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AA: Grupo para superar un problema en común

El objetivo primordial es “mantenerse sobrio y ayudar a otros a estarlo”.
viernes, 02 agosto 2019
Cortesía | El alcohólico primero debe admitir que tiene un problema

“Si le parece que la bebida le está causando algún inconveniente, o si su forma de beber ha llegado al punto donde le preocupa, es posible que le interese saber algo acerca de nosotros y de nuestro programa de recuperación del alcoholismo”.

Es la presentación que tiene el grupo de Alcohólicos Anónimos (A.A.) en donde el objetivo fundamental es orientar y ayudar.

Piden que decidan, por sí mismos, si el alcohol se ha convertido en un problema, tanto personal como familiar.

Según los testimonios de M, T y L son un grupo que siempre dará bienvenida a quien por voluntad desee superar la dependencia y aspire llevar una vida “normal, de sobriedad constructiva, día a día”.

Acerca del vicio

El alcoholismo es uno de los problemas más antiguos que tiene la humanidad y es catalogado como vicio, por su dependencia en la persona que lo apropia.

Por mucho tiempo se definió hasta como un trastorno mental, debido a los efectos secundarios que origina.

Del mismo modo, ha sido considerado como un problema moral que también implica “un asunto intensamente personal”, porque lleva al individuo a autoevaluarse y enfrentarse a sus debilidades, inspirado en una creencia que considere como Dios o fe.

En la actualidad expertos en medicina determinan que el alcoholismo tiende a ser progresivo si no es tratado oportunamente, porque también puede ocasionar otros efectos negativos en la salud.

M cuenta que nunca imaginó que fuese alcohólico. “Yo no me sentía enfermo. Salía a beber con mis amigos, a veces solo; yo no tenía ningún problema, luego por mi familia me dí cuenta que sí, porque hasta llegué a tener varios episodios de violencia contra ellos porque andaba borracho”.
“Un primo fue el que me enfrentó a decirme que era un alcohólico y es entonces cuando buscaron las maneras de apoyarme y yo busqué salir de todo eso”, dice M.

Por su parte T explica que “sientes una insaciable sed de alcohol, caes a beber en cualquier momento, te justificas. No sabes cuándo ni cómo dejar de beber”.

Por ello en A.A. abordan la dura experiencia de ser alcohólicos y cómo viven cuando están en medio de esa situación.

Exponen con casos personales la posibilidad de tener fuerza de voluntad, necesaria para poder superar esta situación que también perjudica al entorno de la persona que depende de la bebida.

“A veces no basta con mantenerse sobrio, el trabajo implica un amor propio y a la familia, porque el daño que se hace puede causar heridas muy grandes y a veces irreparables”, cuenta T.

L expresó que durante el proceso tuvo recaídas, sólo cuando se vio internado en un centro clínico, por sufrir un accidente al manejar borracho, fue que reconoció que tenía un problema y decidió cambiar definitivamente, acudiendo a A.A para buscar ayudar para iniciar su proceso de recuperación del vicio.

“Mi acompañante murió y yo casi lo hago; estuve también a punto de perder a mi esposa e hijos ante de todo eso, tuve que vivir una desgracia para entrar en razón; hasta ese punto se puede llegar, aún sufro por eso”, confesó L.

El grupo
Desde sus inicios en 1935, un hombre de negocios de Nueva York notó que se podía mantener sobrio, se propuso ayudar a otro y juntos emprendieron la causa de proveer asistencia a quienes padecían la misma situación.

Al ver que tanto ellos como quienes se sumaron a la causa mejoraban decidieron en 1939, a través de la publicación del libro Alcohólicos Anónimos, darle formalidad a la gestión que llevaban a cabo.

Afirman que en A.A. “no son reformistas y no están afiliados a ningún grupo o denominación religiosa. No desean convertir a nadie en abstemios. No reclutan, ni imponen condiciones o situaciones”.

Entre sus miembros “se encuentran hombres y mujeres de todas las edades y diversa procedencia social, económica y cultural. No hay honorarios, ni cuotas para ser miembros; no mantenemos ningún registro de quién viene o quién se va”.

También hay grupos de apoyo para las familias que quieren realizar acompañamiento a quien se propone salir del problema de dependencia.

Dinámica

“En nuestras reuniones procuramos escucharnos, para poder atendernos. El fin es permitir que las dinámicas que se desarrollan puedan ayudar a las personas. Cada grupo es autónomo de llevar a cabo actividades, dentro de nuestras tradiciones y principios, que puedan ayudar a quien aún están pidiendo ayuda”.

Para poder cumplir con los objetivos de la asociación, se han establecido dos tipos más comunes de reuniones.

En la primera se reúnen de forma libre, invitando incluso a familiares, amigos y a todos aquellos que quieran resolver su problema con la bebida.

En el segundo tipo, se limitan a solamente reunirse los miembros alcohólicos, para así “tener la oportunidad de compartir experiencias sobre aspectos especiales de su situación y con ello puedan ser mejor comprendidos”.

En todo caso, como refieren, en A.A. invitan a cumplir con el programa de recuperación, que tiene como núcleo 12 pasos para desarrollar y que permitirán ayudarles a lograr la sobriedad.

Igualmente la docena de tradiciones que son los principios por los cuales deben regirse los grupos de asistencia y orientación.

Asimismo, cuentan con acciones oportunas para momentos de “recaídas” y otras orientaciones vinculadas a fomentar la sinceridad consigo mismo y así alcanzar la verdadera recuperación.

Enlace

Para quienes deseen formar parte de esta asociación pueden contactarlos a través de su línea telefónica máster de ayuda, 0501-SOBRIOS (0501-7627467).

En Ciudad Guayana, el correo es aa.area.bolivar@hotmail.com y los números: 0286-316.08.96 / 0416-740.39.15 / 0416-786.38.54.

Sus sedes en Puerto Ordaz se ubican en el antiguo cine Altamira (Central), iglesia Virgen del Valle (La Unidad), Casa Comunal de la avenida Guarapiche (Nuevo Amanecer) y en el Club Sutralum (Unare).

En San Félix puede acudir a las reuniones en el anexo de la iglesia San Buenaventura (Solo por la gracia de Dios) y en el edificio Buena Aventura de El Roble (Un día a la vez).

“Todas las consultas se mantendrán en estricta confidencialidad y anonimato”, señala T.

 

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