Abuso sexual infantil: Hablar sin tabú
Aunque el abuso sexual infantil se ha convertido en un hecho recurrente dentro de la sociedad venezolana, los expertos aseguran que es muy poco lo que se habla acerca de este tema. Por esta razón, es indispensable tomar en cuenta y promover -diariamente- los métodos de prevención de estos actos capaces de marcar la niñez y la vida adulta de un individuo.
Óscar Misle, director de Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), explica la importancia de reconocer que, más allá de la penetración, este término abarca “toda práctica en la que el adulto utiliza al niño para satisfacerse sexualmente”, refiriéndose a actos erotizantes como mostrar o pedirle fotos o vídeos pornográficos y el contacto con los genitales.
De igual manera menciona que es común creer que el abuso sexual proviene personas desconocidas o ajenas al entorno del niño, sin embargo, en más del 50 % de los casos el agresor es alguien cercano a la víctima que se vale del vínculo y la confianza para abusar de ella, lo cual complica que la situación sea detectada por otros allegados.
En cuanto al niño, Misle asegura que “puede confundirse y pensar que esa caricia es una demostración de afecto, pero va captando que no está bien y se siente muy mal porque el que tiene que protegerlo es quien está aprovechándose para abusarlo sexualmente”, por lo que es necesario que reconozca -desde temprana edad- cuáles son los límites acerca del poder que otra persona puede ejercer sobre su cuerpo.
Saber actuar
Las reacciones en cada niño o adolescente pueden ser diferentes, pero existen indicios que manifiestan la posibilidad de que este sea una víctima de abuso sexual. En este sentido, es necesario prestar atención a los cambios dentro de su comportamiento, ya que es probable que actúe de manera temerosa, rechace el contacto con algunas personas, disminuya o aumente su alimentación, tenga pesadillas e incluso, sangramientos.
Como psicóloga, María Quiroz explica que, aunque no sea fácil, entre padres e hijos debe existir suficiente confianza para abordar temas de salud sexual y la atención adecuada para reconocer cuáles son las personas que rodean al niño, sin recurrir a la sobreprotección, que también podría generar efectos negativos.
La especialista recomienda que los padres fomenten la confianza propia del niño e instruyan las maneras en las que debe actuar ante determinadas situaciones de riesgo, a través de pruebas o juegos, sin dejar a un lado la oportunidad de hablar sobre cómo se siente y la importancia de conocer estas normas de seguridad.
Igualmente, es necesario que el niño o adolescente asocie a personas de confianza como opciones de apoyo en caso de sentir alguna incomodidad, rechazando a aquellas que hagan propuestas que no están dentro de lo categorizado como aceptable. Aquí radica el valor de estar informado y conocer “los límites”.
“La prevención comienza en casa, pero debe estar reforzada por la escuela”, menciona el director de Cecodap, al señalar que los mensajes de cuidado deben ser constantes y dirigidos con lenguaje “sencillo y directo”. Igualmente, indica la necesidad de que los docentes sepan determinar las señales ligadas con el abuso sexual infantil para contribuir con la detección de estos casos.
Temores
Los expertos resaltan que el papel de los padres o familiares de una víctima de abuso sexual es brindar apoyo, sin juzgar ni culpabilizar. Para esto es necesario denunciar el delito y recurrir a orientaciones profesionales para saber cómo actuar.
“Los niños no suelen mentir sobre el abuso sexual”, menciona Óscar Misle, quien asegura que parte de las denuncias son evitadas por miedo o pena a las reacciones sujetas a los prejuicios y a la impunidad que en ocasiones las acompañan, lo que ocasiona que el niño viva “en silencio” su agresión.
Además, para muchos es “complicado” denunciar a un abusador con el que se mantiene un vínculo cercano, ya sea por dependencia económica, un lazo afectivo o debido a que la tendencia en las cárceles sea vengar socialmente el abuso sexual infantil con el homicidio.
Misle también comenta que es común que las violaciones sexuales hacia los niños varones se mantengan ocultas por el temor a que se considere disminuida su masculinidad o esta sea una causa de que “ahora sea homosexual”.
Acerca de la intervención psicológica, la experiencia indica que a través de ella los niños son capaces de superar o aprender a vivir con la realidad, por lo que es una alternativa necesaria.
Niños vulnerables
Es importante destacar “la relación entre castigo físico y abuso sexual”, con la que el niño se acostumbra a ser maltratado para obedecer y complacer las expectativas de quienes están a su cargo, basándose en que, si se portó mal, la persona puede generarle dolor para que corrija su actitud. “Hay una alta incidencia de estos casos de niños castigados y abusados”, afirma Misle.
Por otra parte, aunque el perfil de los agresores es variable, y sus antecedentes sean capaces de influir en su comportamiento, la psicóloga asevera que nadie tiene el derecho de violar sexualmente a ningún otro individuo.
En el caso de aquellos que mantienen un vínculo cercano con sus víctimas, suelen aprovechar la confianza para determinar cuáles son sus necesidades afectivas o mayores debilidades y, así, ganarse su atención. “El abusador nunca comienza el abuso con penetración, comienza con regalos para manipular, luego lo amenaza con agredir, decir que es mentira o que él se lo buscó”, explica el director de Cecodap sobre la extorsión emocional.
Asimismo, menciona que el abuso puede iniciar a través de las redes sociales, que también permiten al victimario hacer un seguimiento a la vida del niño o adolescente y determinar cuáles son sus carencias. Aunque se cree que los abusos se comenten de noche, “no hay un perfil, puede estar en cualquier lugar y puede abusar a cualquier hora”.
Óscar Misle señala que, lamentablemente, la migración ha sido una de las causas del aumento en la incidencia de abuso sexual en los niños debido a que no tener a sus padres cerca los convierte en seres mucho más desprotegidos.
Carencias
Quiroz señala la necesidad de recuperar los valores sociales y fortalecer el sistema educativo en el país, sin esperar a que sucedan casos lamentables para empezar a tomar acciones. “Hay que ser más conscientes”, indica.
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