y cuestionó si los venezolanos quieren seguir apostando al mismo modelo metalúrgico en Guayana.
Resaltó la importancia del desarrollo marítimo que se puede generar a partir de los ríos y el tema de la minería que si se trabaja de forma ordenada, en armonía con el ambiente puede convertir a Guayana en una región con vocación para este rubro.
A pesar de no ser un área agrícola, Roig aclaró que representa un área de oportunidad que puede generar beneficios.
Acerca de la Guayana turística, afirmó que existe un paisaje único en el planeta, con el que no hay nada que se le compare.
El empresario asomó que el tema de la formación y la educación para Guayana es fundamental; además de implementar un modelo público-privado.
Reveló que en Venezuela de 576 empresas públicas, solo 460 están operativas, de las cuales 74 tienen denuncias de corrupción en su manejo y en 342 se desconocen detalles sobre su junta directiva.
“El tema de fondo es que no puede existir más modelo estatal para Guayana, en cualquier cosa que empecemos a crear hay que pensar en las alianzas público-privadas (…) Que se promueva el desarrollo de una CVG nueva con técnicos profesionales para el futuro de la región”, reiteró.
Razones
En el foro también participó la urbanista María Nuria Cesaris, quien trabajó como planificadora en la CVG y luego ocupó el puesto de coordinadora de Administración del Urbanismo.
Cesaris resaltó que la ciudad debe ser un sustrato clave para el desarrollo económico y no quedar por fuera de la recuperación.
La urbanista rememoró que a la CVG se le asignó la tarea de desarrollar la ciudad. Los primeros asentamientos fueron La Laja, Dalla Costa, Castillito y Cambalache en un territorio vacío en el que “prácticamente no había nada”.
La experta acotó que el soporte especial para los planes de desarrollo industrial fue que no se contaminara a la población, lo que dio un segundo punto de partida para la ciudad motor del crecimiento, el cambio y el sustento económico.
Confesó que se atreve a decir que Guayana sí es recuperable, por varias razones, partiendo de que “la ciudad ya existe con bases sólidas para ponerle encima lo que se requiera”.
Para 2008, en Guayana se tenían 456 kilómetros cuadrados de área urbanizada, 360 kilómetros de vialidad, dos aeropuertos, seis helipuertos, 16 puertos en el río Orinoco.
Además de tres tramos de líneas férreas de carga, alrededor de 180.000 viviendas construidas, ocho centros de educación superior, 18 ambulatorios, tres hospitales y 25 clínicas; dos cementerios, cuatro parques y dos anfiteatros.
“Es una historia de innovación que inspira y merece valorarse. Ciudad Guayana fue una referencia, la nueva ciudad. En materia de planificación urbana es referencia”, acotó.
Cesaris reveló que los barrios fueron reordenados en planificación urbana y resaltó la organización de los trabajadores para mejorar las condiciones de trabajo y de vida.
Entre las razones para confiar en la recuperación de Guayana, la urbanista mencionó que la ciudad cuenta con planes y proyectos que pueden servir de referencia.
Añadió que ahora hay tecnologías disponibles con las que antes no se contaban para optimizar la planificación y gestión de la ciudad.
En cuanto a los recursos económicos, se refirió a fuentes de financiamiento como el Banco Mundial y el Interamericano de Desarrollo (BID); por otro lado, contar con redes internacionales de apoyo.
La experta alabó el trabajo de los ciudadanos, organizaciones y empresas que insisten en hacer ciudad a pesar de los pesares.
“En la distancia llevo un registro y me ha alegrado mucho las iniciativas que están teniendo lugar, me ha sorprendido las nuevas que florecen cada día”, apuntó.
Cesaris cerró invitando a la inversión, a mantener la pasión y el compromiso, a hacer equipo por Guayana.
Emilio Figueredo, director de Analítica.com, destacó que lo que se hizo en Guayana a través de la CVG es una historia única en Venezuela porque no tuvo interrupción desde su inicio hasta entrado el gobierno de Hugo Chávez. “Todos confiaron en que Guayana era el gran motor de Venezuela”, añadió.