Economía

Sector licorero uno de los más afectados por la pandemia 

Fidel Hernández, presidente de la Cámara de Licores del estado Bolívar, explicó los efectos que la pandemia por covid-19 dejó en el sector licorero y las expectativas de los comerciantes y empresarios para recuperar y mantener las ventas en 2022. 
jueves, 23 diciembre 2021
Cortesía | Prevén una recuperación dada la flexibilización de la cuarentena  

La cuarentena por el confinamiento del covid-19 afectó prácticamente a todos los sectores de la economía regional y nacional. El sector licorero no escapó de esta realidad que desde principios de 2020 lo obligó a mantener sus puertas cerradas por varios meses y migrar, en algunos casos, a otros ramos para sobrevivir en medio de la crisis económica.

La intermitencia en las actividades debido al esquema 7+7 implementado por el gobierno para controlar los niveles de contagio, llevó a innumerables empresas a cerrar sus puertas y vender sus equipos, dejando a la industria licorera al borde de la quiebra. 

Aunque se aplicó un esquema de flexibilización para sectores prioritarios considerados de “primera necesidad” (salud, alimentación, consumo masivo, seguridad, comunicaciones y servicios públicos) en marzo de 2020, éste no fue incluido, quedando al margen de las actividades económicas y poniendo en riesgo miles de empleos entre directos e indirectos en el territorio nacional. 

Posteriormente, en octubre, de manera oficial, el sector licorero fue incorporado en los planes de recuperación anunciado por el ejecutivo. Desde ese momento, el ramo licorero inició la recuperación progresiva de todo el tiempo perdido. 

El presidente de la Cámara de Licores del estado Bolívar, Fidel Hernández, relató que ha sido una situación complicada para los empresarios, que sin duda han hecho todo lo posible por mantener sus negocios a flote. 

“Así como el sector comercio y servicios, el licorero ha tenido innumerables problemas a lo largo de la pandemia por el coronavirus. Muchas empresas del ramo tuvieron que migrar a otras actividades tales como la venta de víveres y alimentos, y convertir sus locales en una especie de bodegón como requisito para sostenerse”, comentó.

Hernández explicó que esto requirió de inversiones estructurales, nuevos proveedores y mercados, gastos con los que la empresa privada no contaba. “Indudablemente todo este tema ha venido perjudicando en los últimos tiempos tanto a las empresas como al sector fabricante”.

Obstáculos de un sector

El decreto de excepción de los estados fronterizos también ha sido una piedra de tranca para la industria de los licores, ya que el ingreso de bebidas alcohólicas a la entidad depende únicamente de las autoridades militares.

En ese sentido, aseguró  que los comerciantes y empresarios “somos los primeros interesados y aliados para hacer cumplir los trámites debidamente y que los negocios formales puedan realizar sus intercambios comerciales con la documentación requerida para que el trabajo de los funcionarios sea más efectivo”.

Por otra parte, Hernández comentó que la venta clandestina de bebidas alcohólicas también se ha convertido en un problema que desencadena en una competencia desleal a nivel de precios y de horarios de funcionamiento, que perjudica directamente al sector formal. Aspira que se pueda seguir trabajando en horario flexible y en cumplimiento de las medidas de bioseguridad para prevenir contagios de covid-19. 

“No pagan impuestos, no cumplen con las leyes, transgreden una cantidad de normas (…)  Todo esto impide que nuestros inventarios logren responder a la demanda del mes de diciembre. Tanto mayoristas como distribuidores y vendedores al detal tenemos muchos problemas para reponer inventarios”.

Surgir pese a la crisis

A pesar de que una gran cantidad de negocios optaron por cerrar sus santamarías, otros han venido surgiendo en medio de la crisis. “Hay una percepción en el municipio Caroní de que la venta de licores al detal es más rentable, pero lo cierto es que hoy en día no lo es. Los licoreros nos declaramos en estado de emergencia y nuestra meta es sentarnos a conversar con las autoridades para demostrarles que este no es el mejor negocio como se cree”.

El presidente del gremio estimó que dos de cada diez negocios en la entidad han cerrado sus puertas desde que inició el confinamiento. “Alrededor de 20 % de comercios han cerrado en Caroní y en los municipios del sur la cifra ronda 50 %”. 

Explicó que el transporte en el estado Bolívar se moviliza a riesgo lo que ha incidido mucho en la caída de la industria. “Cada vez es más difícil este negocio. Sin embargo, estamos insistiendo, generando puestos de trabajo y generando impuestos a nuestro municipio y estado Bolívar. Tenemos fe en las nuevas autoridades, en la idea de que el sector público no puede trabajar sin el privado y viceversa”. 

Hernández espera que se mantenga el esquema de flexibilización en 2022, pero no descarta que el gobierno implemente nuevamente el 7+7 lo que sin duda causa incertidumbre y preocupación.

Problemática nacional  

El sector licorero resultó ser uno de los más golpeados por las medidas del gobierno para controlar los casos de covid-19 en el país. De acuerdo con la Federación Venezolana de Licoreros, en marzo de 2020 las ventas de la industria licorera habían descendido 90 % dejando en una situación crítica a muchos comercios venezolanos dedicados a esta actividad.

Aunado a la pandemia, problemas como la escasez de combustible para la distribución del licor, las bandas fiscales, el incremento de imposiciones tributarias y la caída del consumo también han afectado significativamente esta actividad económica.

De acuerdo con estimaciones de la Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (Civea), el sector licorero se encuentra trabajando a un 30 % de su capacidad. No obstante, en comparación con 2020, para el primer cuatrimestre de este año el sector mostró una leve recuperación. 

Aspiramos trabajar 

La pandemia generó que el expendio clandestino de licores ganara más espacios, debido a que, a diferencia de los comerciantes formales, este trabaja todos los días sin limitaciones ni control de ningún tipo. Para el presidente de la Cámara de Licores del estado Bolívar, Fidel Hernández, esto se ha convertido en un problema que impacta tanto la venta legal como la recaudación de impuestos. “Esperamos poder seguir trabajando en un esquema flexible para poder seguir generando puestos de trabajo, tranquilidad a nuestros empleados e ingresos al fisco”, señaló el dirigente gremial.

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente linkhttps://chat.whatsapp.com/Jv2hzmldg1SH1EaFbjb6h2

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí: https://t.me/diarioprimicia

Lea También:
Publicidad
Publicidad
Publicidad
error: